Creo que todos coincidimos en que la educación es un derecho tan sumamente básico y fundamental para el desarrollo de todos los niños que no debería suponer un lujo para ningún niño del mundo. Pero desgraciadamente, esto no es así. La realidad es que en muchos países del mundo aún quedan niños que no pueden ni tan siquiera pensar ir al colegio. Pero gracias a los proyectos solidarios, esta situación va cambiando poco a poco.

La UNESCO ha estimado que alrededor de unos ocho millones de niños y jóvenes de entre seis y catorce años de edad están sin escolarizar en la India, entre los cuales, las niñas forman la gran mayoría. Según esta organización, de estos ocho millones de niños, uno de cada dos jamás pisará un centro escolar, lo cual hacen que estas cifras seas terroríficas.

Uno de los objetivos del 2015 es que todos los niños del mundo puedan completar su formación primaria. Pero se van construyendo nuevas iniciativas desde los países con una mayor grado de desarrollo social  en los que se ayudan a estos países a que ese objetivo pueda llegar a ser una realidad.

El último proyecto presentado es el llamado “Sonrisas Solidarias” por medio de la cual se pretende construir una escuela en la aldea india de Andhra Pradesh. Este proyecto se está llevando a cabo por una clínica granadina cuyo objetivo es el de garantizar la educación y velar por la igualdad de género en las aulas.

Samuel Verdugo, doctor y gerente del centro ha afirmado que “estos centros son utilizados por toda la comunidad ya que en ellos se reúnen los miembros del Comité de Desarrollo Comunitario así como grupos que necesitan atención especializada, como las mujeres. Es utilizado también para llevar a cabo el programa nutricional, programas culturales, de capacitación y cualquier tipo de formación, incluso como centro social para los actos del Día Internacional de la Mujer, entre otros”.

Este tipo de proyectos son los que se necesitan para que todos esos niños y niñas tengan acceso a la educación básica que parece ser un auténtico lujo para ellos.

Pero esta tarea es deber también de los grandes países los cuales deben ayudar de una manera activa al desarrollo óptimo de estos niños. Porque los niños no deben estar ayudando a sus padres con el ganado ni en sus tiendas, sino aprendiendo a desenvolverse en la sociedad como es debido y relacionándose con niños de su edad, aprendiendo y jugando.

Porque es necesario que todos seamos un poco conscientes de la situación mundial con respecto a la educación y que nos pongamos manos a la obra todos juntos para garantizar un futuro justo para todos esos niños.