¡Buenas noticias! El 78,7 % de la población de 20-24 años ha llegado, al menos, a la segunda etapa de la Educación Secundaria. Aunque no llegamos a la media europea, que se encuentra en un 84,6 %, los datos se mantienen estables, lo que se traduce en una población mejor educada. Este es un aspecto fundamental para conseguir una sociedad crítica, responsable y comprometida con los retos que nos vienen en el futuro. 

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La educación es un pilar fundamental para cualquier sociedad. Por ello, se tiene que garantizar que cada niño/a completa el ciclo formativo al completo, adquiriendo los conocimientos necesarios para defenderse en las cuestiones del día a día. Se trata de que los/as más jóvenes lleguen a una edad adulta con la capacidad para decidir quién quieren ser, además de saber los riesgos de cada una de sus acciones. 

De esta manera, uno de los principales retos de la educación española consiste en reducir la tasa de abandono educativo temprano, ya que es un indicativo de que el nivel educativo de la población mejora con el paso de los años. Actualmente, debemos trabajar para alcanzar la media europea. Así pues, vamos a conocer distintas maneras de continuar esta línea positiva. 

De un 24,7 % a un 13,9 % en 10 años 

Esta es la evolución de la tasa de abandono educativo temprano desde 2012 a 2022. Solo un 13,9 % de personas de 18 a 24 no ha completado la segunda etapa de la Educación Secundaria, es decir, ni un FP de Grado Medio o Bachillerato. Estos datos son positivos, ya que se ha disminuido casi 11 puntos desde 2012, momento en el que se situaba en un 24,7 %. 

Aunque este es un dato positivo, tenemos que resaltar que esta tasa ha comenzado a elevarse después de dos años de una caída pronunciada. Se tiene la teoría de que cayó a gran velocidad por la pandemia y se ha reajustado después de que se han relajado las distintas restricciones. Aun así, el aumento ha sido de 0,6 puntos porcentuales respecto al año anterior. 

El objetivo no es otro que seguir esta línea descendente en cuanto a la tasa de abandono educativo temprano, impulsando medidas como la atención a la diversidad o la atención a lasnecesidades específicas del alumnado. Cabe destacar que muchos/as niños/as abandonan el sistema educativo porque no se sienten arropados o entendidos, y es que, muchos/as alumnos/as tienen una realidad singular que demanda de una atención distinta, individualizada. 

La formación permanente, al alza 

Otro de los indicadores que nos indican que la sociedad está cambiando es el porcentaje de personas de entre 25 a 64 años que ha realizado algún tipo de formación. Este índice ha subido casi un punto respecto al año anterior, situándose en el 15, 3 %. ¿Y qué podemos extraer de este dato? Que muchas personas elevan su perfil profesional a través de la formación permanente para optar a mejores trabajos. 

La formación permanente aporta esos conocimientos especializados y actualizados que permiten a los distintos profesionales mejorar sus competencias y habilidades. Sin duda alguna, este tipo de aprendizaje marca la diferencia en muchos sectores, siendo crucial para acceder un puesto de trabajo de alta responsabilidad. 

En Red Educa ofrecemos cursos de formación permanente que permiten a los/as docentes mejorar su perfil y adaptarse a las nuevas necesidades del alumnado. A través de estos cursos consiguen incorporar nuevas técnicas o métodos en el aula, elevando el nivel de sus lecciones y aportando una nueva visión a los/as más jóvenes. Además, de cara a las oposiciones para la docencia, gracias a estas formaciones pueden conseguir unos puntos extra. 

¿Cómo seguir reduciendo la tasa de abandono educativo temprano? 

El objetivo de la actual sociedad debe de ser seguir reduciendo la tasa de abandono educativo temprano. ¿Pero cómo lo podemos conseguir? En Red Educa te trasladamos los 3 pasos más importantes para establecer una serie de reglas o normas a seguir. 

• Identificación de causas: Una de las primeras medidas para reducir la tasa de abandono escolar es identificar las causas subyacentes. Esto puede incluir factores económicos, sociales, emocionales o académicos que afecten la motivación y el compromiso de los estudiantes. Una vez identificadas, se pueden implementar soluciones específicas para abordar estas barreras. 
• Intervenciones de apoyo: Ofrecer apoyo y recursos a los estudiantes que enfrentan desafíos es una forma efectiva de reducir la tasa de abandono. Esto puede incluir tutorías individualizadas, grupos de apoyo, programas de mentores, asistencia financiera y servicios de consejería. Estos recursos pueden ayudar a los estudiantes a superar obstáculos y mantener su motivación para continuar su educación. 
• Enfoque en la motivación y la cultura escolar: La creación de un ambiente de aprendizaje positivo y motivador es fundamental para reducir la tasa de abandono escolar. Esto incluye fomentar una cultura escolar inclusiva, proporcionar oportunidades para que los estudiantes participen activamente en el aprendizaje y ofrecer actividades extracurriculares que aumenten su interés y compromiso con la educación. Al hacer que la educación sea significativa y relevante para los estudiantes, se puede mejorar su motivación y reducir el riesgo de abandono temprano.