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Los beneficios del rincón de ciencias en el aula de Infantil

Maria Jose Urrea Munuera

Publicado el 07/12/2017 22:12

Nos han enseñado a impartir una enseñanza- aprendizaje con una metodología activa en la que los niños puedan observar y experimentar por ellos mismos lo que aprenden, pero esta situación apenas es vista en las aulas. A los niños se lo damos todo hecho sin darle la oportunidad de que se equivoquen y que descubran por ellos mismos la realidad, ellos formulan preguntas y nosotros se las resolvemos pero en la mayoría de las situaciones ellos no llegan a entender nuestra respuesta, y no porque no puedan hacerlo, sino porque no le damos la oportunidad de que observen y manipulen los objetos por sí mismos, de que busquen ellos la respuesta.

Los seres humanos desde que nacemos sentimos la curiosidad por el entorno y empezamos a reflejar inquietudes y preguntas sobre lo que nos rodea. Debido a este interés de los niños, nuestra labor como docentes es favorecer la investigación científica en el aula, llevando los conocimientos teóricos a la práctica y así los niños aprenden de forma significativa a través de la observación y la experimentación. Para ello, en infantil podemos crear en el aula un rincón de las ciencias para realizar juego por rincones.

“Un acercamiento básico al saber científico puede establecer una base sólida para futuros aprendizajes y proporcionar al niño expectativas que hagan interesante la actividad para el niño.” Caravaca (2010)

Las ciencias en infantil se enseñan a través del juego, los alumnos adquieren conocimientos y habilidades a través de su propia experiencia en una determinada actividad investigadora llena de valores y actitudes.

Hoy en día se propone enseñar las ciencias a través de la indagación, con el fin de motivar a los alumnos en torno a este campo. Estaríamos hablando pues de enseñar y aprender investigando.

Según Wells (2001), la indagación se podría definir como "un proceso de carácter dinámico el cual consiste en conocer y entender el mundo a través de la experimentación". Esta metodología se basa en la creencia de que la mejor forma de comprender lo que sucede en nuestro mundo se consigue a través del proceso de trabajo y conversación con otras personas. Estas personas se plantearán preguntas y resolverán los problemas a través de la realización de experimentos y descubrimientos, es decir, a través de la indagación que se crea a partir de un problema, cuestión, pregunta, etc. seguida de una comprobación (esta sería la parte de la experimentación) y la verificación.

Tanto la indagación como la investigación deben ser metodologías esenciales y necesarias en educación infantil, L.M. del Carmen (1998) define la investigación como "una actividad de enseñanza puede definirse como el desarrollo de estrategias de conocimiento objetivo, basadas en la búsqueda personal del alumno...".

Existen varios tipos de indagaciones, Hansen (2002). Puede ser abierta, el alumno realiza una pregunta y mediante la puesta en marcha de una investigación se va respondiendo; guiada, el docente es el que guía y ayuda a los alumnos a realizar los experimentos e investigaciones que se quieren llevar a cabo; acoplada, para ésta se unen la indagación abierta y guiada; y estructurada, guiada por el docente para conseguir unos objetivos específicos.

Según Fried (2009), son dos los motivos por los que no llevamos a cabo la ciencia en el aula, o bien porque las aulas no están lo suficientemente acondicionadas para llevar a cabo los experimentos, no tenemos los suficientes materiales, o también puede influir el desconocimiento adecuado o la desgana por parte del profesor de la metodología de indagación.

A través de los rincones se contribuye al desarrollo de la autonomía, la creatividad y la libre expresión, esto hace que se establezca un buen clima en el aula ayudando a potenciar nuevos aprendizajes creando una participación activa de todos los alumnos.

Los rincones creados en el aula, tanto los de ciencia como los demás, para su puesta en práctica tenemos que tener en cuenta algunos aspectos, Laguía (1987): tienen que tener los materiales necesarios para realizar cada actividad prevista; no deben tener demasiados objetos, ya que puede aturdir o despistar al niño pero tampoco demasiado pocos, porque limitan la actividad lúdica; estos materiales deben estar presentados en el aula de forma ordenada para que los niños los puedan identificar fácilmente y potencien la autonomía del niño así como el uso del material. Estos tienen que ser asequibles para todos los niños, así como, sencillos, manejables, diversificados y que posibiliten la actuación autónoma.

En esta metodología por rincones el papel fundamental del maestro será organizar dicho rincón para que el niño pueda desarrollar su papel investigador y creador a través del juego. Así el niño ira aprendiendo poco a poco a través de la experiencia adquiriendo seguridad en sí mismo. El profesor propone y plantea situaciones para que los niños exploren, busquen, manipulen, indaguen e investiguen, haciéndoles preguntas y sugerencias y ayudándoles cuando se bloquean así el niño construye su propio conocimiento.

También el profesor ha de establecer una serie de normas para el correcto funcionamiento del rincón, los niños han de conocer previamente estas normas para que haya organización y sean lo más autónomos posibles.

El rincón de las ciencias funciona siguiendo las siguientes fases. Primero los niños manipulan los objetos, después los transforma y por último observan las reacciones o cambios que se producen en ellos o los efectos que pueden provocar en otros.

Los niños se convierten en investigadores, observando, y elaborando sus propias conclusiones a través de sus experiencias en las actividades que les servirán para incrementar su aprendizaje a través de una pequeña iniciación en el método científico.

El rincón de las ciencias debe estar ubicado en un lugar luminoso para que se puedan realizar las actividades con mayor eficacia y que los materiales estén organizados al alcance de todos. En este rincón a diferencia de los otros se encuentran materiales manipulables de trabajo, exploración, resolución de problemas o búsqueda de respuestas.

