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Materiales para niños con deficiencia visual

Martina Rodriguez

Publicado el 14/06/2019 15:06

Cuando tengamos que realizar esta adaptación del material para el alumnado con discapacidad visual hay que tener en cuenta la división que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que la subdivide en cuatro niveles: visión normal, discapacidad visual moderada, discapacidad visual grave y ceguera.

La discapacidad visual moderada y la discapacidad visual grave se reagrupan comúnmente bajo el término “baja visión”, y el total de casos de discapacidad visual están representados conjuntamente por la baja visión y la ceguera.

Los recursos didácticos y materiales en educación son imprescindibles  para el aprendizaje. Ya que a través de ellos podemos motivar, ayudar a comprender diferentes conceptos y en definitiva, facilitan el aprendizaje de todo el alumnado. Hay que tener en cuenta que cuando un alumno o alumna tiene alguna discapacidad como la visual, es especialmente necesario hacer que los materiales sean totalmente accesibles, es decir, se deben adaptar a las necesidades del alumno/a, considerando su percepción táctil, auditiva o incluso visual, ya que pueden tener algún resto visual con las ayudas ópticas o no ópticas adecuadas. En definitiva, los materiales a utilizar en el aula han de ser diseñados según las necesidades de las personas a las que van dirigidas, teniendo presentes en todo momento los objetivos que se quiera conseguir. 

Todo el alumnado, por lo tanto, debe recibir una educación adaptada a las necesidades educativas que presenta. En este caso, es fundamental que todo el alumnado con discapacidad visual reciban la misma educación y realizan las mismas actividades que el resto de compañeros, ya que así es como fomentamos la verdadera integración. Este es el principal motivo de la importancia de adaptar el material.

Algunas estrategias que pueden ayudar al alumnado con deficiencias visuales en el trabajo escolar pueden ser:

  • Repasar las pautas con rotulador negro para delimitar el espacio donde escribir, evitando la superposición de letras y palabras.
  • Si hay dibujos con líneas de colores, repasarlas con rotulador negro para hacer un mayor contraste.
  • Convertir las letras o grafías de puntos para repasarlas, en rayitas con rotulador negro.
  • Poner un punto rojo de partida en las grafías y, si es necesario, otro al final como guía de recorrido de escritura.

Además, si trabajamos con cuadernos de grafomotricidad o escritura, será conveniente:

  • Tener en cuenta las necesidades individuales de cada uno, adaptando la pauta al nivel, y capacidad visual, pero siempre rayado en negro.
  • Imprimir y fotocopiar de forma limpia y contrastada.
  • El tamaño de los cuadernos adaptados, dependerá del nivel cognitivo y motor del alumno/a, evitando realizar ampliaciones en A3 para alumnos de educación infantil.
  • Marcar con colores contrastados las pastas de los cuadernos o libretas para diferenciar las distintas asignaturas.
  • Las ampliaciones deben ser puntuales, evitándolas en formatos A3 por su dificultad de manejo.

Tras estas pequeñas estrategias a tener en cuenta en la adaptación del material para el alumnado con discapacidad visual debemos saber cuáles son los criterios o indicaciones para dicha adaptación.

Los criterios a tener en cuenta a la hora de elaborar las ilustraciones son:

  • ILUSTRACIÓN: en relieve, texturizada y a todo color
  • TAMAÑO: que permita abarcar la ilustración con ambas manos
  • FORMA: simplificación de detalles, seleccionando el elemento más relevante para la identificación de la forma o del personaje.
  • CONTORNO DE LA FIGURA: nítido, no solapar objetos. Marcar claramente el contorno para facilitar el reconocimiento y diferenciación del resto de las figuras
  • PERSPECTIVA: no representar este concepto en relieve por su dificultad de representación y de comprensión.
  • COLOR: utilizar colores planos, que se reconozcan fácilmente mediante contraste de tonos.
  • TEXTURA: rellenar el contorno de la figura con una misma textura para ayudar a delimitar y facilitar el reconocimiento de la forma.

Además existen los siguientes criterios a tener en cuenta cuando se realicen las adaptaciones en las láminas hápticas.

  • Al realizar la adaptación se procurará siempre que la ficha sea lo más simple posible. Es decir, intentar reproducir pocos elementos, únicamente los más relevantes para conseguir los objetivos.
  • Realizar formas sencillas, evitando los detalles visuales que no aportan información táctil.
  • Utilizar texturas totalmente diferenciadas.
  • Intentar que los relieves no sean muy voluminosos.

En definitiva, el alumno/a con  deficiente visual que nos llega a las aulas tanto de primaria como de secundaria, necesita integrarse con sus compañeros/as realizando las mismas actividades diarias, para ello es necesario adaptarlas con la finalidad de que puedan acceder a ellas.

 

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