La gran noticia del día, y casi de la semana para el mundo educativo, ha sido la reciente noticia de que Malala Yousafzai ha recibido el Premio Nobel de la Paz. Con tan sólo 17 años, Malala cuenta con una gran trayectoria en su vida por defender los derechos de las niñas a ir a la escuela.

Hace dos años, Malala fue víctima de un atentado por parte de un grupo de talibanes que disparo el autobús escolar en el que viajaba camino al colegio. Fue trasladada a Birmingham (Inglaterra) tras el atentado donde pudieron salvarle la vida tras recibir un disparo en la cabeza y otro en el cuello.

La lucha de Malala comenzó cuando la pequeña apenas tenía once años defendiendo la educación femenina lo cual ofendió mucho a los talibanes, los cuales afirmaban que sus palabras eran un ataque a la versión más rigorista del islam, por lo que afirmaron que Malala debía morir.

Desde entonces, Malala ha sido un referente para el mundo educativo. Escribió un libro llamado “Yo soy Malala” en el que contaba su historia y ha recibido varios premios y galardones desde entonces como el premio Sárajov.

Junto con Malala ha sido galardonado con este premio Nobel de la Paz el activista indio Kalas Satyarthi por su lucha contra la opresión de los niños y por el derecho de todos los niños a la educación. El Comité Nobel Noruego ha asegurado que “la lucha contra la opresión y por los derechos de los niños y adolescentes contribuye a la realización de la fraternidad entre naciones que Alfred Nobel menciona en su testamento como uno de los criterios para el Nobel de la Paz”.

Este premio goza de una gran importancia, sobre todo debido a la lucha de ambos activistas por el derecho universal a la educación, algo que en pleno siglo XXI aún no se ha conseguido. Hoy ha de ser un día de enhorabuena para todo el campo educativo al verse reconocido  el esfuerzo de estas dos personas por algo que todos deseamos, una educación apta y accesible a todos los niños del mundo.