Imagen generica
¿Aún no estás registrado?
Regístrate ahora, son 2 minutos

Cómo tratar la disgrafía en el aula

Eva Soriano Navarro

Publicado el 02/08/2018 13:08

disgrafía

En numerosas ocasiones hemos hablado de la importancia de una atención temprana para evitar, prevenir o detectar de manera prematura cualquier tipo de problema en el desarrollo de los niños para así evitar futuros problemas en su desarrollo así como en los resultados académicos o en su vida social. El momento en el que aprenden a leer y escribir es cuando normalmente nos damos cuenta de que algo no va bien y esto se puede deber a múltiples trastornos como la disgrafía. ¿En qué consiste y cómo se puede tratar?

Se trata de una discapacidad del aprendizaje que afecta a alguna o algunas de las habilidades que afecta al acto de escribir y ocasiona por tanto, que el niño tenga problemas con la ortografía, que tenga mala caligrafía o incluso dificultad para plasmar por escrito sus propias ideas y pensamientos. 

La principal característica de la disgrafía es que no existe ningún tipo de trastorno neurológico o neuronal, ya que en el momento en el que existe este tipo de trastorno ya no se considera disgrafía. 

Este trastorno tiene una serie de características observables que pueden hacer que tanto los padres como los docentes puedan reconocerlo fácilmente como por ejemplo trazos que no son uniformes, distintos tamaños en palabras y letras incluso en un mismo párrafo o falta de control en la presión del lápiz o bolígrafo así como movimientos lentos y rígidos para escribir. 

Existen dos tipos distintos de disgrafías:

- Disgrafía específica. En este caso, el niño o la niña no serán capaces de percibir correctamente las formas, y en ocasiones presentarán también una desorientación especial y temporal. A la hora de escribir, se produce en ellos un exceso de rigidez así como una falta de habilidad o una extrema meticulosidad. 

- Disgrafía motriz. Tal y como indica el nombre, se trata de un trastorno psicomotor. En este caso, el niño o la niña es capaz de entender la relación entre los sonidos escuchados y la representación grafica de dichos sonidos, pero tiene serias dificultades a la hora de escribirlos debido a una deficiencia en su motricidad.  

  La escritura es una competencia básica y no desarrollarla correctamente tiene serias consecuencias en el proceso de enseñanza-aprendizaje. El ritmo de aprendizaje es más lento y puede ir desembocando en un problema de comunicación con el profesorado lo cual desencadena en un mal rendimiento. Todo esto puede llevar a una frustración  y a una sensación de desinterés que puede acabar en un rechazo por estudiar. 

Son muchas las tareas que se pueden llevar a cabo para mejorar la disgrafía. En el blog SGBlogosfera María José Argüeso nos propone por ejemplo más de 40 fichas para trabajar la disfrafía tanto dentro como fuera del aula. Podéis acceder directamente haciendo clic aquí. 
 

Por otro lado, también podemos contar desde la web de Orientación Andújar con una serie de ejercicios y actividades para corregir la disgrafía. Podéis acceder directamente haciendo clic aquí.

Si quieres conocer más sobre este tema no te pierdas el curso Especialista en Logopedia en Disgrafía con el que aprenderás a identificar la disgrafía partiendo de los distintos tipos y casusas de su existencia, así como las distintas intervenciones y una guía para las familias cuyos hijos tienen disgrafía. 
 

0
“¿Te ha parecido interesante este artículo? ¡Dale a me gusta!