El lenguaje es un proceso natural de adaptación al medio que suelen desarrollar todos los niños. Para comprender correctamente el término, se expone a continuación  una definición sobre los trastornos del lenguaje de Aguilera y Busto (2012): “Los trastornos del lenguaje configuran un grupo muy heterogéneo de alteraciones en el desarrollo o adquiridas, caracterizadas principalmente por déficit en la comprensión, producción y uso del lenguaje.” 1 de cada 20 niños tiene síntomas de un trastorno del lenguaje, esta denominación se da cuando se desconoce la causa. Los tratamientos para este tipo de trastornos son a través de la intervención de logopedas o por medio de terapias del lenguaje, ambos métodos son muy eficaces a la hora de trabajar con los pequeños y conseguir cambios notorios en el desarrollo de su lenguaje. Pero se debe de tener cuidado, ya que el niño se da cuenta de sus limitaciones de expresión y de sus errores a través de las correcciones de su entorno, si estas son excesivas, pueden generar  en el niño un comportamiento de rechazo y cólera.

Los trastornos del lenguaje son abundantes, por lo que los síntomas de un trastorno lingüístico pueden estar relacionados con déficits motores, sensoriales o psíquicos. Algunos de los síntomas que deben ponernos en alerta sobre si el pequeño tiene un correcto desarrollo son:

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