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El método Pikler en el desarrollo infantil

Método Pikler
Rocio Cabrera

Rocio Cabrera

Lun, 16/10/2023 - 09:38

Cada vez son más los centros que ofrecen talleres basados en distintas corrientes pedagógicas. Menos populares, aunque cada vez se llevan más a la práctica, son aquellos basados en el método Pikler, también conocido como teoría del movimiento libre.

Emmi Pikler, la fundadora del método

¿Quién fue quien creó este método? La impulsora fue Emmi Pikler, una pediatra austriaca que realizó importantes descubrimientos sobre el desarrollo de la motricidad del bebé y las condiciones óptimas para ello a partir del inicio de su carrera en la década de 1930.

Trabajó en una casa de acogida, donde comenzó a darse cuenta de que muchos de los niños tenían ciertas afecciones que les llevarían a desarrollar el conocido “síndrome del hospitalismo”, una afección física, mental y emocional que se traduce en un episodio depresivo durante el primer año de vida.

De esta forma se dio cuenta de la importancia de ciertos factores, como podían ser el movimiento o los vínculos afectivos en el correcto desarrollo de los infantes. Fue así como comenzó lo que conocemos como metodología Pikler.

¿En qué consiste?

La metodología Pikler se trata de una técnica que combina las necesidades de apego de los pequeños con el fomento de su autonomía.

Es decir, se trata de un sistema pedagógico que se basa fundamentalmente en, por un lado, la creación de vínculos afectivos estables con los cuidadores que les permitan sentirse seguros y centrarse en su desarrollo, y por otro lado, la no intervención de los cuidadores en su desarrollo psicomotriz, fomentando así su autonomía y confianza.

Hasta entonces la forma de criar a los menores había destacado por su sobreprotección. Sin embargo, Pikler creía que la autonomía era una pieza fundamental. Al ser el movimiento una necesidad básica que lleva al infante a explorar, descubrir y aprender, es el movimiento libre lo que le permite interaccionar por sí mismo, fomentando así su desarrollo.

Por ello, esta metodología apuesta por la no intervención de los adultos en el movimiento de los niños, ejerciendo simplemente de acompañantes. Para garantizar esa seguridad y apego, se deja que sean ellos quienes dirijan sus propios pasos.

Su fundamentación se encuentra en un cambio en la perspectiva en la relación entre los adultos y los niños, basándose los primeros en el respeto y la confianza en las capacidades de los pequeños.

Beneficios del movimiento libre

Según esta impulsora, cuando se interviene en el movimiento de los bebés puede provocarse:

  • Frustración e irritación, además de una dependencia total cuando los colocamos en alguna posición a la que no saben llegar por sí mismos, ya que tampoco van a poder salir de ella, obligándoles a quedarse en esa misma posición
  • Desarrollo defectuoso de su musculatura o de sus huesos al colocarlos en posiciones forzadas y antinaturales para su etapa de desarrollo
  • Pérdida o distorsión de algunas etapas del desarrollo, como puede ser el gateo, al intervenir en sus movimientos

Por el contrario, el fomento de la autonomía tiene numerosos beneficios, como pueden ser:

  • Desarrollo psicomotriz correcto y seguro
  • Mejor equilibrio y posturas corporales saludables
  • Fomento de la seguridad, la autoconfianza y la autoestima
  • Desarrollo de la creatividad

¿A qué edades se utiliza este método?

La etapa de los 0 a los 3 años es una etapa de cambios en los distintos ámbitos del desarrollo infantil que supondrán la base de todo desarrollo posterior. Si permitimos que desde ahí comience a experimentar por sí solo, realizando movimientos libres, adquirirá una actitud positiva y activa con la que podrá vivir sus propios logros y fracasos.

Es decir, este método comienza desde los primeros meses de vida, independientemente del ritmo de desarrollo del bebé, respetando precisamente ese desarrollo individual.

Por su parte, el momento idóneo de utilizar los materiales Pikler es cuando el bebé inicia el movimiento, aproximadamente a partir de los 3 meses, ofreciéndole un entorno seguro y un acompañamiento respetuoso.

Materiales Pikler

No existe un único material concreto, sino que son propuestas abiertas cuyo objetivo principal siempre es dotar de protagonismo al menor.

Algunas características que estos materiales deben presentar son: no pueden limitar nunca el movimiento del bebé, y suelen estar creados con materiales como la madera. Son robustos y están creados expresamente con la finalidad de fomentar el movimiento.

Entre los materiales más conocidos podemos destacar los siguientes:

  1. Triángulo Pikler. También es conocido como escalera o pirámide, y trata de una estructura de madera diseñada para que el niño pueda trepar por sus diferentes peldaños.
  2. Rampa Pikler. Puede ser completamente lisa o con peldaños y suele utilizarse acompañada de otros materiales.
  3. Balancín Pikler. Igualmente, puede ser liso o con peldaños y se trata de una estructura en forma de mecedora.
  4. Cubo Pikler. Incluye caras diferenciadas con elementos distintos como barras, agujeros, un lado liso, etc.
  5. Pelota Pikler. Está formada por fibras naturales, y pensada para que los bebés puedan cogerla y agarrarla con facilidad.

En conclusión, para emplear el método Pikler se debe dejar a los bebés experimentar por ellos mismos y adquirir un papel como mero observador y acompañante. Y aunque esto pueda resultar una tarea sencilla, son muchas ocasiones en las que supone un verdadero reto para el adulto. Aunque, como hemos podido ver, por los enormes beneficios que supone en los más pequeños, merece la pena practicarlo.

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