El arte es una asignatura optativa de nuestro currículum escolar, en diversos centros escolares está comenzando a ser utilizada como una herramienta necesaria para aprender conocimientos de otras materias como por ejemplo de matemáticas, ciencias naturales, etc. El arte tiene diferentes beneficios para el desarrollo del alumnado, ya que les ayuda a desarrollar la creatividad, a observar su entorno, les ayuda a ver la realidad desde otro punto de vista, rompiendo con ello estereotipos sociales. Fomenta el aprendizaje a través de la experimentación utilizando nuevas técnicas y herramientas. Estimula la atención y mejora la concentración, así como estimula ambas partes del cerebro. Además de ser un medio por el que pueden expresar sus emociones, sus miedos y sus deseos.
El arte posee elementos curativos, por ello se desarrollo la disciplina de arte terapia la cual está teniendo una gran acogida tanto dentro de la educación formal como fuera de ella. Como explica Romero, (2004) existe un creciente interés y se observa una mayor divulgación sobre esta disciplina a través de los medios de comunicación, exponiendo y dando a conocer las virtudes del arte tanto para mejorar la calidad de vida de un paciente, como para enfrentarse a una enfermedad, controlar el estrés, llegar a servir como medio de ayuda y expresividad para niños con conflictos o con necesidades educativas especiales, o tan solo para obtener un conocimiento más profundo de uno mismo.
Todo ello explica lo positivo que es el arte para el desarrollo integral del alumnado. Una corriente que se desarrolló en las décadas de los 60 y 70 en Estados Unidos llamada “Land Art” se está implantando en diversos centros educativos, ya que con el podemos trabajar el respeto por el medio ambiente, la ecología, etc. Ya que es conocido como arte de la tierra, se trata de un movimiento de arte conceptual y consiste en trabajar directamente con la naturaleza, el lienzo es el paisaje.
Además unido a modelos pedagógicos innovadores, como es el caso del Aprendizaje Basado en Servicio, permite también transformar y mejorar el entorno en el que viven, ya que la obra pasaría a cubrir una necesidad social.
Artistas como Richard Long Robert Smithson, Denisse Openheim o Michael Heizer fueron pioneros de esta corriente artística, sus obras interactúan con el medio ambiente transformando el paisaje con fines estéticos y con el objetivo de producir emociones en el espectador. Pero el artista alemán Hannsjörg Voth es un buen ejemplo de cómo además de provocar una emoción debemos buscar que la obra tenga una utilidad para la comunidad. Realizó diferentes obras en el desierto que además de ser obras maravillosas tienen un fin y una utilidad para los nómadas que habitan esas tierras.
En la primera imagen podemos apreciar una gran escalera que ayuda a las personas que habitan esa zona a saber dónde se encuentran sus animales, si se aproximan tormentas, etc. En la segunda imagen encontramos una obra de dimensiones perfectas, pero que además alberga en su centro un pozo al que pueden acudir para sacar agua.
Para comenzar una actividad o proyecto que contemple esta corriente artística es aconsejable que comencemos en nuestro propio centro escolar, con pequeñas actividades hasta que el alumnado comprenda realmente su valor. Podemos empezar ofreciendo unas ideas divertidas para explorar el Land Art, como puede ser:
- Realizar figuras con hojas y decorar con ellas el patio y el jardín.
- Elaborar dibujos con piedras, con piñas, flores… en el jardín.
- Crear un huerto y que ellos/as sean quienes realicen su diseño.
En diferentes centros educativos ya están realizando con los peques obras de arte en la naturaleza que pueden servir a modo de ejemplo, si deseas más información sobre ello haz clic en la imagen.
En definitiva, este estilo artístico nos da la posibilidad como educadores de poder ofrecer al alumnado una herramienta con la que expresarse, pero además les muestra la utilidad del arte en nuestra vida, que este no es algo ajeno a ellos/as y que solo se pueda disfrutar en museos.
