España no es un país que destaque por su índice de lectura. En uno de los últimos estudios realizados a 28 países de todo el mundo en cuanto a horas de media que se dedica a la lectura, España se sitúa en el puesto 18. ¿Cómo puede actuar aquí la educación?

Entre los países en los que más se lee se encuentra, en primera posición India, seguido de Tailandia, China y Filipinas. En los puestos más bajos se encuentran Corea, Japón, Brasil y Reino Unido.

En el caso de España, la media de horas que nos dedicamos a leer semanalmente se encuentra en 5,48 horas, mientras que a estar conectados a internet le dedicamos casi 24.

Durante algunos post nos hemos centrado en concienciar a nuestros lectores de la importancia de adaptar las metodologías a los cambios que se producen la sociedad y por lo tanto introducir las nuevas tecnologías en el aula y adaptar a los niños a su uso, pero, ¿por qué dejar de hacerlo con el hábito de la lectura?

La introducción de ambos hábitos no son incompatibles y los docentes han de trabajar para que la lectura no sea algo aburrido para ellos, si no, cuando lleguen a cursos superiores les costará mucho más coger un libro.

Además, en algunos estudios se ha afirmado que la comprensión lectora ha disminuido significativamente, es decir, que se lee poco y mal, lo cual puede acarrear importante consecuencias académicas al no entender lo que nos piden en algunas preguntas de exámenes o en unas simples instrucciones.

Entonces, ¿a qué esperamos para fomentar el hábito lector?