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Crear espacios para la lectura

Anabel Quesada

Publicado el 12/04/2017 18:04

Aprender a leer es encender un fuego, cada sílaba que se deletrea es una chispa.

Victor Hugo Poeta, novelista y dramaturgo francés.

La lectura es una actividad muy beneficiosa en todas las edades, pero en la edad infantil es aún más importante debido a que fomenta en los pequeños la adquisición de vocabulario, mejora su expresión y la comprensión lectora, disminuye los problemas de concentración y desarrolla la imaginación, la creatividad y la personalidad. Puede sorprender que la lectura ayude al desarrollo de la personalidad pero cuando leemos libros con personajes tan variados, hace que nos pongamos en situaciones diferentes y que empaticemos con los sentimientos y emociones de estos personajes ayudándonos a la hora de gestionar nuestras propias emociones.

Lo más importante es crear espacios que motiven a la lectura, como explica Cesar Bona en su en su primer libro “La Nueva Educación”, si damos a los niños un libro en concreto y le obligamos a estar sentados leyendo lo más seguro es que desarrollen un cierto odio por la lectura. Es importante que ellos y ellas tengan variedad de libros para escoger, ya que según sus gustos o estados de ánimo escogerán un tipo de libro.

El momento de lectura es un tiempo de desconexión, de relajación, así que la postura es muy importante, estar sentado en una silla dura no es la mejor forma de fomentar el pasar un tiempo leyendo. Es importante preparar sitios con alfombras donde puedan sentarse o tumbarse, con sillones cómos o puff, además de permitir a los pequeños salir al jardín y poder estar en una zona tranquila leyendo.

También debemos cambiar la concepción de la lectura, es cierto, que habitualmente es una actividad individual, pero también debe ser entendida como una actividad social. Desde la escuela, se puede motivar la lectura con actividades como las tertulias literarias dialógicas, ofreciendo diferentes libros a los niños y que entre todos elijan el libro que van a leer en clase y en casa. Con este libro se trabajará durante el trimestre o el curso, dedicando un día a la semana a comentar una parte del libro, en un clima en el que el alumnado pueda expresar sus opiniones y posibles dudas de forma segura y cómoda. Si estáis interesados en saber más sobre esta metodología, el artículo sobre “beneficios de las tertulias literarias dialógicas” os explica como funcionan y que aportan al alumnado. 

Para conseguir que los niños desarrollen un hábito de lectura, es necesario que en la familia se trabaje desde el ejemplo, ya que de nada o de poco sirve decirle lo importante que es leer y si luego nunca ven a sus padres con libros. Desde pequeños es muy importante llevarlos a bibliotecas para responsabilizarles de elegir su propio libro y de cuidarlo, ya que otros niños se leerán ese libro después. Una práctica positiva para crear un hábito de lectura en los pequeños es leerles antes de ir a dormir, además de que esta actividad los relajará y propiciará que duerman mejor.

En definitiva, la lectura es una actividad muy positiva para los pequeños, por eso es importante que se trabaje desde la escuela y la familia con el propósito de crearles un hábito de lectura.

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