Uno de los objetivos que tenemos como docentes, es educar a los ciudadanos del mañana. Esos ciudadanos del mañana queremos que sean activos dentro de su sociedad, siendo conscientes de los problemas que existen y que contribuyan a un mundo mejor.

John Dewey ya destacaba en su pedagogía la importancia del factor social de la educación. Tanto que afirmaba que la escuela era como una sociedad en miniatura. Dicho de otro modo, la escuela es un reflejo de la sociedad en la que viven.

Para que sean miembros activos de la sociedad, tenemos grandes labores que hacer como docentes. Tenemos que enseñarles qué problemas existen en nuestra sociedad, qué necesidades se derivan de esos problemas y cómo actuar como consecuencia a esas necesidades para darles respuesta. Y ahora la pregunta del millón ¿Cómo lo hacemos? Existen variedad de formas de educar la conciencia social en nuestro alumnado, pero hoy estamos aquí para hablar del aprendizaje servicio.

El aprendizaje servicio es una metodología que une el desarrollo de la conciencia social y el aprendizaje, es decir, el alumnado aprende haciendo un servicio a la comunidad con el fin de mejorar su entorno (Puig, 2009).

En la metodología del aprendizaje servicio no solamente están implicados docentes y alumnado, es una metodología que hace partícipe a todo el entorno cercano. Con lo cual, a través de este, la escuela se abre a la comunidad.

Cualquier práctica educativa no es aprendizaje servicio. Es importante que tanto el aprendizaje como el servicio vayan de la mano.

Pongámonos en el contexto de una clase de 5º de Primaria. Estamos trabajando el problema medioambiental de la contaminación y la importancia de reciclar. Podemos ponerles un vídeo para concienciar e introducirlos en la temática, a continuación, preguntarles qué hacen en sus casas, si reciclan o no y cuál es su opinión al respecto con actitud crítica. Después podemos explicarles cómo reciclar y cómo separar los residuos. Ya tenemos la parte de aprendizaje.

Después podemos llevar a nuestro alumnado a dar un paseo por un entorno natural cerca del colegio. Allí vamos a recoger basura que nos encontremos tirada por el suelo. Después vamos a separar por vidrio, papel y plástico. Una vez que tenemos los residuos separados, vamos a llevarlo a una planta de reciclaje cercana. En esta planta, el personal que trabaja allí les hará un recorrido por la planta, explicándoles cómo funciona el proceso de reciclaje. Ya tenemos la parte de servicio. Y, por último, hacemos que nos expresen cómo han vivido la experiencia y qué ha significado para ellos.

A continuación, vamos a profundizar en las características de esta metodología tomando como ejemplo la práctica anterior.

1. El aprendizaje servicio contribuye a formar ciudadanos conscientes capaces de mejorar la sociedad en la que viven. Han mejorado el entorno donde viven al recoger los residuos encontrados por el suelo y llevándolos a una planta de reciclaje. Además, han aprendido sobre los problemas de contaminación que ocasionan estos residuos y cómo se recicla. Conocimientos que pondrán en práctica de aquí en adelante.

2. Fomenta el desarrollo de valores. El alumnado se ha concienciado a cerca del respeto a la naturaleza y la no contaminación, desarrollando, así, su conciencia ecológica.

3. El alumnado aprende, a su vez, contenidos del currículum. Es importante este punto, pues, si no se vincula con contenidos del currículum no es aprendizaje servicio, sino una labor comunitaria. (Guerra Treviño, 2019). Continuando con nuestro ejemplo, si solo nos llevamos al alumnado a la naturaleza directamente sin haber hecho todo el trabajo anterior, el alumnado solo está haciendo lo que le pedimos que haga sin ser conscientes realmente de por qué lo están haciendo.

4. Niños y niñas están activos en su propio aprendizaje.  Aprenden de forma experiencial, haciendo posible aplicar sus conocimientos (problema de contaminación e importancia de reciclar) y desarrollando así competencias (separación de residuos y reciclaje).

5. Desarrolla todos los ámbitos del desarrollo: cognitivo, afectivo, motor y social.

6. El alumnado está motivado. Es protagonista de su aprendizaje desde el minuto uno y está implicado en la experiencia. Su labor es importante para cambiar la sociedad en la que viven. Les estamos dando un para qué, un propósito. Por lo tanto, despertamos su motivación.

Además del ejemplo propuesto sobre naturaleza y medioambiente, dentro del aprendizaje servicio, podemos realizar variedad de experiencias, como son las relacionadas con, la salud, el arte y patrimonio, solidaridad con las personas mayores, fomento de la lectura, etc. Además, esta metodología se puede llevar a cabo en todas las etapas educativas, desde infantil, hasta la universidad.

En la página web de la Red Española de Aprendizaje Servicio, se pueden encontrar testimonios y experiencias de aprendizaje servicio llevadas a cabo, donde son los propios ayuntamientos quienes empiezan a crear las iniciativas en sus municipios.

El aprendizaje servicio es una metodología no muy conocida en la actualidad y por ello vemos conveniente darle visibilidad. Hay centros educativos que ya están implementando experiencias de aprendizaje servicio en sus proyectos educativos, aunque aun queda bastante por hacer. ¿Te animas?

Referencias

Guerra Treviño, E. P. (SI de abril de 2019). ¿Qué es el aprendizaje servicio? Observatorio. (https://observatorio.tec.mx/edu-bits-blog/que-es-el-aprendizaje-servicio)

Puig, J.M. (2009). Aprendizaje servicio (ApS): educación y compromiso cívico. Barcelona: Graó.

Red Española de Aprendizaje Servicio. (s.f.) (https://www.aprendizajeservicio.net/)