Imagen generica
¿Aún no estás registrado?
Regístrate ahora, son 2 minutos

Procrastinación en opositores: ¿pereza o falta de organización?

María del Mar Díez Simón

Publicado el 28/09/2022 16:09

 Al estudiar una oposición pueden surgir muchas dudas ¿Seré capaz? ¿Merece la pena tanto esfuerzo? ¿Cuánto tiempo debo invertir? ¿Y si encuentro trabajo mientras estudio? Pero una de las mayores preocupaciones se centra en las técnicas de estudio, principalmente en como estudiar en menor tiempo memorizando lo máximo posible. ¿Esto es posible? Sí, si evitamos la procrastinación.

Otro nombre extraño para algo que ocurre a diario ¿Qué es la Procrastinación?...

La procrastinación supone una mala gestión del tiempo y tareas en la que la productividad, la gestión de tareas y las recompensas y los hábitos no son adecuados.

También podemos entender la procrastinación como un problema de regulación de emociones en el que se busca la sensación placentera a corto plazo respecto a los objetivos y tareas planificadas a largo plazo. La procrastinación se centra en la urgencia de calmar estados de ánimo incómodos o indeseables que en focalizarse en la tarea. Por ejemplo, en nuestro caso, deseamos aprobar la oposición, pero siempre surge un plan con nuestras amistades, una tarea doméstica importante y urgente que necesita toda nuestra dedicación o una publicación interesante sobre recursos educativos en el aula que nada tiene que ver con los temas por estudiar. Por supuesto a corto plazo nos agrada más salir a tomar algo o entretenernos en redes sociales que estudiar sobre modelos y desarrollo pedagógico.

La procrastinación también se produce por no planificar a largo plazo, con demasiado tiempo para realizar una tarea concreta, la persona no identifica la urgencia y la necesidad de cumplir con su compromiso, en cambio si la tarea se planifica en corto plazo se resolverá de forma efectiva. Esto lo podemos identificar fácilmente en el alumnado que apura hasta el último día para estudiar o los/as opositores que ven muy lejos su fecha de examen y necesitan estrategias extra para planificar su estudio.

El ciclo del presente

En la procrastinación se produce la siguiente cadena:

  • Planteamiento de Tarea A. Por ejemplo, la semana 5 estudiar el tema de desarrollo evolutivo de 6 a 12 años.
  • Tarea alternativa innecesaria B. En este caso puede ser ordenar las carpetas de tema, buscar recursos para la programación o más superfluo como ordenar la ropa con el cambio de estación.
  • Satisfacción inmediata. Ha desaparecido la incomodidad y frustración por el estudio y se sustituye por el placer de hacer algo que nos gusta como por ejemplo salir a pasear o comprar.
  • Culpa por no realizar la Tarea A. Una vez superado el subidón emocional, entra la culpa y frustración por no cumplir con las tareas y objetivos marcadas en esa planificación tan cuqui (y tan difícil de cumplir). De forma inmediata la sensación es placentera pero la sensación que permanece es la angustia y la culpa por no realizar la tarea.

Además, debemos tener en cuenta que la procrastinación se convierte en un hábito marcado por el sesgo del presente entendido como la tendencia de nuestro sistema de procesamiento cognitivo (nuestra mente) a priorizar las necesidades a corto plazo y omitir las exigencias a largo plazo. Es improtante que las oposiciones se ajuste a tus capacidades, recursos, lo que necesita la sociedad, en definitiva a tu IKIGAI.

Soy un extraño y vengo del futuro para decirte que no aplaces tus tareas

Es curioso pero las tareas planificadas a largo plazo, las percibimos como extrañas. Percibimos al yo del futuro como un extraño, así cuando procrastinamos, hay partes de nuestro cerebro que interpretan que esas tareas son responsabilidad de otra persona, no de la misma que ha aplazado la tarea.

Recuerda que estar un día perezoso no es un problema, pero que esa distracción nos impida alcanzar la vida que deseamos sí.

También tenemos el efecto efecto Zeigarnik. De nombre raro, este efecto analiza la predisposición del cerebro a recordar con mayor detalle las tareas inacabadas que las ya realizadas. Una estrategia para solventar este efecto es iniciar las tareas “como si” solo se invirtieran cinco minutos en realizar la tarea completa. Por ejemplo, realizar un esquema del tema con los puntos principales o un glosario, y el efecto Zeigarnik “obliga” a empezar para que mentalmente sintamos la necesidad de acabar.

Estrategias emocionales para evitar la procrastinación

Cuando procrastinamos nos debatimos entre lo que deberíamos y queremos hacer, bloqueándonos en el conflicto entre la acción y la evitación y anticipando la acción como desagradable y la recompensa como demasiado alejada en el tiempo. Esto nos bloquea, nos impide estudiar

Podemos llegar a experimentar pensamientos intrusivos negativos e interpretarlos como reales, verdaderos y totalmente lógicos afectando directamente nuestro estudio y planificación.

Una de las estrategias es tomar distancia de esos pensamientos para poder reducir su impacto y distracción del estudio, la defusión entre el pensamiento y la conducta que fomenta el mindfulness nos permite continuar con los objetivos y metas planificados.

Pensar en el miedo al fracaso es normal, que ese pensamiento bloquee el comportamiento y provoque la procrastinación si es un problema.

A pesar de los pensamientos negativos, estudia y lo conseguirás.

¡Un truco! Acepta los pensamientos como una emisora de radio que se escucha de fondo sin que la “radio” capte toda la atención y nos permita continuar.

 

¿Cómo cumplir con la planificación?

Para establecer objetivos realistas un método muy efectivo es el MÉTODO SMART por el que los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y tener un tiempo marcado para ser alcanzados.

Cuando los objetivos son poco realistas, no están bien definidos o son demasiados generales, es más probable que se mantenga la procrastinación. Si pretendemos estudiar un tema complicado sin marcar que unidades, páginas o recursos debemos tener al final del día o la semana es más difícil comprometernos con nosotros mismos.

Además, tenemos otro enemigo: los ladrones del tiempo ¿Quieres saber como espantarlos?

  • Mantener ordenada y limpieza tu zona de estudio. El orden y el minimalismo ayuda a la concentración
  • Revisar las redes sociales y notificaciones de la web son uno de los grandes distractores. Aprender a estudiar (y a relacionarte) alejado del teléfono móvil sumará minutos y horas al día.
  • Establece periodos de descanso en los que comer algo, levantarte y salir de la sala o revisar el teléfono.
  • Identifica tus horarios de estudio, hábitos y como encajan en tu vida personal o laboral.
  • Finaliza tareas. La satisfacción de una tarea terminada aumenta la productividad y la confianza.
  • La multitarea no es productiva, el coste mental de pasar de una tarea a otra impide estar al 100% en la actividad. Además del tiempo robado por la propia interrupción, se necesitan unos 15 minutos para recuperar la concentración mental.

Si deseas saber más sobre técncias de estudio te recomendamos nuestra formación en Entorno Personal de Aprendizaje y Técnicas de Estudio (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS)  Estudiar una oposición es una carrera de fondo, analiza tus recursos y corre hasta la meta. ¡Ánimo!

 

0
“¿Te ha parecido interesante este artículo? ¡Dale a me gusta!