El aprendizaje centrado en el alumno (Vygotskij, 1962; Piaget, 1954; Rogers, 1951) conlleva la utilización de diferentes formas lectivas como el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje basado en problemas…, los cuales se fundamentan en una concepción pedagógica individualizada, interactiva y comunicativa donde es relevante el componente cognitivo. Este es el camino para poder distanciarse de la didáctica tradicional y proponer un método centrado en el estudiante.

El aprendizaje centrado en el alumno hunde sus raíces en el modelo pedagógico constructivista mediante el cual un sujeto se construye a partir de una realidad objetiva, para ello, lo ideal es proponer una didáctica activa en la cual el sujeto se forje a sí mismo con los instrumentos que la cultura le proporciona. Se trata de proponer una didáctica en la cual los conocimientos tengan sentido para el aprendiz, quien los asimila a las estructuras significativas que ya posee mediante la construcción y percepción de vínculos. Para facilitar este proceso, el material didáctico debe tener sentido en sí mismo, por su propia estructura lógica, y también debe contener puntos desde los cuales se puedan establecer relaciones con las ideas generales que el estudiante ya posee. En síntesis, la didáctica centrada en el alumno, se fundamenta en el aprendizaje activo y consiste en todos aquellos pasos que utilizan los alumnos para hacer más sencilla la recuperación, almacenamiento, uso y obtención de información para aprender un nuevo conocimiento (Álvarez Herrero, 2018, p. 15).

Las nuevas tecnologías, por su parte, facilitan este proceso de aprendizaje centrado en el estudiante. En general, son innumerables las ventajas de la utilización de las nuevas tecnologías en la clase: producen una nueva forma de aprender y construir conocimiento, cambian la forma de concebir la educación, ayudan a generar habilidades de orden superior; pero el cambio más significativo es que promueven, precisamente, una pedagogía más centrada en el estudiante (Silva, 2016, p. 108). Nuestros alumnos conviven con la tecnología de forma casi natural, por ello, en nuestras clases no deben faltar las nuevas herramientas que encontramos a nuestra disposición en la Red. Es así como se consigue un aprendizaje centrado en el discente, pues si este puede utilizar esas tecnologías que forman parte de su rutina diaria, de su entretenimiento, de sus aficiones y que utiliza diariamente para relacionarse con sus coetáneos, podrá aportar más a su propio aprendizaje. Concretamente, las nuevas plataformas didácticas interactivas como Wooclap, herederas de Moodle, representan una herramienta que facilita la creación de actividades de aprendizaje colaborativo para nuestras clases.

Siguiendo la teoría constructivista (Vygotskij, Piaget) podemos decir que con Wooclap el docente funciona como agente mediador y es el responsable de ir construyendo procesos cognitivos que proporcionan seguridad al discente; del mismo modo, permite que los estudiantes se apropien del conocimiento y lo transfieran a su propio entorno. En la práctica, nuestra propuesta ha consistido en la elaboración de una serie de ejercicios para fomentar la competencia intercultural en alumnos de ELE, más concretamente, hemos trabajado con alumnos que están aprendiendo español en Roma. Durante la actividad, se les ha propuesto ejercicios en los que debían etiquetar imágenes de zonas concretas, seguidamente, debían encontrar en un mapa la zona a la que hacían referencia las fotos propuestas. Después de una serie de ejercicios de ampliación que les permitían conocer mejor la zona presentada, los alumnos tenían que definir las características de esa zona mediante una nube de palabras; acto seguido, tenían que encontrar semejanzas culturales entre esa zona y su propio entorno, así, mediante la elaboración de puentes culturales, el alumno tenía que apropiarse de ese conocimiento nuevo para transferirlo a su entorno. Esta plataforma, del mismo modo, fomenta el aprendizaje colaborativo, otro de los postulados constructivistas, permitiendo que los estudiantes trabajen juntos durante la clase, ayudándose unos a otros, en la búsqueda de los objetivos de aprendizaje y actividades para la solución de problemas.

Los resultados han sido muy satisfactorios y gracias a la plataforma hemos conseguido mejorar el aprendizaje colaborativo desarrollando la solidaridad entre el alumnado, una actitud positiva y habilidades sociales para relacionarse con los miembros del grupo; hemos favorecido el aprendizaje significativo proponiendo actividades interesantes para los alumnos; hemos fomentado la reflexión y maduración del conocimiento en el alumno y aumentado su rendimiento académico; por último, hemos conseguido fomentar la autonomía en el aprendizaje. Mas en concreto, nos interesaba que el alumno, mediante la elaboración de puentes culturales, se apropiara de ese conocimiento nuevo para transferirlo a su entorno, una operación cognitiva interesante facilitada por el uso de la plataforma.

A modo de conclusión, podemos decir que estas plataformas seguirán su camino hacia la perfección, no hay duda de ello, la tecnología es así; y todos estos avances tecnológicos que ya repercuten en nuestra didáctica, lo seguirán haciendo de forma inexorable. Y, a ser sinceros, si para que mis clases sean más cooperativas, interactivas y constructivas, necesito una simple conexión a internet y una plataforma en línea, pues, francamente, ¡yo me apunto!

BIBLIOGRAFÍA

Álvarez Herrero, J.F. (2018). El aprendizaje basado en proyectos (ABP). Informe ODITE sobre Tendencias Educativas 2018. Didactalia, 14-19

Piaget J. (1954). The Construction of Reality in the Child. Basic Books

Rogers, C. R. (1951). Client- Centered Therapy: Students Current Practice, Implication and Theory. Houghton Mifflin

Silva, J. (2016). Metodologías centradas en el alumno: la llave para innovar con TIC en Educación Superior. Revista Gestión de la innovación en educación superior. Journal of Innovation Management in Higher Education, 97-122

Villalobos Pérez, A.; Méndez Estrada, V.H.; D’Alton Kilby, C.Cartín Quesada, J. y Piedra García, L.Á. (2008). Los modelos pedagógicos centrados en el estudiante: apuntes sobre los procesos de aprendizaje y enseñanza. UNED

Vygotskij L.S. (1962). Thought and Language. MIT Press