Imagen generica
¿Aún no estás registrado?
Regístrate ahora, son 2 minutos

Una escuela en el bolsillo

Alba Rocío Rufete Arenas

Publicado el 05/04/2019 18:04

El uso de los dispositivos móviles se ha extendido tanto en los últimos años que ya apenas concebimos nuestra vida sin ellos. Estos pequeños aparatos se han convertido, casi sin darnos cuenta, en algo indispensable en nuestro día a día. Nos despierta cada mañana, nos permite comunicarnos de forma inmediata, nos recuerda eventos y citas, nos orienta cuando estamos perdidos, dispone de cámara y video, y un sinfín de utilidades más. Pero lo más importante, es que pone a nuestra disposición una cantidad prácticamente infinita de información y conocimientos.

Incluso el uso de las TICs, que hace relativamente poco se consideraba toda una innovación en la educación del siglo XXI, hoy  se considera una herramienta indispensable en las aulas. Y es que, lo cierto es que vivimos en un mundo digital que crece a pasos agigantados, lo que ha supuesto al docente un esfuerzo extra para mantenerse actualizado y adaptarse rápidamente a este nuevo sistema para hacer su labor más enriquecedora y sacar de las nuevas tecnologías su máximo rendimiento.

En este paradigma surge entonces la pregunta de por qué no usar los dispositivos móviles para facilitar el aprendizaje y aprovechar el interés que éstos generan en los estudiantes, añadiéndole al aprendizaje un punto motivador. Esto es lo que se conoce como m-learning, una metodología de enseñanza que opta por transmitir el conocimiento a través de smartphones, PDAs, tabletas y/o todo dispositivo que disponga de conectividad inalámbrica a internet. De esta manera, la enseñanza ha conseguido eliminar las barreras del tiempo y el espacio, disponiendo de una ubicuidad de la que anteriormente carecía. Se ha conseguido derribar las paredes del aula para traer la educación a un mundo más real, que permite al alumno aprender en su propio entorno y experimentar el conocimiento con su puesta en práctica.

Es decir, es una metodología que hace del discente el centro de su propio aprendizaje, dándole un papel activo y la capacidad de elección de cuándo, dónde y qué aprender. Lo que cambiaría por completo la visión de la escuela tradicional relegando al docente a un segundo plano. Ya no es transmisor del conocimiento sino facilitador de éste y educador en competencias que permitan al alumno el uso de las herramientas tecnológicas de una forma segura y responsable, fomentando en él un pensamiento crítico que les haga discernir la información relevante y de calidad dentro de la vorágine del contenido en la red.

Todo ello conlleva, según Acuña (2017), un desdibuje de los márgenes entre el aprendizaje formal e informal; y coincide con varios autores, no en vano, en la buena combinación que supone la metodología m-learning con la sistemática de las flipped classroom, ya que ambas, comparten la misma filosofía pedagógica.

 

A debate…

Sin embargo, el uso del móvil en la escuela ha supuesto un tema de mucha controversia en todo el entorno educativo y muchos docentes se muestran aun reticentes ante la integración de esta herramienta entre sus materiales de enseñanza. Según Mosquera (2018) algunos de estos inconvenientes serían los siguientes: 

  1. - El uso irresponsable.
  2. - El incentivo del consumismo, pues no todos los alumnos pueden acceder a esta herramienta.
  3. - La falta de concentración y alteración en el ritmo de la clase.
  4. - La incompetencia digital docente.
  5. - La falta de disciplina en el aula y la facilidad que ofrecen para copiar en los exámenes.
  6. - La limitación de la imaginación y el deterioro cognitivo.
  7. - La falta de socialización.
  8. - Las consecuencias físicas (malas posturas, cansancio ocular…) y la adicción al móvil.
  9. - El uso abreviado del lenguaje.
  10. - La carencia de una legislación reguladora y la falta de objetivos pedagógicos.

Cabe destacar, no obstante, que entre las muchas limitaciones que estos docentes encuentran, parece ser un factor principal la fuerte capacidad distractora que poseen estos aparatos en el alumnado.

