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¿Etapa decisiva en la vida de los estudiantes?

Anabel Quesada

Publicado el 23/05/2017 17:05

Estamos antes las puertas de la selectividad, momento de angustia y nervios para muchos estudiantes los cuales sienten que están tomando una decisión decisiva en sus vidas, por ello, tienen una gran presión que soportar.

El programa “Salvados” realizó un debate titulado “De hijos a padres” en el se reunían a diferentes padres junto con profesores en una sala donde se debatía diferentes aspectos sobre la educación de sus hijos. Y por otro lado, se entrevistaba al alumnado sobre su visión de la educación y sus intereses para su futuro. El programa demostró que tanto el alumnado como las familias ven únicamente la educación con un medio de alcanzar un trabajo, utilizando para ello la competitiva entre iguales para conseguir ser “el mejor “. El alumnado tenía una visión negativa sobre su futuro, todos coincidían en que querían un trabajo estable y hablaban sobre que iban a elegir sus estudios universitarios en función de las salidas laborales que les ofertaban más que por sus gustos personales o sus propias ambiciones. Además los padres afirmaron que ejercen una gran presión en ellos, ya que quieren lo mejor para sus hijos e intentan que estos tengan una buena vida.

Pero un profesor planteó una pregunta muy clave, que tipo de sociedad tendremos si enseñamos a nuestros jóvenes que el fin mayor de su vida es el dinero, si enseñamos que da igual cómo conseguirlo pero que lo importante es conseguirlo y que sus propios sueños no valen nada.

Es curioso como a los niños se les habla de sus sueños y a los 16 años se les habla de competencia y de mercado. Además esto es un arma de doble filo, porque no solo la familia está aceptando que la situación es así y que mejor adaptarse a lo que hay, si no que se les está enseñando a las nuevas generaciones a aceptar esta situación y a no cuestionarse las cosas y expresar su opinión.
La educación no puede perder su papel de espacio destinado a formar a persona de forma holística, donde se les enseñe no solo conocimientos, sino se le guíe a desarrollar una serie de competencias que van a necesitar para su vida. Unas competencias que les enseñen a vivir en sociedad, a afrontar los problemas cotidianos del día a día, que les enseñen a defenderse de posibles abusos del mundo económico.

Y más la facultad, que no es una prolongación del instituto sino un espacio de educación no obligatoria. En la educación superior debe prevalecer el diálogo igualitario consiguiendo crear un clima de discusión donde poder reflexionar sobre lo que se está aprendiendo.
Por ello, si ves la educación como consecución de una nota media para destacar a la hora de optar a un puesto de trabajo, estas anulando la filosofía de la educación y probablemente no aprenderás nada, por lo que tampoco conseguirás ser un buen profesional en ese campo. Muchas empresas, algunas tan conocidas como GOOGLE, no contratan a sus trabajadores por su currículum sino porque sepan aplicar sus conocimientos en casos reales, porque tengan competencias sociales necesarias para trabajar en equipo, y porque demuestren competencias personas tales como curiosidad, iniciativa, entre otras.

Por todo ello, es aconsejable no perder el tiempo estudiando algo que no nos guste para terminar trabajando en algo que tampoco nos guste, porque ese no es el camino ni del éxito, ni de una vida feliz.

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