La visión de la vida sexual del ser humano es considerada como algo flexible, cambiante y en permanente proceso de transformación, además la sexualidad no se lleva a cabo en una única etapa de la vida ni tiene una única función, sino que cada etapa de nuestra vida tiene sus peculiaridades y la sexualidad no es ajena a esta realidad. Por ello, una visión positiva y responsable ha de ser esencial para disfrutar de lo bueno de nuestra sexualidad en cada uno de los periodos y etapas de la vida.
La infancia es considerada un periodo asexuado, por el contrario tiene una gran relevancia en la formación sexual de las personas. Cuando nacen, la niña y el niño tienen un patrón de conducta sexual poco diferenciado. A excepción de los órganos genitales, distintos en cada sexo, el comportamiento motor y sensorial que es semejante en ambos.
La evolución sexual del niño/a, se alarga desde el nacimiento hasta la adolescencia, produciéndose una serie de cambios tanto físicos como psicológicos. Para comprender esta etapa como génesis de la sexualidad hay que tener en cuenta una serie de aspectos:
- El ser humano nace con unas estructuras centrales activas que son determinantes de la frecuencia, la forma y la orientación de la conducta sexual. Estas estructuras se relacional y adaptan a la realidad externa y al sujeto.
- El desarrollo sexual es fruto de la persona y de su modo de interactuar, de la relación con su medio y de las circunstancias que de él emanan.
Además, algunas de las características más latentes propias de esta etapa en cuanto al desarrollo sexual en la infancia se refiere son:
- La sexualidad en las etapas posteriores de la vida va a tener su base en la sexualidad infantil.
- Lo genital no tiene importancia en esta etapa.
- Los aspectos sociales y afectivos asociados a lo sexual tienen una gran importancia.
- Los juegos sexuales de este periodo de tiempo se basan en la enorme curiosidad y la tendencia a imitar.
- Las expresiones de la sexualidad en esta etapa denotan las necesidades del propio desarrollo.
- El que se puedan establecer vínculos afectivos satisfactorios en este periodo va a facilitar un referente para un desarrollo armónico en la edad adulta.
- Las preferencias sexuales no están determinadas.
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