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La desmotivación del docente. Un caso para la reflexión

Desmotivación docente
Red Educa

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Lun, 29/01/2024 - 09:07

Antes de hablar de la desmotivación del docente, parece importante describir el concepto de “motivación”. La palabra “motivación”, del latín “motivus”, movimiento, y el sufijo “ción”, acción y efecto, se define según la Real Academia Española, en su tercera acepción, como el “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona”. Por otra parte, ha sido conceptualizada de diferentes maneras por distintos autores.

La problemática de la desmotivación

De acuerdo con Abraham Maslow (1954) “la motivación es un aspecto intrínseco del ser, el cual está basado en el interés del individuo, quien solo se motiva cuando recibe un beneficio”. Asimismo, menciona que las acciones del bien común están basadas en el propio interés de la persona.

Huertas (1997) se refiere a la motivación como un proceso psicológico, el cual conlleva la energía que va a ser determinada por factores emocionales y afectivos, que generarán una determinada actuación del sujeto. El mismo autor (Huertas, 2003) la define como un proceso que supone la activación de funciones cognitivas, afectivas y emocionales, que dirigen y orientan la acción en forma deliberada o intencional a un objetivo.

Como último ejemplo, Pintrich y Schunk (2006) la plasman como un proceso que nos dirige hacia el objetivo o la meta de una actividad, que la instiga y la mantiene.

Por desgracia, hoy en día son muchos los maestros/as, profesores/as que carecen de motivación, es decir, que están desmotivados. Es frecuente encontrar profesorado que comenzó su trayectoria profesional con muchas ganas, pero que a lo largo de los años de docencia poco a poco han ido quemándose y su motivación ha quedado reducida.

Siguiendo a Jiménez Casas (2017) podemos decir que desde hace algún tiempo, el profesorado se ha convertido en un colectivo donde abundan el estrés, la ansiedad, la desmotivación, e incluso cosas más serias como la depresión, causa de numerosas bajas. Además, uno de los mayores problemas que presenta este estado, es que muchas de esas personas sienten que no tienen el control sobre esta situación, que no pueden hacer nada para cambiarla. Se ven víctimas del sistema, de las circunstancias, y esperan que alguien venga en su rescate.

Motivos de la desmotivación en el docente

Siguiendo a Jurjo Torres (2006) y Sánchez Fuentes (2015), entre otros, son muchos los factores, tanto internos como externos, que pueden explicar la aparición de desmotivación, desmoralización o desilusión en muchos docentes. Destacamos:

  • La falta de comprensión de cuál es el sentido de los sistemas educativos y, por consiguiente, de los centros escolares. Incluso, muchos docentes experimentan un notable desconcierto acerca de las finalidades de las etapas educativas en las que están trabajando.
  • Las numerosas y simultáneas transformaciones que se están produciendo en el momento presente contribuyen a caracterizar a las sociedades como inestables.

  • Los docentes no siempre avanzamos a medida que avanza la sociedad, no siempre innovamos día a día, lo que puede acabar desmotivando al alumnado.

  • La existencia del currículo obligatorio “diseño curricular base”, con un listado excesivamente sobrecargado de contenidos para impartir en las aulas, acabó por desviar las miradas del docente, casi exclusivamente, a las cuestiones metodológicas y de evaluación y vigilancia disciplinaria del alumnado.

  • Podemos resaltar la escasa relación que hay, en muchos momentos, entre todo lo relacionado con la colaboración y el asesoramiento en procesos de innovación y reforma pedagógica y el/la inspector/a.

  • Ausencia de una cultura democrática en los centros educativos.

  • La mayoría del profesorado tiene problemas importantes para relacionarse con las familias, fundamentalmente por horas de trabajo del padre, madre y/o tutor/a legal, junto con la falta de desarrollo de habilidades sociales y carencias de información que posibilite las interacciones y la comunicación.

  • Vivimos en un momento histórico caracterizado por la existencia de un clima social y político que responsabiliza únicamente al sector docente de la calidad de los procesos de enseñanza – aprendizaje que tienen lugar en los centros escolares.