Por otra parte, otros muchos profesores han abogado a favor del m-learning, pues han visto en las nuevas tecnologías una herramienta educativa innovadora con un sinfín de posibilidades.  Entre las ventajas que destaca Mosquera (2018) se encuentran:  

  • - El acceso a la información en el momento y lugar necesario (ubicuidad).
  • - El favorecimiento de la autonomía y el aprendizaje basado en el alumno y el contexto.
  • - La multifuncionalidad.
  • - El aumento de la motivación en el discente.
  • - La facilidad de su uso e integración en la vida del alumno.
  • - El favorecimiento de la comprensión de los conocimientos.
  • - La atención a la diversidad.
  • - El uso de juegos como apoyo a la enseñanza.
  • - La posibilidad de una evaluación formativa y sumativa.

Además, se ha comprobado que el uso de los dispositivos móviles en educación fomenta en los adolescentes habilidades como la resolución de problemas, la comunicación y el trabajo en equipo.

En definitiva, aunque hay que reconocer que, existen ciertas desventajas, los beneficios del m-learning pueden superar con creces sus limitaciones, y que, al fin y al cabo, éstas pueden salvarse con:

  • - Formación del docente en materia TIC.
  • - Educación y promoción de valores relacionados con el uso adecuado y responsable de los móviles, generando un clima de confianza y autonomía entre el alumnado.
  • - El uso de software de seguridad.
  • - Supervisión adulta reguladora.
  • - Un compromiso adecuado entre escuela y familia para mantener una educación acorde y consistente en cuanto al uso de las TICs.

 

A modo de conclusión…

La educación se ha alejado del modelo tradicional de enseñanza y la transmisión del conocimiento ha evolucionando hacia modelos más constructivistas (Zapata, 2012), donde el discente tiene un papel más activo; haciéndosele, no sólo partícipe, sino responsable de su propio proceso de aprendizaje. Bajo este punto de vista, el aprendizaje se ha convertido en una experiencia idiosincrásica donde explotar el potencial del alumno y favorecer su talento.

Este cambio tan radical no podría haber sido posible sin la aparición de las nuevas tecnologías y la gran proliferación del uso de los dispositivos móviles en la sociedad de las últimas décadas. La aparición de internet y su accesibilidad ha potenciado que la educación se nutra de ello, dotando al proceso de enseñanza-aprendizaje de una ubicuidad de la que antes carecía. En este nuevo paradigma digital de aprendizaje surgen, sin lugar a dudas, muchas cuestiones a cerca de las consecuencias, positivas y negativas, que estas herramientas puedan tener en la docencia.  

Sin embargo, las muchas oportunidades pedagógicas que esta herramienta supone hace que se intente poner solución cuanto antes a sus limitaciones para que el alumnado pueda disfrutar de una experiencia de aprendizaje adaptada a un mundo más digital y a sus necesidades.

  

Referencias

Acuña, M. (2017). ¿El Aprendizaje Ubicuo sustituirá a la Educación Formal? Evirtualplus. Recuperado de https://www.evirtualplus.com/aprendizaje-ubicuo/

Acuña, M. (2017, revisado 2018). M-Learning: Educación móvil en el aula. Evirtualplus. Recuperado de https://www.evirtualplus.com/m-learning-educacion-movil/

Mosquera, I. (2018). M-learning: ventajas e inconvenientes del uso educativo del móvil. UNIR. Recuperado de https://www.unir.net/educacion/revista/noticias/m-learning-ventajas-e-inconvenientes-del-uso-educativo-del-movil/549203604580/

Zapata, M. (2012). Calidad y entornos ubicuos de aprendizaje. RED, Revista de Educación a Distancia, 31, 1-12. Recuperado    de https://www.um.es/ead/red/31/zapata_ros.pdf

 

“La mejor manera de proteger el conocimiento es hacerlo libre”

 Tíscar.

1
“¿Te ha parecido interesante este artículo? ¡Dale a me gusta!