La Plataforma de Infancia alertó de un incremento del 47 % de los trastornos de salud mental en niños, niñas y adolescentes respecto a 2018. Un aumento preocupante que debemos afrontar, diseñando soluciones. ¿Por qué no se recurren a los psicólogos educativos como una posible solución? Un profesional que pase todo el día en el centro para gestionar cualquier situación que pueda aparecer. 

Al fin y al cabo, los/as docentes no tienen una preparación exhaustiva y no pueden afrontar algunas situaciones. Imagínate por un momento que un/a niño/a se te acerca y te comenta que se quiere suicidar, que no quiere seguir pasándolo tan mal. ¿Cómo reaccionarías? ¿Qué le dirías? Seguramente, y como es normal, no sabrías qué decirle. Por ello, un psicólogo escolar se erige como ese faro que guíe a los/as profesores/as.

Los/as psicólogos/as infantiles están preparados/as para afrontar todo tipo de situaciones porque se han preparado para ello. Sin embargo, un/a docente ha trabajado para conocer distintos métodos y técnicas para enseñar y acelerar el aprendizaje de sus alumnos, no para gestionar situaciones alarmantes como un posible suicidio. 

La actualidad demanda que la figura del psicólogo escolar sea obligatoria en cada centro educativo. Los datos están ahí, un aumento del 47 % de los trastornos de salud mental entre los/as más jóvenes y nuevos conflictos, problemas y retos que afrontar. Aunque existen formaciones para que los/as docentes se especialicen en mediación y resolución de conflictos, siempre van a existir cuestiones relativas a la salud mental que no van a poder abordar. 

¿Cuál sería el papel del psicólogo educativo? 

El psicólogo escolar estaría cada día en los centros educativos, con el objetivo de que aportar esa confianza entre los/as niños/as. Estos/as profesionales estarían al tanto de la evolución de los/as más pequeños/as a lo largo de su vida, estableciéndose un vínculo realmente fuerte. ?Pero ya hay orientadores/as o instituciones educativas que llevan psicólogos/as de manera puntual? Así es, ¿pero realmente es suficiente? 

El psicólogo educativo tiene que formar parte de la plantilla del colegio y debe de estar a disposición de los/as menores durante toda la jornada, ya que así se conseguiría afrontar las distintas situaciones en el momento óptimo. Con la ayuda del psicólogo escolar, se conseguiría un correcto desarrollo y se mejoraría el rendimiento educativo del alumnado.

Sin embargo, el aspecto más importante es que el psicólogo educativo sería un apoyo brutal para todos/as los/as docentes, ya que estaría presente en todo momento para ayudarles en su trabajo diario. Si hay algún problema en clase, si un/a niño/a sufre una crisis de ansiedad, si algún/a joven le comenta algo llamativo. Sea lo que sea, el/la profesor/a siempre va a tener a su lado a un profesional que le va a aconsejar cómo afrontar estos momentos, formándole desde el ejemplo. 

Con los psicólogos educativos se conseguiría abarcar todos los problemas que ocurren en un centro escolar, y es que los/as docentes pasan todo el día con los/as niños/as y se encargarían de trasladar todo a estos/as profesionales. Luego, los psicólogos escolares tratarían dichos problemas de una manera profunda con los/as niños/as. De esta manera se crearía un círculo que afrontaría todos los problemas en lo que a salud mental se refiere. 

El psicólogo educativo, un apoyo para las familias 

Si un/a docente no está preparado/a para afrontar distintas situaciones que se pueden dar en el aula, imagínate muchas familias que tienen que lidiar con diferentes problemas con sus hijos/as. Tampoco saben cómo actuar o como encajar ciertas noticias, al igual que pueden no generar esa confianza en los/as más pequeños/as. El psicólogo educativo se erige como ese profesional que puede ser un puente con las familias. 

El psicólogo escolar le puede dar a las familias todos los instrumentos para que actúen con efectividad, sobre todo cuando hay un trastorno mental diagnosticado. Esto mejoraría enormemente la salud del menor, que se vería rodeado por una familia que posee las herramientas necesarias para entenderle. De igual manera, vería como en el colegio cuenta con un/a psicólogo/a educativo que le ayuda en todo momento. 

Una figura que debe de ser obligatoria en los colegios 

Un centro educativo puede incorporar a un/a psicólogo/a educativo de manera puntual, recurrente o simplemente puede no contar con él. Otros centros optan por incluir a un/a orientador/a o mediador/a que resuelva algunas cuestiones puntuales. Sin embargo, el/la psicólogo/a escolar no es una figura de obligada presencia en las instituciones educativos, por lo que queda a libre elección. 

Este es un aspecto que, desde numerosas organizaciones, tanto del ámbito de la docencia como de la psicología, demandan que cambien. Quieren que la figura del psicólogo/a educativo sea obligatoria en cada colegio y en cada instituto. Por ello, el panorama en este aspecto podría cambiar de un momento a otro, creándose numerosos puestos de trabajo en todos los centros educativos del país. 

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