La obesidad infantil es un problema muy común hoy día en los países desarrollados. España en concreto es el segundo país europeo con un mayor porcentaje de obesidad infantil, en concreto, un 41,3% de los niños tiene exceso de peso. Es un problema que preocupa tanto a los padres como a la comunidad educativa, el cual es urgente ponerle remedio porque puede desarrollar en los niños graves problemas de salud.
A los niños con edades comprendidas entre 6 y 12 años con sobrepeso u obesidad hay que enseñarles pautas de alimentación sana y fomentar el ejercicio físico ya que si no sufrirán graves problemas de salid como diabetes, colesterol alto o apnea del sueño algo que se irá agravando conforme se vayan convirtiendo en adultos, reduciendo así su esperanza de vida en hasta diez años.
La obesidad infantil además de repercutir en su estado de salud también causa problemas en su autoestima, ya que pueden recibir burlas o insultos en la escuela lo que les puede llevar a un estado de ansiedad al que no se deberían enfrentar a esa edad.
En muchas ocasiones se ha hablado de aumentar las horas lectivas de Educación Física en las aulas, aunque eso en la actualidad es competencia de cada comunidad. Desde el gobierno se estipulan las horas mínimas que deben tener cada una de las asignaturas, pero las comunidades luego son las que determinan cuantas horas totales a la semana se dedicarán a las distintas asignaturas. Así los alumnos de Canarias y Castilla-La Mancha son los que más horas dedican en Educación Primaria a esta asignatura, tres en total en cada uno de los cursos.
Es importante que desde la escuela se fomente la educación física y la actividad deportiva, pero esto no es suficiente para erradicar el problema de la obesidad infantil. Las intervenciones escolares han de ser mantenidas en el tiempo, a lo largo de todos los cursos escolares y con la colaboración de las familias.
Y es que para eliminar la obesidad infantil es necesario cambiar los hábitos de vida de los más pequeños pero esto no es posible si su familia no lo hace, por lo que es recomendable que no hagamos un menú especial para el niño sino que todos comiencen a comer de una manera más sana y saludable y poder evitar cualquier alimento que lleve a disputa. Con el ritmo de vida alto que llevamos hoy día es difícil no caer en la tentación de la comida rápida o de los alimentos precocinados ya que es mucho más cómodo pero no por ello saludable, por lo que se debe fomentar comer verdura y fruta fresca y alimentos que no sean siempre congelados. Con respecto al ejercicio físico podemos hacer deporte o jugar con ellos en familia al aire libre o apuntarlo a alguna actividad extraescolar que sea de su interés y que llame su atención.
Combatir la obesidad infantil no es algo sencillo, es necesaria la intervención de los comedores escolares, de los centros escolares por medio de una educación pro saludable y la implicación de las familias para que realmente sea efectivo el programa que se lleve a cabo.
Vida no hay más que una y el cuerpo es el que nos acompaña desde el principio hasta el final de nuestra vida por lo que debemos implicar a nuestros hijos en una vida saludable y así erradicar un problema que día a día se hace más notorio en nuestra sociedad: la obesidad infantil.
