Principales cambios que se dan en proceso cognitivo de los adolescentes, como empiezan a desarrollar el pensamiento.

La adolescencia es una etapa de crecimiento por la que pasan todas las personas, la cual supone el cambio de la niñez a la adultez. Es una etapa muy complicada que al mismo tiempo tiene un enorme valor para las personas, ya que supone un gran desarrollo y se encuentra llena de aprendizajes.

Algunas de las características que presentan los adolescentes son: distanciamiento de las familias y mayor acercamiento hacia sus amistades, falta de motivación, cambios emocionales y de humor repentinos, mayoritariamente presentan una actitud negativa…

Uno de estos cambios es el desarrollo cognitivo, el cual significa el aprendizaje de la capacidad de un niño a pensar y a razonar. Este desarrollo comienza sobre los 7 años, donde el niño comienza a desarrollar su pensamiento, lo que le permite diferenciar ideas o sentimientos de casos concretos. Esto lo va a llevar a plantearse su propia forma de ver el mundo, cuestionando así sus propias creencias, valores o ideas. Además, cualquier situación a la que se enfrente le va a llevar a obtener sus propias conclusiones en lugar de dejar guiarse por la opinión del resto como habría hecho hasta ahora, lo que a su vez le va a llevar a proyectarse a sí mismo en el futuro. Más tarde, a partir de los 12 años se va desarrollando un tipo de pensamiento algo más complejo. Aquí el niño, no solo va a plantear su propia conclusión, sino que además se va a plantear varias opciones. De esta forma, va a llegar a replantearse las propias ideas a las que anteriormente había llegado, cambiando también a nuevas preguntas. Va a optar por buscar diferentes pensamientos, con la intención de debatir, siendo consciente del suyo propio.

Podemos distinguir entre el pensamiento crítico y el pensamiento abstracto. El primero se trata de un proceso que va a consistir en el análisis, entendimiento o la evaluación de aquellos conocimientos sobre el mundo, principalmente en aquellos que son afirmaciones que afectan a la vida cotidiana de las personas. Mientras que por su parte, el pensamiento abstracto, es aquella capacidad que poseemos para poder analizar, interpretar, plantear o crear aquellos elementos o situaciones que nos pueden afectar.

Desarrollar estos tipos de pensamientos trae numerosos beneficios entre los que podemos encontrar: favorece la creatividad, ayuda con la independencia y la autonomía o favorece los criterios propios de cada persona.

A partir de estos beneficios podemos confirmar la importancia de potenciar este tipo de pensamiento. Esto es algo que podemos hacer a través de debates, de cálculos, de la observación, etc. Siendo algo que no solo se debe fomentar desde las aulas, sino también desde casa.