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Asesoramiento y orientación familiar

Mónica Aguilera

Publicado el 08/02/2021 15:02

El propósito del asesoramiento familiar es brindar a las familias criterios de funcionamiento tanto para las situaciones normales de la dinámica familiar como para cuando se presenten problemas que dificulten la consecución de objetivos, así como para enfrentar situaciones en las que los procesos ordinarios sufran alteraciones o desajustes que imposibiliten el desarrollo educativo. Sus objetivos primordiales son, ilustrar los procesos y etapas de la constitución del sistema familiar a través de la creación de programas apropiados y replantear y formular las reglas de interacción y comunicación que determinan los procesos surgidos en el interior del sistema familiar.

El mundo del hogar y de la escuela son inseparables y, por ser la familia la influencia primaría que recibe el niño/a, en determinados momentos los docentes se sienten incapaces de resolver la problemática de un alumno/a concreto, a menos que establezcan una buena comunicación con la familia. La mejor manera de resolver el problema de un alumno/a es trabajando con las personas que se encuentran involucradas en el mismo y conociendo el contexto donde este se presenta. En definitiva, las familias son quienes ejercen la influencia más significativa en el desarrollo de un individuo ya que es el ambiente donde se atiende al amor, confianza, aceptación y realización. La posición del niño/a en el sistema familiar y su relación con sus hermanos/as tienen una influencia muy grande. Si esta estructura no es sana da lugar a una influencia negativa caracterizada por el temor y el crecimiento irregular.

Es esencial que los padres estén dispuestos a poner en práctica en la vida familiar unos criterios básicos coincidentes con los del colegio dado que la incoherencia entre los dos ámbitos, puede restar eficacia al esfuerzo educativo realizado para ayudarle a mejorar su preparación personal. El diálogo de los padres y el alumno tiene un enfoque positivo: ayudarles a reflexionar y conocerse mejor, para que se acepten como son y adopten decisiones firmes de mejora familiar o personal.

Para los educadores, el trabajo en grupo con los padres les permite obtener información complementaria, que les ayuda a comprender mejor al alumno/a. El trabajo en grupo, por tanto, facilita la atención de problemas educativos cuya solución es posible solo cuando los padres están comprometidos conjuntamente con el docente, a través del asesoramiento y la consulta grupal. Por lo tanto, el educador y los padres pueden convertirse en un equipo que atienden la problemática del niño/a y/o del adolescente con un alto grado de éxito. Es importante también señalar que el trabajo en grupo es un modo para desarrollar en los padres nuevas actitudes y destrezas, que les ayuden en la educación de sus hijos/as.

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