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Cómo podemos educar las emociones de los niños

Maria Pilar Garrido

Publicado el 14/12/2016 16:12

Cuando nos convertimos en padres tenemos una gran preocupación sobre si lo estaremos haciendo bien. La educación de nuestros hijos es un cargo de gran responsabilidad ya que los preparamos para desenvolverse correctamente en la sociedad en su futuro; pero en dicha educación muchas veces se nos olvida completamente educar las emociones, y aprender a gestionarlas y tener un buen control emocional es clave también para su futuro desarrollo.

Incluso desde antes de nacer las emociones ya nos acompañan. Por medio del llanto o la sonrisa, comenzamos de bebés a relacionarnos con el mundo y con el resto de seres humanos, por lo que las emociones es algo natural y que configura nuestro entorno físico, mental y social.

Las emociones también sirven para auto conocernos y también reconocer las emociones de los demás, de manera que podamos gestionarlas correctamente. Saber identificar las emociones y gestionarlas permitirá a nuestros hijos enfrentarse correctamente a muchos problemas a la vez que también les permitirá relacionales de una manera adecuadas con los demás.

Para educar las emociones es importante que los padres no repriman los sentimientos de los niños, ya que es necesario que el niño desde pequeño tenga la confianza suficiente para comunicar y decir cómo se siente en cada momento. Para ello debemos preguntar a nuestros hijos continuamente cómo se sienten sobre todo cuando hay algún problema, pero también es importante hacerles reflexionar sobre cómo creen que se sienten sus amigos o familiares para así ayudarles a reflexionar sobre lo que ocurre en su entorno.

Además de saber expresar lo que sienten y cómo se sienten en cada momento es importante que nuestros hijos aprendan a controlar sus emociones, sobre todo cuando hablamos de los enfados. Es necesario que los padres le animen a que se dé cuenta de las situaciones que le hacen tener los arrebatos y mostrarles otros caminos alternativos a las explosiones de ira. Hay que conseguir que vean que no sirve de nada enfadarse y que por el contrario favorece exponer serenamente su malestar sin dañar.

Poco a poco vemos como cada vez se está valorando más la importancia de la inteligencia emocional y de educar las emociones aunque aún queda mucho camino por recorrer ya que la mayoría de los padres no lo aplica en sus casas y en los sistemas educativos es un tema que tampoco se trata como debería.

Como vemos, educar en las emociones no es una tarea sencilla pero es esencial que se trabaje desde pequeños para que los niños sean capaces de expresarse correctamente, conocerme mejor ellos mismos y tener una empatía que les permitirá relacionarse de una manera más correcta y profunda con su entorno.

Os dejo un video de Eduard y Elsa Punset del programa REDES en el que se habla del aprendizaje social y emocional y cómo afectará a su futuro. Podéis acceder a él haciendo clic aquí.

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