Imagen generica
¿Aún no estás registrado?
Regístrate ahora, son 2 minutos

Actividad física y aprendizaje de español en línea

Ángela Otero del Castillo

Publicado el 26/03/2020 12:03

Son numerosos los artículos y estudios que demuestran cómo el ejercicio y la actividad física tienen importantes beneficios cognitivos, incluso favoreciendo el aprendizaje de otras destrezas como las matemáticas o la lectura. En cuanto a las lenguas extranjeras, hasta se ha hablado de cómo realizar actividad física al mismo tiempo que se aprende el idioma promueve una mejor adquisición del léxico de la lengua meta, como se menciona en el estudio realizado por Schmidt-Kassow, Kulka, Gunter, Rothermich y Kotz (2010), en el que los sujetos que realizaban dicha actividad (en este caso, bicicleta estática), mostraron una mejor capacidad de memorización de vocabulario.

En los últimos años, el mundo de la educación ha vivido un importante incremento de puesta en práctica del enfoque Aprendizaje integrado de contenidos y lengua extranjera (AICLE) en los conocidos programas bilingües. No es de sorprender que la educación física haya sido considerada una de las materias más propicias para desarrollar este tipo de enfoque, en el que la lengua meta se utiliza como transmisora del mensaje, pero cuyo principal foco de atención es el aprendizaje de los contenidos propios de la asignatura en la que se desarrolla.

Sin embargo, menos frecuente es que se lleve a cabo la acción opuesta, y se utilice el ejercicio como un vehículo para propiciar el aprendizaje de lengua extranjera, así como utilizar el aula de LE para promover hábitos saludables, en este caso, un incremento de la actividad física. Si bien es cierto que están ya extendidos enfoques como la Respuesta física total o los juegos dinámicos para implementar el aprendizaje del idioma extranjero, no lo está tanto el hacer del aula de LE un espacio en el que desarrollar cambios ‘reales’ en la forma de vida de los estudiantes – ya sea respecto a la cantidad de actividad física que realizan, como en otras temáticas que afecten a su día a día fuera del aula.

Este artículo expondrá cómo el aula de español como lengua extranjera (ELE) puede incentivar este cambio conductual en los estudiantes, promoviendo un desarrollo de hábitos saludables al tiempo que adquieren la lengua meta por medio de un uso real y comunicativo de la misma. Para ello, se plantearán las ventajas e inconvenientes de introducir este tipo de práctica en la enseñanza en línea frente a la enseñanza presencial, para terminar con una breve presentación de actividades para llevar a cabo el objetivo propuesto, teniendo en cuenta las directrices del Plan curricular del Instituto Cervantes para justificar la presencia de la actividad física y el deporte en el la clase de ELE.

 

Enseñanza en línea vs presencial

La enseñanza de LE en línea es una realidad cada vez más poderosa hoy en día, siendo el método preferido por muchos docentes y estudiantes, y con cada vez más plataformas, recursos e ideas para llevarla acabo. Por este motivo, a la hora de introducir la actividad física como una parte integrada de la clase de ELE, no podemos ignorar la que se ha convertido en una forma de enseñanza casi tan extendida como la presencial.

Puede parecer clara la ventaja de la enseñanza presencial sobre la en línea a la hora de introducir actividades, tareas o proyectos que busquen introducir una mejora de las rutinas físicas de los estudiantes a la par que aprenden los contenidos lingüísticos objetivo. Sin embargo, la heterogeneidad del alumnado y profesorado de lenguas hará que ventajas e inconvenientes en ambos tipos de enseñanza sean fácilmente reversibles.

Entre los inconvenientes de la enseñanza en línea frente a la presencial para este objetivo, quizás sea el más evidente la falta de contacto social directo, que podría ser una fuente importante de motivación para los estudiantes a la hora de adquirir tanto los hábitos saludables como los contenidos lingüísticos, así como a la hora de participar activamente en las proyectos. Al mismo tiempo, el trabajar en línea limita la cantidad de escenarios en los que se puede llevar a cabo la actividad física, como podría ser el patio en un centro educativo o cualquier lugar donde pueda desarrollarse dicha acción – parques, playas… Lo que a su vez, lingüísticamente, limitaría la cantidad de input léxico al que los estudiantes podrían verse expuestos.

