Imagen generica
¿Aún no estás registrado?
Regístrate ahora, son 2 minutos

La Barraca: el teatro ambulante de Lorca

Maria Pilar Garrido

Publicado el 11/06/2015 13:06

La Barraca fue un grupo de teatro universitario que tenía carácter ambulante y que estaba coordinado y dirigido por Federico García Lorca y Eduardo Ugarte. Este grupo de teatro nació del impulso de jóvenes universitarios tanto de letras como de ciencias. Pero ¿qué hizo exactamente La Barraca y por qué la seguimos recordando hoy día?

La principal idea de La Barraca era la de acercar a los rincones más olvidados y pobres de España, tanto económica como culturalmente hablando, las obras del teatro clásico español. Así, se representaban obras de Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, etc.

La Barraca surgió en el año 1932 y en sus comienzos contó con el apoyo de Fernando de los Ríos, Ministro de Instrucción Pública en esos años de la segunda república. Junto con La Barraca surgieron también las Misiones Pedagógicas que en cuanto al funcionamiento era similar aunque tenía un carácter más pedagógico.

Dentro de la organización de La Barraca se encontraban estudiantes de Filosofía y Letras que colaboraban con la dirección literaria y estudiantes de Arquitectura que se encargaban de la parte técnica.

El fin de La Barraca llegó con el comienzo de la Guerra Civil Española, pero durante todo el tiempo que estuvo viajando, los componente del teatro universitario representaron un total de 13 obras en 74 localidades, entre ellos “El retablo de las maravillas” de Miguel de Cervantes; “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca; “Fuenteovejuna” de Lope de Vega  o “El Burlador de Sevilla” de Tirso de Molina.

La Barraca fue una iniciativa que durante muchos años después se siguió llevando a cabo en distintas localidades del territorio español, y aún hoy sigue siendo recordado y rememorado por las acciones de acercamiento de la cultura al pueblo durante los años que estuvieron en funcionamiento.

Todos ellos prestaban sus servicios de manera voluntaria y gratuita, lo que hacia su labor mucho mas romántica. Y es que tras el paso de los años, aún queda la huella de la Barraca en la historia de la segunda república.

0
“¿Te ha parecido interesante este artículo? ¡Dale a me gusta!