Propuesta para trabajar las matemáticas en el segundo ciclo de Educación infantil a partir de los cuentos y por medio del trabajo por proyectos.

Desde siempre las matemáticas han sido para los niños sinónimo de algo difícil y en ocasiones aburrido, por el contrario, los cuentos siempre han sido un elemento especialmente atractivo y motivador utilizado para trabajar otras áreas, pero en muy pocas ocasiones las matemáticas.

Por este motivo durante el último año del Grado como maestra de Educación Infantil y como tema para mi trabajo de fin de grado decidí abrir esta puerta a la unión entre las matemáticas y los cuentos, e intentar cambiar la perspectiva a los maestros pero también a los padres sobre cómo se pueden enseñar matemáticas en Educación infantil sin que esto sea sinónimo de algo difícil o aburrido. 

Este trabajo incluía una propuesta didáctica basada en el trabajo de los cuentos mediante proyectos abordando no solo las matemáticas, sino también otras áreas que tuve la oportunidad de llevar a cabo durante el periodo de prácticas del último año de carrera en un aula multinivel, lo que me permitió comprobar que estaba en lo cierto y unir matemáticas y cuentos era una estupenda forma de que los niños aprendieran matemáticas divirtiéndose.

De acuerdo con las ideas de Marín Rodríguez 2007, el cuento en las aulas de Educación Infantil es un elemento aglutinador de contenidos de diversas áreas y que con respecto a los contenidos matemáticos presenta  las siguientes ventajas:

• Contiene aspectos matemáticos en contextos que nos permiten hacer conexiones matemáticas.
• Ayuda a desarrollar competencias básicas provocando una alta motivación en los aprendices.

De la misma manera, afirma que la gran mayoría de los cuentos son adecuados para trabajar conceptos matemáticos.

• El desarrollo lógico: A partir de cuentos como “La Casa de la Mosca Fosca” de Eva Mejuto o “La princesa de Trujillo” de Patracua y Javier Solchaga que incluí en la propuesta didáctica.
• El desarrollo numérico: A través de cuentos clásicos como Pulgarcito, también incluido en la propuesta, u otros más modernos como “Diez patitos de Goma” de Eric Carle, “Cuenta Ratones” de Stoll Walsh, el ya mencionado anteriormente “La casa de la mosca fosca “ o “ Martín y las galletas de coco” de Lugge y Lasse del que hablaré más adelante, pues es el que puse en práctica dentro del aula.
• Desarrollo de magnitudes y medida: a través de cuentos como "Los 3 osos", o “La Mariquita gruñona” de Eric Carle.
• Desarrollo del pensamiento geométrico: a través de cuentos clásicos como “Pulgarcito”, “Los 3 cerditos” u otros como “La casa de la mosca fosca".

Una vez analizadas de forma general las posibilidades que los cuentos nos ofrecen para trabajar dentro del aula, pasaré a contar mi experiencia dentro del aula.

La propuesta didáctica incluida en el trabajo estaba basada en un enfoque global, con el cual se trabajaban todas las áreas a partir de un mismo eje que eran los cuentos, y para lo cual elegí la metodología por proyectos al considerar que era la que en definitiva, más ventajas presentaba y daba mayor flexibilidad a la hora de ponerlo en práctica en el aula, algo que me fue de gran utilidad dadas las características particulares del aula en la que llevé a cabo una parte de ella.

No obstante, en su forma inicial estaba dirigida a un aula ordinaria de tercer curso del segundo ciclo, es decir, a niños y niñas de 5 años cuyas características me darían aún más libertad a la hora de plantear ciertas actividades. La propuesta original incluía 7 cuentos: "Pulgarcito", "La casa de la mosca fosca", "La princesa de Trujillo", "El aro mágico", "Martín y las galletas", "El flautista de Hamelín" y "La mariquita gruñona".

Decir en primer lugar, que como he dicho anteriormente el aula en el que llevé a cabo parte de la propuesta didáctica era un aula de Educación infantil, de un Centro Rural Agrupado con cuatro niños de 3 años, dos niños de 4 y uno de 5 años. Y elegí el cuento de “Martin y las galletas “por varios motivos; el primero que el nivel de los niños me permitía trabajar los números del 1 al 10 sin ningún problema, pues todos los conocían de sobra y además realizaban sumas diariamente durante la asamblea.

El segundo fue la versatilidad del cuento a la hora de ser adaptado y dar lugar a la utilización de materiales manipulativos que facilitaran a los niños la tarea de restar que era el principal objetivo del mismo, pero también se trataba  de un cuento versátil a la hora de adaptarlo a lo que se estaba trabajando en el aula sin alterar demasiado la mecánica de trabajo establecida.

En el aula se trabajaba por proyectos de manera conjunta pero a su vez cada nivel tenía un método globalizado, y en ese momento se trabajaba en forma de proyecto “La selva y los pigmeos” temática del método de 3 años, por lo que adapté el cuento poniendo únicamente animales de la selva, y el que fueran tan solo 7 niños me permitió realizarles una bandeja de galletas en goma eva a cada uno de ellos.

La mecánica de trabajo del aula me impidió llevar a cabo todas las actividades del mismo, entre las que como he dicho se incluían otras de otras áreas como la lectoescritura, o el conocimiento del entorno pudiéndome centrar únicamente en realizar las actividades de matemáticas pues ese era mi principal objetivo.

Entre las actividades realizadas estuvieron las siguientes:

Rodear 10 galletas:

Ver cuántas galletas quedaban cuando se las iba comiendo los animales:

Escribir los números que faltan:

Escribir el anterior y el posterior:

El resultado fue plenamente satisfactorio, pues todos los niños aprendieron a realizar algo tan arduo como puede resultar restar en edades en las que normalmente no se les enseña a hacerlo como son los 3 años , y lo hicieron divirtiéndose  fingiendo que se comían las galletas y me permitieron constatar algo que ya creía antes de realizar el trabajo, que los cuentos son una estupenda herramienta no solo para fomentar el gusto por la lectura sino para trabajar áreas difíciles como son las matemáticas.