Lo que supone la desmotivación del docente

Después de lo expuesto hasta ahora, podemos continuar plasmando la importancia que tiene la motivación del docente (Sánchez Fuentes, 2015), en cualquier etapa educativa:

  • La neurociencia ha demostrado que la emoción tiene un papel muy importante en el aprendizaje. Las emociones positivas impulsan el proceso de aprendizaje y, por lo tanto, la motivación como elemento impulsador debe acompañar a las emociones y al aprendizaje.
  • Las actitudes se transmiten de unas personas a otras. Cuando el docente está motivado, transmitirá su motivación a sus alumnos y alumnas. Será capaz de transmitir esa energía, esa fuerza que necesitan para implicarse con su proceso de aprendizaje.
  • La motivación es una fuerza, una energía que nos empuja a la acción y, por lo tanto, es condición indispensable para el buen desempeño en la tarea. La motivación es una cualidad que debe acompañar al profesor/a, ya que le permitirá aprender, renovarse, no dejarse vencer por los desafíos, ni rendirse ante las advertencias y conflictos.
  • La motivación del profesor/a es un recurso educativo por excelencia.

Un docente sonriente puede crear alumnos sonrientes. Un docente apasionado tiene más probabilidad de crear alumnos apasionados. Y todo lo contrario: un docente aburrido, dudo que consiga felicidad en el aula.

Desmotivación y fracaso escolar

De forma concisa, es importante resaltar que el fracaso escolar no se puede explicar por una única causa, sino que se trata de un conjunto de factores influyentes que se interrelacionan y fomentan que los alumnos y alumnas no alcancen el nivel requerido de enseñanza con éxito.

Las causas del fracaso escolar pueden estar relacionadas con las características individuales del alumno y alumna:

  • El nivel motivacional del alumno/a y su esfuerzo.
  • La percepción que tiene del apoyo y la ayuda de la familia.
  • La implicación del alumnado en su propio proceso de aprendizaje.
  • Sus intereses, autosuficiencia, actitudes y creencias en relación con la enseñanza.
  • Problemas de aprendizaje.

También lo podemos relacionar con factores sociales y familiares:

  • El nivel económico familiar.
  • La cultura.
  • La relación del alumnado con su entorno.
  • La profesión del padre, madre y/o tutor/a legal junto con la estructura familiar.

Y no nos podemos olvidar del rol del maestro/a – profesor/a:

  • La gestión del centro educativo.
  • La práctica docente.
  • La actitud y las creencias del profesorado.
  • La preparación y métodos de enseñanza del docente.

Lo que podemos hacer

Consideramos importante el hablar de posibles soluciones a la desmotivación del docente para ayudarle y favorecerle de forma personal y laboral, lo que puede influir en el presente y futuro de los alumnos y alumnas con los que día a día trabajan. En definitiva, luchar por el sistema educativo en el que estamos todos incluidos. Presentamos algunas propuestas para trabajar la motivación del docente:

  • Establecer periodos de descanso y alternancia en las tareas.
  • Adecuar el número de alumnos al grupo, no superando la ratio.
  • Proporcionar al profesorado una formación psicológica que le lleve a su autoconocimiento personal y a la adquisición de habilidades que le permitan motivar al grupo.
  • Concienciar a los padres, madres y/o tutor/a legal del alumnado de la importancia de su implicación para que sus hijos/as desarrollen un proceso educativo adecuado.
  • Intervención desde asociaciones, sindicatos u organizaciones con el fin de que la sociedad tome conciencia de la importancia de la función docente.
  • Formar al profesorado en la adquisición de técnicas de resolución de conflictos: uso adecuado de la comunicación, técnicas grupales y métodos de resolución de problemas. 
  • Desarrollar programas de formación del profesorado en el ámbito de las nuevas tecnologías con el fin de que adquieran un adecuado dominio de las mismas.

Ser docente no es una labor sencilla. Educar a nuestros niños/as, preadolescentes y jóvenes es una tarea compleja, es mucho más que una tarea, es un proceso que se configura en base a muchas tareas, actitudes, valores, conductas, etc. Los docentes desarrollamos estrategias, nos renovamos cada día, aprendemos y nos involucramos en el proceso educativo del alumnado.

 

Texto escrito por Vanessa Domingo Casillas.

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