El dron, ¿regalo de navidad o herramienta de trabajo en la docencia?

Antes de responder a esta pregunta, debemos saber que un dron es un vehículo aéreo no tripulado que puede controlarse a distancia o volar de forma autónoma a través de planes de vuelo que son controlados por un software y un GPS conjuntamente.

Estos aparatos fueron novedad hace ya unos cuántos años y actualmente, siguen siendo revolucionarios en la sociedad, debido a la gran variedad de usos que se les puede dar.

En nuestro caso, tal y como hemos citado al principio de este artículo, responderemos a una cuestión. ¿Pueden servir como herramienta de trabajo para docentes o está más destinado a ser un regalo de navidad para un niño?

Por un lado, este tipo de aparatos genera mucha ilusión y fascinación al mismo tiempo entre niños. Imagina saber cómo se siente un niño que controla un dron que vuela a una gran altura y que además cuenta con cámara.

Pilotar este tipo de aparatos es una experiencia muy divertida para la mayoría. En este contexto, os planteamos lo siguiente: ¿podríamos llevar esa diversión del dron a la docencia y hacer que los niños aprendan de una forma más dinámica? La respuesta es SÍ.

A continuación, veremos algunos de los beneficios de los drones en el aula.

Beneficios de un dron en el sector educativo.

El principal beneficio es que, tal y como hemos citado antes, los drones son percibidos por los niños como un juego. Esto conlleva que, si se usa el dron para el aprendizaje, el/la  niño/a estará más motivado para adquirir habilidades y asimilar nuevos conceptos.

Además, esta herramienta, no solo aporta motivación, sino que también, influye de forma positiva en la motricidad y la coordinación. Mediante un dron, se desarrollan mejor las capacidades motoras, puesto que los niños tendrán que controlar lo que hace el dron sin mirar al mando que lo guía.

Es recomendable que se realice con niños con edades comprendidas entre 5 y 9 años, que es el momento en el que adquieren las habilidades de desarrollo motriz más importantes.

Otro de los beneficios podría ser una mejora del campo de visión, es decir, a través de un dron pueden obtener una perspectiva de un mundo que no conocían y crear un mapa del entorno en su mente.  

También, favorecen la lógica y la previsión, ya que en muchas ocasiones estos elementos necesitan de una programación del movimiento con antelación. Por tanto, los alumnos tendrán que usar la lógica y programar los movimientos que el dron tendrá que ejecutar para cumplir sus objetivos.

Tras saber lo anterior, os planteamos una serie de retos que podréis implementar en la docencia.

Retos educativos con un dron.

Algunos retos que pueden ser de utilidad para el aprendizaje del alumno son:

• Que el niño/a realice un circuito que el dron tendrá que recorrer.
• Introducir obstáculos a ese circuito con la finalidad de que el alumno aplique su pensamiento computacional, programando funciones lógicas como por ejemplo “girar en caso de obstáculo”.
• Que el alumno sea capaz de medir la velocidad del dron, controlando en qué distancias ir más rápido y en cuáles más lento.
• Practicar el montaje electrónico de un dron para que los alumnos controlen los motores y la aerodinámica.

En definitiva, son muchos los beneficios que aporta esta herramienta. Por ello, os invitamos a que la introduzcáis dentro de vuestro proceso de enseñanza y contribuyáis a crear una educación más dinámica y divertida para niños/as.