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Repercusión en el alumnado NEAE durante y después de la erupción del volcán Tajogaite.

Montserrat Acosta Viña

Publicado el 22/10/2023 18:10

INTRODUCCIÓN.

Las catástrofes naturales conllevan repercusiones de toda índole y magnitud. Así, en el año 2021, en la isla de La Palma, Canarias, se produjo la erupción de un volcán urbano, denominado Tajogaite, que no solo destruyó hogares y elementos materiales, sino que afectó a la salud y al bienestar mental de la ciudadanía palmera. Partiendo de este contexto y, concretando en el ámbito educativo, resulta imprescindible conocer y analizar los efectos provocados durante y después de la erupción en un alumnado, si cabe, aún más susceptible a los cambios y procesos traumáticos como es el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo. Por ende, se ha querido evaluar, mediante la observación y apreciación de los y las profesionales que intervinieron con el mencionado alumnado de cuatro centros educativos de un municipio afectado, a través de un cuestionario y una entrevista, las repercusiones negativas del evento, como modificaciones en su rendimiento académico, estado psicológico alterado, reflejado en signos ansiosos o depresivos, cambios en su conducta y situación global del alumnado, durante el evento y en la actualidad, es decir, dos años después.

Por otro lado, se ha querido indagar si, además de posibles consecuencias adversas, la erupción volcánica ha aportado efectos positivos como la resiliencia, exponiendo, finalmente, las conclusiones alcanzadas.

MARCO TEÓRICO.

Breve descripción de la erupción del volcán Tajogaite, en la isla de La Palma.

Las Islas Canarias conforman un archipiélago de origen volcánico. Así, lo atestiguan las erupciones históricas registradas en los últimos 500 años; la más reciente aconteció en el municipio de El Paso, concretamente en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en la isla de La Palma, el 19 de septiembre del año 2021 (Santa-Cecilia et al., 2021).

Si bien es cierto que la población palmera aún guardaba en la retina las imágenes del anterior suceso volcánico, correspondiente al volcán Teneguía en el año 1971 y, por ende, existía una sensibilidad especial sobre la temática volcánica, difería mucho del ocurrido en esta ocasión, pues, desafortunadamente, se produjo en zona cercana al entorno urbano, afectando, por ende, a propiedades materiales, habitacionales, comerciales, educativas y de cultivo.

Alteraciones psicológicas vinculadas a alumnado NEAE e incidencia general provocada por sucesos desestabilizadores y desastres naturales.

Carnerero (2019) corrobora la doble vulnerabilidad frente a un desastre natural en la que se encuentran los y las menores con  discapacidad o con otras necesidades específicas, pues agravan los trastornos que las definen. De tal forma, las propias carencias ya intrínsecas, como dificultades en las habilidades sociales, falta de concentración o estados hiperactivos que predominan en los denominados trastornos en el neurodesarrollo, como trastorno de espectro autista o trastorno con déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), que dificultan la atención y repercuten en su rendimiento académico y en sus relaciones sociales, (Fortea Sevilla et al., 2016) se unen a la sensación de vulnerabilidad, la cual aumenta con el nivel de exposición del suceso catastrófico.

MARCO EMPÍRICO.

Metodología.

Para el presente estudio se ha realizado, en primer lugar, una revisión bibliográfica para delimitar los aspectos a evaluar en la investigación; es decir, estado ansioso, depresivo, repercusión en el rendimiento académico y estado emocional global durante y después de la erupción, concretamente, en el momento actual. Con posterioridad, se ha diseñado un cuestionario y una entrevista con preguntas breves dirigidas a docentes de alumnado NEAE o departamento de orientación de varios centros educativos correspondientes al municipio de Los Llanos de Aridane, uno de los afectados por la erupción volcánica. Por ende, se ha efectuado desde una perspectiva metodológica mixta. Finalmente, se han inferido conclusiones y posibles investigaciones futuras en base a los datos extraídos.

Diseño.

Instrumento de recogida de información y variables de análisis.

Como instrumento para la investigación se ha diseñado un cuestionario que engloba las adaptaciones de las escalas Child-PTSD-Reaction Index, Revised Children’s Manifest Anxiety Scale y The Birelson Depression Inventory, formado por 24 ítems de respuestas cerradas para evaluar estados ansiosos y depresivos en niños y niñas y por 6 ítems para valorar las consecuencias en el rendimiento académico durante el periodo de la erupción. Por otro lado, se emplea también una entrevista de diseño propio con 14 preguntas para profundizar el impacto general en el alumnado NEAE.