Sin embargo, ambos inconvenientes podrían adaptarse para convertirse, precisamente, en las ventajas de la enseñanza en línea sobre la presencial. Tomemos, por ejemplo, que usamos la plataforma Zoom para realizar nuestras clases en línea. Esta plataforma nos permite realizar video llamadas con un número alto de personas, pero no solo eso, también introduce la función de crear salas secundarias dentro de una misma llamada: es decir, el profesor puede agrupar a los estudiantes en estas salas para que realicen trabajo grupal sin escuchar a los otros grupos, pero siendo él capaz de ir de una sala a otra para observar el trabajo de los grupos. Al mismo tiempo, también permite silenciar los micrófonos y ocultar las pantallas de los demás participantes – por ejemplo para dejar solo conectado el del profesor.

¿Cómo es esto una ventaja? Como se ha mencionado anteriormente, los estudiantes no son un colectivo homogéneo, sino que cada uno tendrá sus propias experiencias, necesidades y características que transmitirá a su aprendizaje. Las mencionadas funcionalidades de Zoom, serían de increíble apoyo para aquellos estudiantes que no se sientan seguros realizando determinadas actividades físicas en público, ya que podrán crear un ambiente propicio en su hogar, centrarse en la pantalla del profesor y no sentirse, así, observados por sus compañeros hasta que se sientan cómodos integrándose de manera más activa.

Por otra parte, aunque el aprendizaje en línea tenga la mencionada limitación de espacios, normalmente tomando lugar en la vivienda de los participantes, esto no tiene por qué ser necesariamente un inconveniente. En primer lugar, la familiaridad del hogar será también una ventaja para los estudiantes más reservados de los que hemos hablado. Además, a pesar de no verse expuestos a determinado léxico al que podrían tener acceso en otros lugares, sí tendrán acceso directo a materiales de uso cotidiano, por lo que en el sentido lingüístico, seguirán viéndose expuestos a input de manera directa, sin olvidar que el profesor seguirá proporcionándoles todo el input que vea conveniente según los objetivos del curso y la actividad.

 

Propuestas de trabajo en línea

Atendiendo a los contenidos marcados por el Plan curricular del Instituto Cervantes, a continuación se desarrollan brevemente unas propuestas con las que trabajar en línea el objetivo de promover la actividad física en el aula de ELE. En la vertiente lingüística, se pondrán en practica los siguientes contenidos:

  • Funciones: dar instrucciones, describir y narrar acciones
  • Nociones generales: movimiento, estabilidad
  • Nociones específicas: partes del cuerpo, acciones y posiciones que se realizan con el cuerpo, deportes, juegos

La actividad se desarrollará en tres modalidades: instrucción directa profesor-estudiante, proyecto colaborativo entre estudiantes y competición individualizada. Cada modalidad desarrollará una serie de ejercicios físicos a través de los cuales se pondrá en uso la lengua española y se propiciará un ambiente motivador para que los estudiantes adopten prácticas saludables. Será importante tener en cuenta la condición física de los alumnos a la hora de realizar dichos ejercicios, así como prestar atención a la forma en que estos se realizan para evitar posibles lesiones – quizás sea necesario explicar de antemano la propuesta y valorar la situación de cada grupo para ver si puede llevarse a cabo.

