Ovide Declory fue un psicólogo belga  que fue nombrado inspector médico de las escuelas especiales de Bruselas, lo cual le ayudó a introducirse en la problemática de educación y a comprender la problemática de la misma.

Uno de los principales pensamientos de Declory, y en el que se basan todos sus métodos y actuaciones, es que el aprendizaje debe ser para la vida, y debe tener como base las necesidades del hombre.

Por lo tanto, el aprendizaje de los niños debe estar relacionado con los intereses de los mismos, relacionando directamente estos intereses con sus necesidades. Entre esas necesidades, se prioriza la importancia del correcto desarrollo biológico del niño, por lo que considera algo esencial  adaptar los materiales y los entornos a las necesidades individuales puntuales del alumnado.

Declory defendía que el pensamiento de los niños les lleva a concebir el mundo como un todo y no por partes, por lo que el aprendizaje del alumnado debe comprenderse como la comprensión y percepción de un todo para que posteriormente vayan descubriendo los segmentos que lo componen tras haber levantado en él un interés general.

El papel principal del profesor ha de ser el de crear en el alumnado el gusto por el trabajo y el estudio tratando de hacer atractivas las lecciones y enseñando a través de los hechos, y no tanto de las palabras.

La educación es un punto importante dentro de la sociedad. Es decir, la educación no es un rol que tan sólo pueda ejercer el maestro o el profesor, sino que cualquier lugar es bueno para que el aprendizaje se haga efectivo: desde un aula hasta una cocina, pasando por el jardín o el parque.

Por lo tanto, Declory se mueve por distintos principios por medio de los cuales pretende conseguir una educación de calidad. El principio y más fundamental es el principio de respeto al niño por medio de una “escuela por la vida y para la vida” Declory, en este principio se basa en una idea de que la escuela ha de ser para el niño, y no el niño para la escuela.

La escuela debe estar enfocada a la adaptación del niño a la vida social. Cada alumno debe llevar a cabo una actividad personal y diferenciada del resto de los niños y por supuesto, que esté adaptada a sus aptitudes e intereses individuales para que el aprendizaje sea efectivo.

Para Declory, todas las fases de su método así como sus principios de tener en cuenta las necesidades e intereses individuales del alumnado, se encierran en un aprendizaje a través de sentir, pensar y expresar.