Participantes.

Cuatro centros educativos pertenecientes a uno de los municipios afectados por la erupción volcánica, Los Llanos de Aridane, los cuales tienen escolarizados alumnos y alumnas NEAE. Han intervenido seis docentes de Educación Primaria, dos profesores con mención en Pedagogía Terapéutica y, finalmente, dos orientadoras, quiénes han evaluado a 40 discentes de Educación Primaria con necesidades específicas educativas.

DATOS OBTENIDOS Y RESULTADOS.

A continuación, se desglosan los resultados más relevantes obtenidos del cuestionario diseñado para este estudio.

Un porcentaje muy elevado del profesorado encuestado, un 90%, ha presenciado estado nervioso del alumnado cuando le relataban el suceso analizado y un 95% afirma que, el alumnado, presentaba estado ansioso y dificultades en la concentración, unidos al absentismo de ese periodo, pues un 80% corrobora la ausencia de los y las discentes a causa del evento.

Asimismo, un 85% de los y las intervinientes consideran que el alumnado demostraba menos interés y motivación y un 95% declaró que tenían dificultades para concentrarse, mientras que un 75% aseveraron que, los y las discentes presentaban menor atención con relación al periodo anterior del desastre natural. Así, teniendo en cuenta que, el alumnado con TDAH y con TEA representan la muestra mayor de alumnado NEAE evaluado y que, siguiendo a López Villalobos et al. (2004), tienen mayor predisposición a presentar déficits de atención, se advierte la comorbilidad de síntomas psicológicos y comportamentales que complicarían cualquier incidencia traumática y que agudizarían la inestabilidad emocional y mental del alumnado (Colomer-Diago et al., 2012).

De igual modo, un agravante añadido, como pérdidas materiales o su propio hogar fue sufrido por un 75% del alumnado NEAE evaluado, relacionándolo con aquellas poblaciones que han debido ser evacuadas de sus viviendas, las cuales pueden presentar altos niveles de desconcierto, inseguridad y episodios de angustia y ansiedad, lo que provocan una acusada alteración mental y emocional (Espinoza et al., 2015).

Asimismo, se evalúa el rendimiento académico actual con tres ítems. El primer ítem responde a la percepción del profesorado con referencia a si el alumnado ha recobrado el mismo patrón conductual, en cuanto a rutinas establecidas antes del evento. Así, un 100% ha respondido que prosigue con sus hábitos. Por otro lado, se evalúa el comportamiento, resultando que, un 50 % valora que ha mejorado, mientras que otro 50% de los profesionales encuestados considera que su conducta ha permanecido inalterable. De igual forma, a la pregunta del tercer ítem “¿ha recobrado el mismo rendimiento académico que antes de la erupción?” se aprecia un acusado desajuste en la evolución formativa, pues el 80% de los profesionales intervinientes en el estudio declara que ha empeorado, mientras que un 20% asegura que ha mejorado. Por ende, se aprecia una clara mejoría en la recuperación de las rutinas del aula, pero su aprovechamiento académico ha resultado afectado de manera significativa.

Por último, con la intención de valorar si ha se ha observado actitudes positivas en cuanto a resiliencia y lucha, se ha planteado la pregunta “después de lo acontecido y analizando el suceso vivido y el momento actual, ¿cree que el alumnado ha mostrado signos de resiliencia?, se subraya el aprendizaje del alumnado en cuanto a contextos de lucha y coraje, pues aluden siempre a la erupción para demostrar su fuerza; además entienden de primera mano palabras como generosidad, valentía y empatía y han sido capaces de gestionar emociones negativas como la ira o el miedo con motivación y ejemplos de conducta. Por tanto, se ejemplifica el denominado Crecimiento Postraumático (CPT), definido por Tedeschi & Calhoun (1999), el cual recoge signos de superación y elementos positivos a raíz del proceso de lucha ejercido durante el evento desfavorable.

Por otra parte, para el profesorado que debió actuar con el alumnado NEAE en ese periodo de inestabilidad resultó de vital importancia las ayudas psicológicas para poder gestionar de forma adecuada todas las emociones causales del estado traumático, pues, con un rotundo 100%, expresaron varios casos en los que resultó necesario la intervención psicológica para regular y estabilizar el estado mental de alumnado NEAE, pues les ayudaba a entender y canalizar sus emociones.

CONCLUSIONES.

