Hoy en día los niños reciben más regalos de Navidad de los que necesitan. Muchos padres tienden a comprarles todos los caprichos que piden sus hijos, sin embargo, los especialistas en educación advierten que este comportamiento tiene consecuencias negativas en el desarrollo emocional del niño. Como consecuencia, esto provoca en los niños que resten importancia a valores como la generosidad, el esfuerzo y la austeridad.
Los padres suelen regalar una media de 8 regalos por niño suponiendo un exceso y esto se debe muchas veces porque los padres se sienten culpables por no dedicarles a sus hijos más tiempo debido a su trabajo y quieren compensar al niño con regalos. Los regalos pasan a ser una competición en la que valoran el número de regalos que han recibido sin tener en cuenta la calidad o propiedades de cada regalo. Esto provoca que el niño se vuelva inmaduro, caprichoso, avaricioso e insaciable, y en el futuro puede dar lugar a que se  conviertan en adultos insatisfechos. A este comportamiento se le llama el síndrome del niño hiperregalado.

La regla de los cuatro regalos de Navidad
Padres y madres deben enseñar a los niños a aceptar y valorar lo que tienen. El exceso de regalos anula la fantasía y la imaginación y puede generar aburrimiento. A la hora de comprar los regalos, es necesario basarse en la regla de los cuatro regalos que establece los siguientes principios:
•    Regalar algo que le haga ilusión al niño: es importante preguntar al niño qué regalos le haría realmente ilusión. Es posible que tengan una lista de regalos inmensa, pero deben escoger uno.
•    Regalar algo que pueda usar: se debe regalar algo que sepas que el niño va a darle uso. Muchos niños se olvidan del regalo nada más abrirlo porque no era lo que esperaban o porque lo pidieron por capricho impulsados por la publicidad de la televisión.
•    Regalar algo para leer. Es de gran relevancia regalar un libro al niño para impulsar su interés hacia la lectura. La lectura genera desarrollar la imaginación del niño, aumenta la memoria, reduce estrés, estimula al cerebro y aumenta su aprendizaje.
•    Regalar algo que de verdad necesite: como una mochila por ejemplo.