Hace unos días se celebraron unas jornadas dentro de los cursos de verano organizado por la Universidad del País Vasco en los que se trataban temas acerca de qué pasa dentro del aula y se presentaban propuestas para la vida escolar.

En estas jornadas participaban profesores del Departamento de Didáctica y Organización escolar de distintas universidades españolas como por ejemplo Barcelona o A Coruña. La conclusión de la mayoría de los asistentes en aquella jornada era la misma: las políticas educativas y las teorías pedagógicas no serían suficientes para dar respuesta a las necesidades del alumnado, y sin dar respuesta a esas necesidades es imposible que el alumnado aprenda y asuma los contenidos que se quieren transmitir.

José Contreras, profesor de la universidad de Barcelona respaldó otro tipo de educación aparte del que estamos acostumbrados a vivir en el que el principal marco es lo teórico. Es importante que el alumnado aprenda a través de la experiencia y que la educación esté inmersa en la práctica y la vida cotidiana del alumnado.

En pablaras de Rosa Marchena, profesora de las Palmas de Gran Canaria, lo importante en la educación infantil, Primaria y Secundaria es focalizar nuestra atención en mejorar las relaciones entre el alumnado. Sostiene que mejorar las relaciones entre los compañeros es también mejorar el ambiente del aula.

En estas jornadas se criticó también duramente a la nueva ley educativa (LOMCE). El profesor Jurjo Torres comentó que con esta nueva ley al alumnado lo único que se le está transmitiendo es el fomento de los conocimientos que necesita el mercado, predominando al final en las aulasun discurso acerca de la mejora de la economía dejando a un lado el conocimiento de los valores.

La  conclusión que yo saco de este tipo de jornadas es que no sé hasta qué punto son conscientes los propulsores de la nueva ley educativa de las consecuencias que puede tener los cambios que se están produciendo. ¿Quién mejor conoce las consecuencias acerca de un cambio que los propios expertos de la educación? ¿Quién mejor para saber qué ocurre en un aula y que necesitan los alumnos en momentos de dificultad que los propios maestros y profesores?

Si queremos lograr futuros médicos, arquitectos o profesores de calidad debemos centrarnos en ellos, en las necesidades que precisan cada uno de ellos y cómo adaptarnos a ellos. El alumnado no debe adaptarse a la educación, la educación debe adaptarse al alumnado para que así sea realmente efectiva y justa. La educación ha de ser tratada como lo que es, un derecho humano y no como una obligación y por eso mismo debe adaptarse a las necesidades y capacidades de cada uno de los estudiantes.