  1. En primer lugar, el profesor presentará el tema a los estudiantes de manera instructiva y sirviendo de ejemplo para que, a posteriori, estos realicen su proyecto colaborativo. En esta propuesta la actividad seleccionada será el yoga, a través de la cual el docente le proporcionará a los estudiantes input sobre cómo dar instrucciones e influenciar a los demás – gramaticalmente podría ponerse en uso el modo imperativo, muy natural en este tipo de situaciones, pero también los usos de subjuntivo. ¿Cómo? El profesor, a través de la webcam, actuará como maestro de yoga y guiará a los estudiantes en una sesión con asanas sencillas con las que podrán practicar la gramática seleccionada, léxico de las partes del cuerpo y nociones de movimientos y posiciones. Ej.: Inspira y levanta los brazos. Al expirar, dobla tu espalda lentamente…
  2. A continuación, el profesor, como anfitrión de la conferencia en Zoom, agrupará a los estudiantes en salas secundarias para que comiencen a preparar su proyecto colaborativo. Se les presentará con una serie de deportes o actividades – ejercicio de fuerza, baile, pilates… –, y cada grupo deberá seleccionar una y preparar su propia sesión de clase en línea en la que guiarán al resto de alumnos como si de un entrenamiento en el gimnasio se tratase. Los estudiantes tendrán tiempo para trabajar durante la sesión de clase, pero deberán completar su proyecto de manera autónoma, para lo que las clases en línea y las redes sociales serán también una gran ventaja, permitiendo que los estudiantes conecten entre ellos de manera remota. Para completar su proyecto deberán investigar y explorar distintos entrenamientos de la actividad que hayan elegido – una vez más, recursos como Instagram o Youtube serán grandes fuentes de información, con el añadido de que probablemente estén expuestos a más material en inglés por lo que deberán poner en práctica sus conocimientos lingüísticos del español para poder transmitir el mensaje a sus compañeros. Tras la investigación previa, diseñarán su propio entrenamiento de 10-15 minutos en los que, como previamente hizo el profesor, actuarán como maestros y darán instrucciones para que el resto de compañeros realicen los movimientos descritos. Deberán, además, presentar por escrito los resultados de su proyecto: qué actividad van a realizar, en qué consistirá el entrenamiento, así como un guion de la sesión que van a realizar en la que pongan en uso los contenidos lingüísticos objeto de estudio durante esta parte del temario y una lista de vocabulario, verbos o expresiones relevantes para dicha sesión.
  3. Por último, y lo que probablemente podría propiciar un mayor cambio en los hábitos de los estudiantes, se introduciría una competición individual semanal – sería interesante que formase parte de una gamificación extendida a lo largo del curso, tratándose de un nivel dentro de esta. El docente propondrá una serie de metas que los estudiantes deben cumplir a lo largo de dicha semana: alcanzar 10.000 pasos diarios, realizar ejercicio al menos 3 días, etc. Los estudiantes deberán recoger en un diario, que deberán presentar al final del proyecto como parte de la evaluación, tanto la actividad que realicen – probablemente valiéndose a su vez de apps que les ayuden a grabar sus resultados –, como los contenidos lingüísticos relacionados con esa actividad que vayan aprendiendo (léxico, verbos y expresiones, etc.). Al final de la semana, el alumno que haya obtenido mejores resultados en la actividad escogida por el profesor (por ejemplo, realizando 15.000 pasos diarios sobre la meta de los 10.000), obtendrá una medalla que, dentro del proyecto de gamificación que se esté realizando supondría un avance en la escala de puntuación de la clase, o en caso de no estarse llevando a cabo una gamificación, podría ser intercambiada por un premio específico designado para este proyecto. Esta competición se podría prolongar en el curso cambiando las metas a conseguir cada semana, de modo que los estudiantes continuarían llevando a cabo cierta actividad física, a la vez que la competición les proporcionaría la motivación necesaria para completar las tareas.

 

Referencias

Instituto Cervantes (1994). Plan curricular del Instituto Cervantes. Madrid, Instituto Cervantes.

Schmidt-Kassow, M., Kulka, A. Gunter, T., Rothermich, K. y Kotz, S. (2010). Exercising during learning improves vocabulary acquisition: Behavioral and ERP evidence. Neuroscience letters(482), 40-44. doi: 10.1016/j.neulet.2010.06.089.

20
“¿Te ha parecido interesante este artículo? ¡Dale a me gusta!