¿Es posible aprender hoy sin tecnología? ¿Cuántos de vosotros/as os habéis planteado esta cuestión? Cuando nos referimos a tecnología, hoy en día tenemos muy presente el concepto de las TIC: Tecnologías de Información y la Comunicación, entendida según la Ley Especial Contra Delitos Informáticos (2001) como una

• Rama de la tecnología que se dedica al estudio, aplicación y procesamiento de datos, lo cual involucra la obtención, creación, almacenamiento, administración, modificación, manejo, movimiento, control, visualización, distribución, intercambio, transmisión o recepción de información de forma automática, así como el desarrollo y uso de “hardware”, “firmware”, software”, cualquiera de sus componentes y todos los procedimientos asociados con el procesamiento de datos.

De forma más breve podemos decir que hacen referencia al tratamiento de información a través de diversos dispositivos electrónicos, aplicaciones informáticas… para convertirla, almacenarla, administrarla y/o transmitirla.

Teniendo en cuenta lo anterior, considero que hoy en día no es posible aprender sin tecnología ya que está presente en nuestro día a día y sería muy difícil desprendernos de ella.  Quiero hacer especial hincapié en el aprendizaje/ámbito informal, que creo que es en donde la tecnología está mucho más presente en cuanto a su utilización se refiere, ya que, personalmente, y al igual que muchas otras personas crecí aprendiendo con juegos educativos en el ordenador que fomentaban mi interés y motivación por aprender. Con esto quiero resaltar el hecho de que hoy muchos niños, niñas, jóvenes crecen en entornos altamente mediados por la tecnología, sobre todo la audiovisual y la digital; teniendo en cuenta también que su escenario de socialización hoy en día es muy diferente al que experimentaban sus padres, madres o incluso educadores (Sancho Gil, 2006), puesto que la tecnología en éstos no estaba tan presente como lo está en las personas actualmente que ya nacen prácticamente abrazados a ella; y es por esta razón por la cual aprender sin tecnología es algo prácticamente inconcebible. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta el uso que hacemos de ella y por tanto tener presente el concepto de competencia digital, que de forma general podemos decir que se refiere al conjunto de habilidades y conocimientos que posee una persona para emplear de forma segura y eficiente las TIC. Por ello se hace especialmente importante que, desde edades tempranas se forme al alumnado en competencia digital, lo que conlleva también a docentes formados en este aspecto.

En el ámbito formal, en especial en el de la escuela; coincido con las palabras de Sancho (2006) que advierte de la importancia de “educar al alumnado para la sociedad del conocimiento, con el fin de que pueda pensar de forma crítica y autónoma, sepa resolver problemas, comunicarse con facilidad, (…) y utilizar intensiva y extensivamente las TIC” (p.23). Pero para concebir este tipo de educación se haría necesario un profesorado convenientemente formado en TICs, con gran autonomía y criterio profesional; así como escuelas con buenos equipamientos, “currículos actualizados, flexibles y capaces de conectar con las necesidades del alumnado” (Sancho, 2006). Sin embargo, creo que esto es algo bastante complicado de conseguir sobre todo si se sigue poniendo énfasis a los resultados que ofrece el alumno en diversas pruebas y no en el propio proceso y contexto de enseñanza.

En este punto, se me plantea otra cuestión: ¿Se ha modificado la forma que aprendemos por la tecnología? Para esclarecer esta cuestión, cobra especial relevancia introducir un concepto que amplía el modo de entender el aprendizaje con tecnología y que conlleva una modificación a la hora de aprender con la misma, y que cualquier persona que acceda a ella debe tener presente para mejorar: los Entornos Personales de Aprendizaje (EPA), un concepto que ha visto multiplicado sus posibilidades gracias a las nuevas tecnologías y el acceso a Internet. Así pues, entendemos por Entorno Personal de Aprendizaje como “un producto de la confluencia de diversos factores, entre ellos la generalización del uso de herramientas y servicios de la Web 2.0 en todos los niveles educativos y modalidades” o “como una idea pedagógica, como una práctica de las personas para aprender valiéndose de la Tecnología” (Adell y Castañeda, 2010). Coincido, además, con las palabras de Adell y Castañeda (2010), en que los EPA “van mucho más allá de la tecnología y suponen cambios profundos en nuestras prácticas educativas habituales, personales y colectivas”, ya que esta forma de aprendizaje a través de diversas herramientas que ofrece internet, el proceso de aprendizaje es mucho más enriquecedor y suponen para las personas una mayor motivación para aprender; y supone un avance en la forma de aprender ya que antiguamente nuestros entornos personales de aprendizaje estaban integrados únicamente por lo que leíamos en libros y otras publicaciones, que sigue siendo así, pero ampliándolo a las diversas posibilidades que ofrece la web que enriquecen nuestro conocimiento y por tanto nuestro aprendizaje.

En definitiva, aprender sin tecnología hoy sería muy difícil teniendo en cuenta que vivimos rodeados de ella, aunque debemos tener en cuenta como concebimos ese aprendizaje entrando aquí el concepto de competencia digital, en ocasiones anteriores mencionado. Y en relación con este concepto explicado en la entrada anterior, considero que sólo cuando ésta se desarrolle de forma plena en las personas más eficaz y provechoso será aprender con tecnología. Además, considero que en cierta manera se ha modificado la forma en la que aprendemos por tecnología; y teniendo en cuenta lo anteriormente comentado, juega un papel importante los Entornos Personales de Aprendizaje, que se ven incrementados gracias a la existencia de diversas herramientas en la web que favorecen aún más el aprendizaje de las personas; y me parece una forma esencial para aprovechar en el ámbito educativo el uso de las TICs tan presente hoy en día.

Referencias

Adell, J. Y Castañada, L. (2010). Los entornos personales de aprendizaje (PLE) una nueva era de entender el aprendizaje

Sancho, J. (2006). De tecnologías de la información y la comunicación a recursos educativos. En Juana Sancho (coord.) Tecnologías para transformar la educación. Madrid. Akal