La importancia de tratar educación sexual en casa

Hoy día, los jóvenes tienen una actitud mucho más liberal con respecto al sexo.  Si bien antes para acceder al sexo, debían  estar casados, enamorados, comprometidos… ahora,  la única condición a la que se enfrentan para ello, es que ambos se gusten y quieran. Tienen muy claro que es un derecho que pueden llevar a cabo cuando les apetezca. Es por ello, que son muchos los jóvenes que sufren consecuencias indeseadas al no utilizar buenas medidas de protección, como pueden ser enfermedades, embarazos no deseados, etc.

La gran mayoría de posibilidades de manifestar estas conductas arriesgadas, son cuando practican su primera relación coital, en las relaciones sexuales esporádicas, no previstas… que en muchos casos suelen provenir de situaciones inadecuadas como, por ejemplo, después de haber consumido drogas y/o alcohol. Estos actos, suelen ser llevados a cabo en los más pequeños, entre 15 y 17 años, ya que a medida que se avanza en la edad, las relaciones dan un giro y se vuelven más estables pasando a tener prácticas más seguras.

De todo esto surge la enorme importancia de darle a los jóvenes una buena educación sexual. Encaminarlos a querer conocerse, aceptarse y ser felices. Que puedan disfrutar de lo que hacen, teniendo experiencias enriquecedoras, de forma que si conocen todas las consecuencias a las que se pueden enfrentar y todas aquellas posibilidades de hacerlo de manera correcta, sufran la menor cantidad de consecuencias indeseadas. Y no sólo esto, sino que además una buena educación sexual desde pequeños previene el abuso sexual.

La educación sexual, aunque tan importante resulta, no es apenas tratada en los colegios, está totalmente apartada de las aulas. Como podremos comprobar, solamente veremos que se tratan estos temas en talleres o actividades que quieran realizar los alumnos de forma voluntaria. Esto es algo por lo que se está luchando hoy día. Se busca un cambio, una amplitud en el temario de forma que se introduzcan estos conocimientos que tanta importancia, queda demostrado, que tienen.

Y ya que por ahora, no es tratada en este ámbito, con más motivo, la sexualidad es algo que se tendría que ver casi como una obligación tratar en casa. Deberíamos empezar a hablarlo desde que los niños tienen entre cuatro y cinco años de edad, que es cuando van a comenzar a tener interés en la sexualidad básica, tanto en su sexo como en el sexo opuesto.

Cuando los niños llegan a los 8 o nueve años, comienzan a sufrir muchos cambios y probablemente ya tengan una información básica sobre lo que es correcto e incorrecto. Pero empezarán a mostrar mayor interés en temas más concretos como el amor, las relaciones e incluso las relaciones homosexuales, ya que serán temas que llamen su atención. A medida que le surjan estas dudas es cuando se le debe de ir introduciendo más conocimiento e información para que cuando lleguen a la etapa de la adolescencia, donde van a estar más revolucionados y más perdidos,  ya tengan el tema más que tratado. 

A partir de los 13 años, cuando el niño se encuentra en dicha etapa, tan difícil, de la adolescencia, si se ha sido capa de tratar el tema de la sexualidad de forma clara y natural, este tendrá la suficiente confianza como para tratar con sus familiares estos temas que tan importantes son que tenga claros. Y ante cualquier consulta o problema que le surja no dudará en acudir a solicitar ayuda. De esta manera disminuiremos las posibilidades de que la existencia de un problema menor se convierta en algo mucho más complejo.

El tratar el sexo y la sexualidad, tanto en casa como en los colegios, va a brindarle a los niños un conocimiento necesario para prevenir situaciones de riesgo. Además, vamos a ayudarles con su seguridad y autoestima. Es por todos estos motivos por los que creemos que todas las familias deberían hablarlo en sus casas. Proporcionarles el conocimiento necesario a sus hijos, buscando lo mejor para ellos y para los demás.