Estimulación multisensorial en un espacio snoezelen
Las salas Snoezelen son unos espacios, donde se busca una estimulación tanto sensorial como multisensorial, dando lugar a un tipo de terapia que es utilizada con aquellas personas que tienen alguna o algunas capacidades disminuidas, pudiendo ir desde niños con afectación en su desarrollo motor o neurológico, hasta personas mayores con deficiencias cognitivas severas y demencias. Estas personas que sufren alteraciones en uno o varios de sus sistemas sensoriales, pueden padecer de alteraciones en su desarrollo en su capacidad para adquirir conocimientos, además de presentar también, alteraciones en su conducta y en su estado emocional. La filosofía Snoezelen se basa en tres actividades distintas; relajación, descubrimiento e interacción, utilizando los cinco sentidos, aunque de manera separada.
El objetivo de este tipo de salas es crear un ambiente de seguridad a través de estimulaciones sensoriales suaves con la intención de buscar una limitación del estrés y construir una relación de confianza y de juego. No se busca con ella ni aprendizaje ni un fin terapéutico. Siendo por tanto, una actividad de libre elección del usuario en la que hay que respetar su ritmo. Busca proporcionar experiencias sensoriales a través de sonidos, olores, interacciones táctiles, sensaciones de luz, gusto… En la mayoría de los casos, las salas Snoezelen, se dividen en varias zonas dependiendo de los sentidos que se deseen estimular, aunque hay espacios donde se pueden estimular varios sentidos a la vez.
Gracias a ese ambiente de seguridad, las personas que padecen una discapacidad múltiple, podrán ser más abiertas cuando entren en una relación o a la hora de poner en acción sus capacidades. Estas sesiones se pueden realizar tanto de una manera individual como en pequeños grupos, facilitando así la observación y que las personas puedan mostrar sus competencias.
Algunos elementos que pueden ser utilizados son: lámparas y proyectores, espejos, pulsadores, interruptores, difusores de aromas, diferentes tipos de comidas, elementos de relajación, reproductores de sonidos…
Los beneficios que podemos encontrar en estas salas son, entre otros, la mejoría del humor, reducción de la agitación y de la apatía, mejora el comportamiento, la memoria, aumenta la felicidad, la concentración, la motivación, se desarrolla la confianza en uno mismo, aumenta el autocontrol, se establece una buena comunicación y se promueve la capacidad de elección.
Las sesiones suelen tener una duración de entre treinta y cuarenta y cinco minutos. Siguen una estructura, que normalmente, suele ser: seguir un ritual tanto de saludo como de despedida. Darles información acerca de quienes son, donde se encuentran o que van a hacer. Respirar siendo conscientes de ello para buscar así, la relajación deseada. Mostrar manifestaciones de afecto. Nombrar todas aquellas partes del cuerpo que se van a ir trabajando. Y tener mucho cuidado con la postura de la persona, para que siempre se sienta cómoda y relajada. También se deben de tener en cuenta ciertas claves a seguir como conseguir una atmósfera agradable, atender a las preferencias de cada persona, derecho a disponer de tiempo, vivir tranquilamente, actitud correcta o una continua supervisión.
Las salas Snoezelen son muy poco conocidas, sin embargo, como hemos podido ver son muy útiles y gratas para aquellas personas a las que van dirigidas. Buscar la relajación en un niño que padezca cualquier afectación sensorial es importante, pero buscar la tranquilidad y seguridad en una persona mayor, que padezca cualquier tipo de deficiencia o demencia, también lo es.
