¿Por qué se asocia al autismo con conductas agresivas?
No existen pruebas concluyentes que muestren que la agresión sea un signo del Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). En concreto, la agresión suele indicar frustración por la falta de comunicación y de compresión. Las personas con TEA sienten la misma gama de emociones que todos los demás. Sin duda, la intensidad, frecuencia y gravedad de las conductas son diferentes entre personas y escenarios, y pueden cambiar con el paso del tiempo.
Además, el comportamiento agresivo y las rabietas en las personas con TEA suelen ser un método no verbal de comunicación a través del cual expresan que algo no está bien en su entorno actual. Por otro lado, algunas respuestas conductuales son simplemente reflejos.
De manera frecuente, muchas personas con TEA tienen altos niveles de ansiedad debido a la falta de predictibilidad en su día a día y es probable que no sepan lidiar con ello.
En definitiva, las dificultades en la comprensión y la predicción de las intenciones de los demás, así como en el reconocimiento y expresión de sus propias emociones, pueden incrementar estos sentimientos de ira y frustración. En ciertos momentos, puede parecer que ese enfado no tenga ninguna causa, pero siempre suele haber uno o más factores que lo desencadenan.
Otro aspecto para destacar es que los niños con TEA presentan dificultades para entender y comunicar sus sentimientos y emociones, lo que los lleva a expresarse a través del comportamiento o ciertas conductas. Además, las personas con TEA pueden presentar una frustración incrementada al no tener tantas herramientas comunicativas y no poder ser comprendidos, es decir, pueden no estar recibiendo la respuesta esperada a lo que están tratando de comunicar.
En ciertas ocasiones, existen personas con TEA que cuando se encuentran estresadas y ansiosas, se bloquean y esto tiene influencia en su capacidad para entender la información que les ofrecen, así como en su capacidad para expresarse, esto puede dar lugar al uso de medios alternativos de comunicación como pueden ser conductas disruptivas.
¿Cómo se pueden reducir las conductas agresivas de una persona con TEA?
Sin duda es fundamental contar con información clara, precisa y actualizada sobre el estilo de comunicación que presenta una persona con TEA.
También es importante tener información sobre cómo podría comunicarse cuando la persona se encuentra estresada, ansiosa o frustrada y cómo responder de forma correcta en ese momento.
Es importante tener en cuenta que los factores que dan lugar a la ira son específicos y únicos para cada persona. La opción para llegar a comprender estos factores es conocer bien al niño/a o adolescente a través de la observación y el registro exhaustivo de su conducta.
Lo primero que se debe hacer es encontrar el origen de la agresión. En concreto, hay que determinar si se trata de algo en su entorno de aprendizaje, ya que se pueden realizar ciertas adaptaciones y modificaciones con el fin de que su entorno sea más agradable.
Por todo ello, saber qué es lo que desencadena la conducta y emplear métodos de prevención para evitar la misma podría ayudar a reducir los problemas de comportamiento.
Resulta preciso destacar que una buena coordinación e integración de toda la información obtenida, facilita la comprensión sobre lo que puede estar aconteciéndose y da lugar al desarrollo de estrategias para gestionar ese comportamiento.
En el artículo titulado “Programas para alumnado con TEA” se puede obtener más información sobre distintos programas que se pueden poner en práctica con este alumnado.
En concreto, ¿qué herramientas y estrategias se pueden emplear?
- Formación y entrenamiento en relación con la conciencia corporal y la educación sexual, con el fin de que puedan comprenderla. En ciertos casos debido a la falta de conocimiento sobre los límites sociales podrían cometer faltas o delitos sexuales ya que ignoran qué es aceptable o apropiado y qué no. Y es que existen comportamientos que a ciertas edades pueden ser aceptados, pero a otras resultan inapropiados.
- Enseñarle técnicas de relajación o ayudarle a comprender las cosas ayudarán a que se calme. Por ejemplo:
1. Hay personas con TEA que necesitan sentir presión física para relajarse.
2. Algunas personas con TEA prefieren el uso de técnicas de respiración profunda.
3. A otros les alivia el estrés el balancín o el movimiento rítmico.
4. Otras pueden disfrutar de un tiempo limitado jugando con el ordenador o en internet.
En definitiva, las maneras de liberar el estrés, la ansiedad y la ira serán diferentes para cada individuo. Al igual que con el aprendizaje y la comprensión de los factores desencadenantes, el aprendizaje de las técnicas de relajación deberá ser estudiado y aplicarse de forma individual adaptándose a sus necesidades.
A modo de conclusión, es preciso destacar que no existe una solución única para reducir las conductas agresivas porque cada persona es única. En concreto, el TEA tiene un alto índice de comorbilidad, lo que significa que es muy común tener otras condiciones médicas que pueden tener repercusión en la opción de tratamiento a emplear.
Si deseas obtener más información sobre el TEA te ofrecemos los siguientes cursos:
