Parece que cada vez más personas comienzan a tomar conciencia del fenómeno denominado bullying. Pero, ¿de verdad están abriendo los ojos? ¿O están mirando para otro lado?

Me pregunto qué opinan esos padres participantes de los grupos de whatsapp del colegio, donde no omiten detalles a la hora de hablar mal y rápido de los profesores de sus hijos; o qué pensarán de los programas de tv donde se enzarzan unos con otros, donde se aplauden conductas poco elegantes y se hace burla de los valores más cívicos.

Familiares y amigos que gritan, amenazan (y en casos más extremos hasta golpean) a los árbitros, y también al equipo contrario y seguidores…

Los que aconsejan a sus hijos que si tienen algún problema no duden en sacar los puños y, si además, el maestro no los apoya ya se ocuparan ellos de sacarle también los puños.

¿Hacia dónde miran esos ojos cuyas bocas siempre saben hablar acerca del bullying?