El extranjero lo tenemos ahora a un paso. Y es que la situación económica por la que está pasando Europa y la sociedad globalizada en la que las fronteras se están viendo cada vez más pequeñas está ocasionando que ya no nos suene raro escuchar de boca de algún conocido la frase de: “me voy a trabajar al extranjero”.

En el extranjero podemos encontrar muchas posibilidades para personas cualificadas y por supuesto, un trabajo que se adapte al nivel de cualificación que se tenga.

Según varios portales de búsqueda de trabajo, el país que ha ofrecido más vacantes a españoles ha sido Portugal (con 1.400 puestos de trabajo), seguido por Reino Unido (1.011), Dinamarca (415) y Alemania (355).

El sector de la Sanidad y de la Salud fueron los que ofrecieron mayores posibilidades laborales en el extranjero, así como el sector de la Informática y de las Telecomunicaciones. Más de la mitad de estas ofertas eran para trabajar en empresas relacionadas con un contrato indefinido.

Y esto no solo influye a los más jóvenes, aunque realmente son ellos los más aventureros a la hora de irse a otro país a ganarse el jornal. Según estos portales, el 82% de los jóvenes españoles desea irse al extranjero a trabajar.

Esta encuesta se ha pasado a un total de 2.300 profesionales. Esto lo conocemos como la fuga de cerebros y lo cierto es que en la actualidad es un tema mucho más común de lo que podemos llegar a imaginarnos. Gran parte de los encuestados afirma que no se iría lejos de España, quedándose el 60% en Europa, mientras que un 17% se iría a Sudamérica, un 14% a Norteamérica, un 4% a Oceanía o África, y tan sólo un 1% se aventuraría a irse a Asia.

En cuanto a los motivos de por qué se irían a otro país, el 55% respondió que por la difícil situación económica por la que está atravesando a España, un 19% porque serviría como experiencia y mejoraría su curriculum. Un 11% afirmó que le gustaría quedarse en otro país y un 8% siente que su profesión no está valorada en España.

Como vemos razones no faltan para aventurarnos a buscar trabajo en el extranjero y por lo que parece, ganas tampoco. Tan sólo nos queda prepararnos y ya sea en Europa o en América, encontrar nuestro pequeño lugar.