Mi madre siempre me dice que se arrepiente mucho de no haber ido a la universidad. Y no es porque ella no quisiera, sino porque mis abuelos no se lo pudieron permitir económicamente hablando. Las oportunidades que tenemos nosotros en la actualidad son mucho mayores que la de nuestros padres cuando estaban estudiando, pero aun así existe un gran número de estudiantes que no terminan sus estudios universitarios.

En algunas carreras, el porcentaje de estudiantes que abandonan la carrera universitaria antes de finalizarla llega a ser incluso del 50%. Estos son unos datos bastante pesimistas, ya que este porcentaje engrosa el porcentaje de abandono escolar que tanto preocupa a los profesionales relacionados con la educación.

Las causas pueden estar relacionadas con muchos factores como por ejemplo el no haber elegido la carrera correcta, el descontento por el futuro profesional o la situación económica de la familia. Y ésta última parece ser la causa principal de estos últimos años para que los universitarios no terminen la carrera universitaria que han escogido.

Pero las consecuencias relacionadas con la deserción universitaria son bastante peores de lo que nos podemos imaginar en un primer momento. Para empezar, el sueldo de las personas que tienen un título universitario es mayor que el de las personas que no lo poseen. Y la diferencia es considerable, ya que en ocasiones, el sueldo de las personas que abandonan la carrera puede ser de hasta un 45% menor que el de los que siguen estudiando.

Por otra parte, las consecuencias también afectan al plano emocional, así lo confirma un estudio que dice que”la deserción tiene costos emocionales y financieros que son más graves en los alumnos de menores recursos. Entre ellos, hay desconocimiento de cómo operan las instituciones. Por ejemplo, hay familias que venden sus casas y la deserción los deja sin patrimonio, además experimentan la sensación de abandono y fracaso”.

Pero estos datos también afectan al país, ya que las pérdidas para el sistema son muy significativas cuando un alumno deja la carrera universitaria. Pero si la deja por haber perdido la beca, todo se convierte al final en la pescadilla que se muerde la cola.

¿Qué opináis sobre esta situación?