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Método Montessori y las emociones

Martina Rodriguez

Publicado el 07/03/2019 16:03

Este método recibe el nombre de su creadora María Montessori, una pedagoga italiana. El cual inicialmente estaba dirigido hacia la etapa preescolar, aunque ahora abarca hasta la etapa de secundaria.

María Montessori revolucionó y sigue revolucionando el mundo de la educación, según su pensamiento para que se desarrolle de forma correcta el proceso de enseñanza-aprendizaje son necesarios los siguientes ingredientes:

“El ambiente adecuado, el maestro humilde y el material científico”

Actualmente los centros educativos dan poca importancia a la educación en emociones, pero la metodología Montessori considera que la educación debe abarcar todas las dimensiones del alumnado dando principal relevancia a la educación en emociones. El motivo de ello es que si conocemos nuestras emociones nos conoceremos mejor a nosotros mismos y seremos capaces de autorregularnos y responder ante determinadas situaciones. 

¿Qué son las emociones? 

Las emociones tienen su sede biológica en un conjunto de estructuras nerviosas denominado sistema límbico, que incluye el hipocampo, la circunvalación del cuerpo calloso, el tálamo anterior y la amígdala. La amígdala, además de desempeñar otras funciones, es la principal gestora de las emociones y su lesión anula la capacidad emocional. Las conexiones neuronales entre estas estructuras ubicadas en el cerebro reptiliano y la parte moderna del cerebro, el neocortex, son muchas y directas, lo cual asegura una comunicación de vértigo muy adaptativa en términos evolutivos (Ledoux, 1996). Esto hace que sea algo ficticio hablar de pensamiento, emoción y conducta como entidades separadas. (Vecina Jiménez, M. L. (2006))

Las emociones tienen una repercusión directa sobre la conducta, por ello modelos alternativos como la Pedagogía Montessori dan gran importancia al desarrollo de estas de un modo holístico. 

Cuando hablamos de holismo hacemos referencia a que la educación aborda todos los planos que conformar al niño, como son:

Dando respuesta desde el mundo educativo a todos estos planos que conforman la persona podemos también solucionar y evitar posibles conflictos que actualmente se están experimentando en distintos centros educativos, casos como del acoso escolar ya que estaremos enseñando al alumnado a saber expresarse y entender las emociones de los demás.

 
Una de las actividades que utiliza la pedagogía Montessori desde edades muy tempranas con niños y niñas con problemas de expresión emocional es el arteterapia. Es un tipo de terapia que consiste principalmente en utilizar el arte, en cualquiera de sus formas, como fin terapéutico; es una novedosa herramienta que se usa para expresar emociones y pensamientos e, incluso, tratar conflictos o trastornos que impiden el desempeño de una persona como protagonista de su vida.

Normalmente en el ámbito educativo se aplica esta terapia ante las siguientes problemáticas: 

  • Necesidades educativas especiales.
  • Déficit de atención e hiperactividad.
  • Discapacidad.
  • Autismo.
  • Dificultades de aprendizaje.
  • Exclusión.

¿Cómo podemos aplicarlo?

El arteterapia no tiene un único modo de empleo, a continuación vamos exponer tres formas de poder aplicarlo en el aula:

  • Pintura libre. Se debe habilitar un espacio con música relajante donde estén dispuestos por en el ambiente los materiales que los niños puedan utilizar para poder pintar y con ello expresar sus emociones, la temática deberá ser elegida por ellos.  
  • Imágenes emocionales. También se pueden ofrecer al niño diferentes imágenes que fomentan diversas emociones. La metodología a seguir sería dejar a su alcance las diferentes imágenes para que de forma natural las vaya seleccionándolas y en ese momento podremos empezar a dialogar con él y a profundizar sobre lo que está viendo y sobre cómo le hace sentirse. 
  • Expresión corporal. Así como podemos proponer al alumnado actividades donde se expresen de forma corporal o bien bailando o realizando distintas actividades, esta actividad es muy positiva realizar en infantil ya que estaremos a la vez trabajando el desarrollo psicomotriz. 

En definitiva, trabajar las emociones en el aula no debe de ser una tarea complicada, el educador debe buscar actividades que inviten a que surja de forma natural y que respeten la libertad de los pequeños. 

 

 

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