Este Real Decreto fija los contenidos mínimos del currículo en cuanto a las asignaturas consideradas troncales distribuidas por ciclos educativos en Educación Secundaria y las asignaturas específicas que son: Música, Segunda Lengua Extranjera, tecnología, cultura clásica, etc.
El Consejo de Ministros aprobó, hace unos días y con los únicos votos del Partido Popular, los detalles de dicho Real Decreto que comenzará a implementarse en Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato el próximo curso escolar.
Muchas comunidades autónomas han puesto el grito en el cielo ya que afirman que no hay tiempo físico de introducir los cambios previstos en el currículo para el próximo curso escolar.
A estas quejas se han sumado las editoriales, los cuales ven inviable la creación de más de 100 asignaturas en tan sólo dos meses y la consecuente adaptación de todos los libros de texto a esos cambios curriculares.
Recordemos que este año se ha puesto en marcha la adaptación de la LOMCE en las aulas de Primaria, aunque tres comunidades (Andalucía, Cataluña y País Vasco) ni siquiera han aprobado sus decretos para completar el currículo de esta etapa.
Han sido muchas las críticas que se han venido encima de esta ley educativa desde que se comenzaron a diseñar sus primeras pinceladas en el currículo. Sindicatos, profesorado, alumnado, comunidades autónomas y partidos políticos, han actuado en contra de esta Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, la cual promete ser derogada en cuanto haya elecciones y el Partido Popular pierda su mayoría absoluta.
Pero hasta entonces, las comunidades tienen el deber de adaptar los contenidos y las exigencias curriculares para la aplicación el próximo curso escolar 2015/2016.