El sistema creado por la pedagoga María Montessori, busca que el niño aprenda a expresarse con su entorno y con quienes le rodean de forma humana y de la manera más amplia posible, se basa en el orden, la comunicación, la abstracción, el pensamiento matemático, el desarrollo de la imaginación, preparar a los niños para que aprendan de forma autónoma y desarrollen sus capacidades afectivas.
El profesor en este tipo de metodología se convierte en un papel secundario, es decir, tendrá la labor de orientar a los alumnos de modo que estos tengan el papel principal de su aprendizaje. En las aulas las mesas y sillas no se disponen en un orden específico sino que, el alumno decide donde ponerse o como utilizar el espacio del que dispone con total libertad, los alumnos deben mantener el orden y la limpieza del salón de aprendizaje, de forma que estos aprendan a respetar su entorno. En este método, no se ordenan los curos según el año de nacimiento, sino que, se divide en dos grandes ciclos, de 3 a 6 años y de 9 a 12. Se pretende que mediante la libertad de elección el niño se sienta cómodo en el ambiente educativo y de este modo perciba la educación y la adquisición de conocimientos como algo agradable y no como una obligación.
Dependiendo del grupo en el que se encuentre el niño, tendrá una metodología, siempre libre, pero conforme este avanza se le van añadiendo ciertas limitaciones como son el respeto por el entorno, respeto hacia el otro y hacia su trabajo y la importancia del grupo, esta última se refiere a que este tipo de metodología se basa en el profesor como guía educativo, este, imparte una serie de conocimientos al grupo y lo dota de los materiales necesarios para que los alumnos elijan el tema de investigación que deseen, tras haber investigado, elaborarán un proyecto que expondrán ante los demás de forma que todos puedan aprender de todos. De este modo también se estimula al alumno, ya que el tema escogido es algo que ha captado su atención, por lo cual, se interesará más por recopilar información, aumentar sus conocimientos e investigar sobre esa temática aprendiendo de forma mucho más didáctica y duradera.
No existen los libros y los exámenes, los alumnos llegan al aula en el que les recibe el profesor que saludará a cada alumno y tras esto, los alumnos escogerán su material o seguirán con sus proyectos, todo lo realizado durante el día queda recogido en el cuaderno de trabajo, se realizan algunas pruebas de capacidad lectora por ejemplo, pero esto no va a ser lo que determine el avance del alumno, la evaluación se basa en la observación diaria. Los niños no tienen deberes debido a que las actividades realizadas en el aula se creen suficientes para el desarrollo cognitivo del alumno. Si estáis interesados en esta temática podéis buscar más información haciendo clic en la siguiente imagen.
