La infancia es ese periodo que ocurre desde el nacimiento hasta que el pequeño llega a la madurez. Es una etapa maravillosa llena de cambios en la que el niño pasa por diferentes fases. Se trata, por tanto, de un periodo de evolución en el que se dan ciertos cambios en muchos factores que hay que tener en cuenta para que se de un correcto desarrollo. Uno de estos factores es el apego infantil.

¿Qué es el apego?

El apego infantil se trata de ese vínculo emocional, conductual y afectivo que une al niño, desde su nacimiento, con uno o varios de sus cuidadores, con el que se siente seguro y protegido.

¡Y qué importante es!

El apego infantil es esencial en el desarrollo de una persona por numerosos motivos:

• - Se trata de una necesidad como cualquier otra. Las relaciones de los humanos con los demás es algo indispensable en la vida de estos, y con los vínculos que creamos pasa lo mismo.
• - El apego que creemos va a determinar el comportamiento y desarrollo.
• - Aporta confianza, autoestima y seguridad en el individuo.
• - Una correcta dependencia de las figuras de apego conduce a una independencia y autonomía en el futuro.

Además, algunas de las funciones que tiene son las siguientes:

• - Ofrece y regula una estimulación de calidad necesaria para el desarrollo del niño.
• - Permite que se de el sentimiento de seguridad provocando bienestar y apoyo emocional.
• - Como hemos comentado, se da un sentimiento de seguridad, que va a ser el que permita la exploración del mundo y de las diferentes relaciones, apareciendo en consecuencia el aprendizaje.
• - Si se da un adecuado apego se fomentará la salud tanto física como mental.

¿Cómo comienza a formarse?

El vínculo del apego infantil se va creando poco a poco, conforme se van satisfaciendo las necesidades del bebé, pasando el mismo por diferentes etapas conforme se va avanzando en el tiempo.

Desde un principio los bebés se interesan por sus figuras de apego, sobre las cuales puede observar que le ofrecen cuidado y atención empezando así a unirles de una forma especial. Con el tiempo, es capaz de reconocerles e identificarles como aquellas personas que le proporcionan bienestar, comenzando a responderles de distinta forma. De esta manera, con el paso del tiempo, la relación va avanzando hasta finalmente, consolidarse.

Te ofrecemos el siguiente artículo en apego en la infancia por si deseas conocer como continúa evolucionando el mismo. 

¿Sabías que existen distintos tipos de apego?

La teoría de John Bowlby, basada en trabajos psicoanalíticos, concluye con que la forma en la que se dé el vínculo de esa interacción, tendrá un importantísimo papel en el comportamiento y desarrollo posterior.

Aunque si desea conocer más información de la temática desde el ámbito de la psicología, la importancia de la atención temprana o algunos aspectos esenciales a conocer en la infancia puede matricularse en alguno de nuestros cursos en Psicología Infantil y Atención Temprana, Técnicas de Relajación Infantil  o Didáctica de la educación Infantil. 

Entre los estilos de apego según Bowlby, podríamos diferenciar:

1) Apego seguro: es el más ideal, ya que consigue que el sujeto sea independiente en su adultez continuando con sus vínculos afectivos. Se da cuando el bebé siente la incondicionalidad y se encuentra seguro con sus cuidadores, sin presentar ningún miedo por el abandono. Por tanto, en el mismo, el cuidador proporciona cariño, protección, seguridad y cuidado, lo que hace que el bebé se sienta querido, aceptado y valorado.

En el polo opuesto diríamos que se produce el siguiente:

2) Apego desorganizado: se debe a un comportamiento negligente por parte de los cuidadores, que provoca en el niño conductas inadecuadas o contradictorias al sentir desconfianza, o incluso en algunas ocasiones, miedo. Los niños suelen presentar reacciones impulsivas, mala gestión de emociones y dificultades para entenderse con sus cuidadores. En un futuro estas personas suelen rechazar las relaciones o encontrarse constantemente ante relaciones conflictivas.

Entre medias de ambos extremos hablaríamos de la existencia de los siguientes:

3) Apego ansioso y ambivalente: en este los cuidadores no son constantes en las conductas de seguridad y cuidado, lo que genera en el niño desconfianza e inseguridad. Por ello, ante la separación, el bebé suele presentar miedo o angustia teniendo dificultad para calmarse. 

4) Apego evitativo: estos niños suelen presentar un sentimiento de sufrimiento al haber aceptado que sus cuidadores no van a estar.  Las conductas de sus cuidadores no le han generado ninguna seguridad lo que hace que estos niños no tengan ningún tipo de preocupación ante la separación evitando así, el contacto con los mismos. Suelen crecer con una baja autoestima y alto grado de estrés.

Es entonces, y tras concluir con la explicación de los diversos tipos de apego, cuando podríamos indicar que el más relevante es el apego seguro.

¿Porqué es importante un apego seguro?

Como hemos visto, el tipo de apego y la calidad del mismo, influirá en la mentalidad del adulto, el tipo de relaciones que tenga con el resto, sus comportamientos, miedos o gestión de emociones.

Por ello, si la relación del bebé con sus cuidadores es adecuada, se desarrollará un concepto positivo que generará sentimientos de seguridad, tranquilidad, confianza y, en consecuencia, bienestar.

De aquí la enorme importancia de prestar especial atención a las relaciones y creación de vínculos fuertes y sanos desde el primer momento de vida.