Las actividades que se pueden desarrollar en este rincón pueden ser de ejercitación, cambiando siempre alguna variante de alguna actividad realizada anteriormente; y actividades de seguimiento, como por ejemplo plantar una planta.

Antes de iniciar las actividades en el rincón de las ciencias, el profesor debe de motivar a sus alumnos, averiguar qué conocen del tema que se va a tratar y tener en cuenta los intereses de los niños para ver qué les gustaría aprender de ese tema. Tras ver los intereses de los alumnos, el profesor planifica la actividad de manera abierta y flexible, estas actividades deben presentar dificultades reales y asimilables, ser simples pero estructuradas, favorecer que los niños manifiestes su forma de pensar y actuar y facilitar el aprendizaje cooperativo.

El profesor presentara las actividades de cada rincón, incluido el de la ciencia, en la asamblea o en pequeños grupos, siempre recordando lo hablado en los días anteriores y si es necesario hará una demostración.

Mientras se realiza la actividad el profesor promueve la indagación planteando preguntas, actuando sin dar demasiadas explicaciones, ayuda a resolver problemas, ofrece materiales, modula nuevas posibilidades y mientras los niños manipulan los materiales el profesor presta atención a las acciones realizadas y realiza un registro de cómo se realiza la acción para su evaluación. El profesor dispone de estrategias y teorías que por medio de preguntas intentará que los niños tengan más iniciativa. El profesor observa a los niños en un contexto menos formal, esto proporciona claves de la comprensión de lo que los pequeños pueden hacer, y toma notas para tener un registro que la complejidad de éste disminuye a medida que tenemos más experiencias. El profesor facilita la colaboración.

Terminada la actividad es importante que los niños vean sus tareas desarrolladas, sus dibujos, esquemas de la misma actividad, que observen sus murales, maquetas, dibujos realizados durante la actividad investigadora para que sean capaces de ofrecer explicaciones espontaneas de la relación causa-efecto que es un indicador de razonamiento científico. Ser capaces de plantearnos como ha funcionado la actividad, que he aprendido y si me ha gustado.

Esme Glauret (1998), señala algunas de las metas que tiene la ciencia para los niños:

- Aumentar la comprensión de los niños sobre su medio ambiente biológico y físico e identificar su lugar en el mismo.

- Favorecer y construir ideas e intereses en los niños.

- Promover la importancia del papel que tiene la ciencia en la vida cotidiana y ayudar a los niños en sus interacciones con el mundo.

- Desarrollar el pensamiento crítico, el interés por el medio ambiente y el respeto a las evidencias.

- Desarrollar acercamientos y actitudes positivas para aprender y apoyar a los alumnos para que aprendan a aprender.

- Promover una base adecuada para un aprendizaje futuro de las ciencias.

El mundo es ciencia, por lo tanto estamos constantemente sumergidos en la ciencia, por ello es importante introducir a los niños en la ciencia en la etapa de infantil, desde que nace está rodeado de ciencia.

Hasta hace poco, y todavía en algunos centros se sigue haciendo, no se introducían las ciencias hasta la etapa de primaria y para ello se utilizaba una metodología solo teórica sin ser llevada a la práctica, basada solo en los libros de texto. Pero es importante que los niños construyan su aprendizaje a través de experiencias y que el docente aproveche su interés y curiosidad teniendo en cuenta la globalidad y el contexto.

Según Gil (1994), aislar las ciencias del resto de las materias impartidas en el aula es limitar las posibilidades de aprendizaje.

A través de las ciencias los niños desarrollan una actitud crítica y esto es muy importante no solo para las ciencias, sino para todas las materias. A través de la observación, experimentación y la formulación y comprobación de hipótesis los niños reflexionan y obtienen conclusiones sobre cualquier tema a tratar, ya sea científico o no.

En el informe Rocard (2009) se propone una renovación educativa con respecto a este campo, ya que con los años, el interés de los jóvenes por las ciencias ha ido descendiendo a niveles alarmantes.

Por lo tanto podemos decir que unas de las grandes causas de este desinterés, es la manera de enseñar las ciencias y el enfoque epistemológico que se muestra.

Para solucionar la crisis en la que nos encontramos, en España se ha comenzado a hablar de aprendizaje por investigación, esta metodología está estrechamente ligada con la metodología de indagación. Los estilos de aprendizaje están creados para que el alumnado aprenda mejor las ciencias y desarrolle una serie de capacidades que les permitan investigar, sintetizar, analizar y evaluar información.

Es por ello que el principal objetivo de este artículo es dar a conocer los beneficios de crear un rincón de ciencias en el aula y trabajar en el las ciencias a través de la metodología de indagación, así como aumentar el interés de las mismas desde edades tempranas.

Como hemos dicho anteriormente, hemos podido observar que a los niños se lo han dado todo hecho, sin darle la oportunidad de que observen, manipulen, se equivoquen y reflexionen, se ha ido utilizando una metodología tradicional en la que el profesor es transmisor de conocimientos, siendo los niños agentes pasivos del proceso de enseñanza- aprendizaje.

En cambio, si utilizamos le metodología de indagación será mucho más beneficiosa para el alumnado y además se desarrollara el interés por la ciencia en edades tempranas. Aquí el profesor actúa como guía en el proceso de enseñanza- aprendizaje, no es un mero transmisor de conocimientos, sino que deja a los niños que los descubran y desarrollen su aprendizaje por sí mismos, teniendo en cuenta sus posibilidades reflexionando y adquiriendo capacidad crítica, a la vez desarrollan la imaginación y creatividad, entre otros muchos aspectos.

Es sin duda, una metodología que enriquece y motiva a los niños en el proceso de aprendizaje y que por ello garantiza un desarrollo fructífero para el alumnado y unos resultados satisfactorios para todos.

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