La desigualdad es un fenómeno que aparece en la mayoría de las sociedades y a través de ella se establecen jerarquías más o menos estructuradas.
Estas jerarquías muestran la diferencia que existe a la hora de tener derechos tan vitales como la alimentación, la vivienda, la educación o la salud. ¿Acaso es cuestionable para una persona estos derechos?, ¿acaso el hecho de haber nacido con un determinado nivel socioeconómico nos hace peor o mejor que otras personas?, estos diferentes factores que nos muestran las sociedades en las que vivimos hacen que existan grandes y pequeñas desigualdades entre los ciudadanos. Y es que dentro de la sociedad no solo existen las desigualdades citadas anteriormente, también podemos encontrarnos con desigualdades que tienen que ver con el género, la raza, la cultura, la religión, el conocimiento…
En la sociedad actual podemos poner como ejemplo la desigualdad que existe con los inmigrantes en relación con la educación. En el sistema educativo diremos que es importante tener un currículo intercultural, ya que hay que tener en cuenta la diversidad cultural introducida en la escuela por los alumnos de orígenes nacionales o culturas variadas. (Zirotti, 1998).
Uno de los mayores problemas con los que nos encontramos en este caso es con la dificultad de comunicación debido a la diferencia de lengua. Berque hace un balance de las estructuras para responder a la escolarización de los niños inmigrantes, una de las partes más importantes es la enseñanza de las lenguas de origen (Zirotti, 1998), ya que si no es imposible que los niños adquieran un aprendizaje en igualdad de condiciones que los alumnos de dicho país y aquí aparecería la exclusión. En este caso la clase dominante que serían los de respectivo país influirían sobre ellos, porque harán que fuesen ellos en minoría los que asimilen la cultura dominante, aunque no lo desean de esta manera (Fernández Enguita, 2001).
En un derecho tan importante como es el de la educación podemos observar las dificultades, diferencias y problemas con los que nos enfrentamos. La desigualdad y exclusión en el sistema educativo es algo con lo que se tendría que acabar, ya que impide en algunos casos el desarrollo pleno del alumnado llevándolo incluso al fracaso escolar.
“Una lectura del fracaso escolar, exclusión educativa que permite ahondar en su comprensión, entenderlo como un fenómeno multidimensional y complejo, estructural y dinámico, con raíces dentro y fuera de los centros escolares, al tiempo que sugiere la necesidad de determinadas políticas y prácticas” (Escudero Muñoz, J.M y otros). Es ahí una cuestión importante que tenemos que tener en cuenta. Ya que es importante no solo tener las metodologías y prácticas necesarias para enfrentarse a cualquier situación, sino que la mayoría de las veces debemos preocuparnos por el alumnado y ver cuáles son las razones que hacen que este no llegue a su fin. El origen social determina el estatus profesional de los sujetos. Además el hecho de tratar a todos los alumnos de la misma manera creyendo en que así se hará efectiva una igualdad, lleva al error, ya que lo que realmente se está consiguiendo es una mayor desigualdad entre ellos.
Y es que es la propia sociedad de la tecnología la que crea diferencias y la propia desigualdad. “El entorno, la familia, los grupos de iguales, e incluso los medios de comunicación fomentan la ausencia de equidad en el mercado de titulaciones, así como la reproducción de los imaginarios sociales, o percepciones sociales que favorecen la desigualdad social” (Solano Lucas, J.C). Como observamos la desigualdad y la exclusión abordan un amplio abanico de ámbitos creando diferencias entre los individuos por diversas razones. ¿Se puede hacer algo ante esto? La respuesta no es sencilla. Se puede reducir la desigualdad y la exclusión pero en la actualidad es muy difícil que desaparezca.
Como conclusión diré que la desigualdad y la exclusión no son lo mismo, pero si es cierto que van cogidas de la mano en determinadas situaciones. La desigualdad va relacionada con las diferencias que existen entre personas, sean del tipo que sean. Mientras que la exclusión social es la ruptura que existe entre un individuo y la sociedad. Pero es cierto que estas desigualdades entre personas pueden llevar a la exclusión de la misma.
Además, sabemos que en la sociedad en la que vivimos la diferencia entre unos y otros es bastante grande pero ya no solamente por la cultura, genero, nivel económico… a las que pertenezcamos o tengamos, sino porque cada persona tiene unos prejuicios, pensamientos…diferentes de las demás.
Por último las diferencias que aparecen dentro del aula, aunque de algunas personas piensan que se solucionan dando un trato igual a todos los alumnos, no es cierto, es ahí donde se comete el primer y mayor error. Cada alumno tendrá unas necesidades diferentes a las de los otros, sea por el motivo que sea y es ahí donde se tiene que saber intervenir.
Pero sabemos que siempre va a existir la exclusión entre unas personas y otras, el racismo, el odio entre culturas, las desigualdades económicas y las desigualdades individuales, pero ante todos estos problemas se espera que con el paso del tiempo las personas tengan unos pensamientos más abiertos, comprendiendo que aunque todas las personas no somos, ni tenemos, ni pensamos igual, por ellos no somos peores y hay que saber valorar las maneras de vivir de los otros sin juzgarlas, e intentar eliminar las desigualdades negativas, porque algo que también es importante saber es que no todas las desigualdades son algo malo. Todas las personas somos diferentes las unas de las otras y no por eso somos mejores o peores. La vida nos pone en nuestro camino una serie de recursos, bienes… que tenemos que coger y manejar y aunque no es lo bueno, unos siempre saldrán ganando antes otros.
