El aprendizaje por exploración se basa en que el alumno/a asimile los conocimientos a partir de una exploración activa. Este enfoque metodológico convierte la transmisión de información y contenidos del profesor/a al alumno/a en un proceso en el que el alumno/a es protagonista y tiene que encontrar las respuestas para construir su propio aprendizaje.
Desde que somos pequeños aprendemos a explorar, un proceso esencial en nuestro desarrollo cognitivo y de supervivencia. Afrontamos elementos que nos rodean y las actividades que tenemos que llevar a cabo haciéndonos preguntas y utilizando el descubrimiento, la experiencia, el ensayo y el error para dar respuesta a las mismas.
En muchos casos la educación tradicional sitúa este acercamiento directo al conocimiento en un segundo plano y da prioridad a otros enfoques más estructurados, en los que se suministra al alumno/a toda la información que necesita.
Por ello, la utilización de este tipo de aprendizaje repercute directamente en el educando y algunas de las ventajas a destacar son las siguientes:
- Es motivador, aprovecha la curiosidad y los intereses de los alumno/as para que estos mismos exploren y descubran la realidad.
- Enriquece el proceso de enseñanza-aprendizaje y el conocimiento adquirido, este aprendizaje no solo afecta de forma positiva al proceso de adquisición del conocimiento y a su desarrollo, sino también al propio conocimiento que el alumno/a adquiere como resultado de este proceso.
- Trabaja la competencia de aprender a aprender, ya que al construir el propio aprendizaje los estudiantes ponen en práctica habilidades y destrezas como la planificación, la organización de tareas, el pensamiento crítico, etc..
- Aprovecha el potencial educativo de las TIC, el alumno/a puede aprovechar todas las posibilidades que le brindan los nuevos dispositivos y las nuevas herramientas tecnológicas.
- Permite aplicar diversas metodologías y propuestas de trabajo.
- Promueve el aprendizaje a lo largo de toda la vida ya que ofrece al alumno/a de las herramientas necesarias para investigar, interesarse y prepararse sobre cualquier tema de manera autónoma.
Lo importante no es tanto encontrar la respuesta correcta a las grandes preguntas como el proceso de conversación y búsqueda, el razonamiento, la colaboración, las equivocaciones y el aprendizaje que se deriva de ellas. Es decir, lo esencial es aprender los métodos y las destrezas necesarias para encontrar respuestas.
Este tipo de aprendizaje ya tenía precursores que a mediados del siglo pasado comenzaron a especular con este tipo de aprendizaje y sentaron las bases para los posteriores. Entre ellos podemos destacar a autores tan importantes como Piaget o Brunner.
En este sentido está comprobado que el aprendizaje por exploración permite a los niños/as construir sus propios conocimientos de forma autónoma, incluso sin formación previa.