En virtud de los datos expuestos, se puede inferir como el alumnado NEAE evaluado sufrió un retroceso acusado en su rendimiento académico e hitos ya alcanzados anteriores al desastre natural, padeció síntomas ansiosos y alteraciones en su conducta y comportamiento durante la vivencia del suceso, persistiendo en un porcentaje significativo en la actualidad.

Asimismo, se relaciona el perjuicio de la comorbilidad presente en el alumnado mayoritario del análisis, es decir, con TDAH o con TEA, pues, como aseveran López Villalobos et al. (2004) en su estudio, un 45% de estudiantes con TDAH presenta ansiedad generalizada, concluyendo la enorme afectación producida por el alumnado palmero que presentaba un 95% de sintomatología ansiosa en el momento de la erupción. Por ende, se presupone la doble vulnerabilidad que, estos y estas discentes, muestran ante situaciones o acontecimientos adversos de gran magnitud como un desastre  natural, por lo que resultará necesario incidir en la permanencia de apoyos y asistencia psicológica, así como refuerzo educativo, con el objetivo de alcanzar el restablecimiento de su estado emocional y formativo. En relación con la repercusión académica, se ha determinado que, el 80% del alumnado palmero padece un retroceso y empeoramiento en su rendimiento escolar con respecto al periodo anterior de la erupción. No obstante, con esta investigación, se han apreciado también evidencias positivas como la capacidad de afrontamiento ante circunstancias sobrevenidas y el aprendizaje de términos esenciales en el crecimiento personal de los y las discentes, como la empatía o la solidaridad.

Con respecto a las limitaciones que podrían desprenderse de esta investigación se encuentran la reducida muestra de profesorado y profesionales responsables de la intervención con alumnado NEAE, pues no se ha logrado la colaboración de un número mayor de participantes, por lo que, resulta evidente, que no se pueden inferir conclusiones absolutas y debe contemplarse otras variables que corroboren o refuten las inferencias extraídas de este estudio. Además, los resultados obtenidos son basados en percepciones objetivas de los profesionales encuestados, por lo que no se puede categorizar como un estudio riguroso, aunque contempla la propuesta de otras investigaciones futuras, recalcando la importancia de indagar en los efectos de la erupción volcánica en el alumnado NEAE. Por lo tanto, sería conveniente ampliar los centros participantes, también a otros municipios afectados y contar con estadísticas u otros estudios de salud mental que se hayan efectuado con posterioridad al evento traumático.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Carnerero, R. (2019). Grupos vulnerables en situaciones de riesgos y amenazas. El caso de los desastres naturales. Anuario Hispano-Luso-Americano de derecho internacional, 24,133-157. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7222259

Colomer-Diago, C., Miranda-Casas, A., Herdoiza-Arroyo, P. y Presentación-Herrero, M.J. (2012). Funciones ejecutivas y características estresantes de niños con trastorno por déficit de atención/hiperactividad: influencia en los resultados durante la adolescencia. Revista          de          Neurología,         54(1),          117-26. https://doi.org/10.33588/rn.54S01.2011707

Espinoza, A., Espinoza, C. E., y Fuentes., A. A. (2015). Retornando a Chaitén: diagnóstico participativo de una comunidad educativa desplazada por un desastre socionatural. Magallania (Punta Arenas), 43(3), 65-76. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-22442015000300006

Fortea-Sevilla, M. S., Escandell Bermúdez, M. O., Castro-Sánchez J. J. y Martos Pérez J.  (2016). Valoración de la ansiedad en los trastornos del espectro autista y en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Revista Neurología, 62(1), 99- 102. https://doi.org/10.33588/rn.62S01.2015528

López Villalobos, J. A., Serrano Pintado, I. y Delgado Sánchez Mateos, J. (2004). Trastorno por déficit de atención con hiperactividad: comorbilidad con trastornos depresivos y de ansiedad. Psicothema, 16(3), 402-407. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72716311

Santa-Cecilia, F. J., García de la Vega, A. y Martín-Moreno, R. (2021). La erupción del volcán Cumbre Vieja en la Isla de La Palma (2021). El enfoque educativo de un volcán urbano. Didácticas       Específicas,            25, 7-31. https://doi.org/10.15366/didacticas2021.25.001

Tedeschi, R. G., & Calhoun, L. G. (1996). The Posttraumatic Growth Inventory: Measuring the Positive Legacy of Trauma. Journal of Traumatic Stress, 9, 455- 471. http://dx.doi.org/10.1002/jts.2490090305

 

 

 

 

 

 

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