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Un Spinner en clase: ¿Jugamos?

Sara García de Pablo

Publicado el 30/05/2017 21:05

      Un lunes por la mañana entro en clase y me encuentro con que un par de alumnos tienen un juguete nuevo, se trata del Fidget Spinner. Me enseñan orgullosos cómo gira y se lo prestan a sus compañeros para que lo vean todos. Al día siguiente ya lo traen la mitad de los niños y al siguiente la clase entera tiene el juguete en cuestión. Los niños lo sacan a todas horas, le dan vueltas y vueltas, se lo pasan unos a otros, hacen equilibrios con él dejando de prestar atención a lo que estamos haciendo. No pasan muchos días hasta que a la hora del recreo abro el cajón y lo encuentro lleno de Spinners.

     Es el nuevo juguete de moda y ha venido para quedarse una buena temporada. Las modas vienen y van sin ningún motivo aparente, pero para que un juguete triunfe tiene que tener algo más. Pensando sobre esto, sin darme cuenta he cogido uno del cajón y ya estoy dándole vueltas, como si fuera algo natural. Así que es eso, realmente engancha.

     Después de indagar un poco, descubro que no se trata de un invento nuevo, fue patentado en 1993 por la estadounidense Catherine Hettinger, como un juguete para su hija. A partir de 2004, cuando su inventora perdió los derechos de la patente, comenzó a comercializarse en Estados Unidos y en Reino unido como un utensilio para ayudar a las personas con déficit de atención, autismo, depresión o cuadros de ansiedad.1

     El original y también el más popular, consiste en tres brazos que rotan sobre un eje central y acaban en un anillo con rodamientos. Los hay con más brazos, de distintos materiales, colores, con luces… Cabe en la palma de la mano y la gracia está en hacerlo girar.

     No es la primera vez que se extiende una moda de objetos que pretenden paliar el estrés que sufrimos por el ritmo de vida que se lleva hoy en día y prometen conseguir relajarnos de una vez por todas, como por ejemplo el péndulo de Newton, el cubo de Rubik, o más recientemente el Fidget Cube, un pequeño cubo que en cada cara dispone de botones, ruedas, interruptores que se pueden accionar y mediante movimientos repetitivos conseguir disminuir el nerviosismo y la ansiedad. 2

     Pese a que su inventora intentaba crear un juguete que simbolizara la paz, la realidad es que ha puesto en pie de guerra a los docentes de varios de países alrededor del mundo, tal y como indica el diario El País sobre su popularidad en su país de origen en su artículo del 5 de mayo: “Allí es tan popular que algunos centros educativos han llegado a tener que prohibirlo.”3

     En nuestro país aún no hemos llegado tan lejos, pero en la sala de profesores es un tema candente por la cantidad de alumnos que los utilizan en horas de clase y todos recurrimos a la misma medida: Confiscarlos temporalmente. Es lo que se ha hecho siempre con esta clase de juguetes, pero año tras año seguimos igual, así que ¿es esa la mejor solución? Si realmente los alumnos tienen tantas ganas de utilizar este invento, ¿por qué no usar eso a nuestro favor usándolo en clase? Al fin y al cabo partir de los intereses del alumnado, focalizando la enseñanza en los estudiantes, es uno de los retos de la educación del siglo XXI. Y en ello están de acuerdo distintos expertos como son Richard Gerver, Alejandro Piscitelli, Judi Harris, Jannet Patti, David Alburu, Fernando Savater, o George Siemens que en 2013 participaron en un encuentro internacional con el fin de establecer las bases del cambio educativo para este nuevo siglo.4

     Por ello, introducir en el aula distintas actividades en las que se utilicen los Spinner es una idea muy atractiva, dado que aprovecha esta motivación de los alumnos para que adquieran los contenidos de las diferentes áreas curriculares programadas para su curso, de una forma lúdica. Además hay que tener en cuenta que en todo momento se pretende promover el uso responsable del juguete por lo que solamente podrán acceder a este tipo de actividades los alumnos que hayan utilizado el Spinner en los tiempos permitidos para ello. Conseguimos así eliminar el castigo y sustituirlo por una recompensa a su buen comportamiento.

     En cuanto a la propuesta de actividades se abren infinidad de posibilidades para trabajar con este juguete en todas las áreas y niveles educativos. Aquí propongo algunos ejemplos prácticos:

- Contador de tiempo: El Fidget Spinner girando normalmente, dura aproximadamente entre uno y dos minutos (depende de la calidad del juguete y de la fuerza que se le aplique) que pueden aprovecharse para trabajar vocabulario, con listas de palabras de distintos campos semánticos, ordenar una oración, un pequeño poema, o realizar una clasificación ya sea de forma oral o escrita.

     Una variación de esta actividad consistiría en pasarse unos a otros el Spinner sin que éste deje de girar mientras contestan preguntas relacionadas con las distintas áreas, de esta forma incluimos la habilidad en el ejercicio haciéndolo a la vez mucho más divertido para nuestros alumnos.

- Inspiración para un trabajo artístico: Puede servir como como base para un dibujo en el que se trabaje el arte abstracto, las líneas curvas o realizar composición artística, tipo collage.

- Objeto de estudio: Para educación secundaria puede ser un gran tema de clase de física pues se trabajan conceptos como rodamientos, fricción o momento angular.

- Ruleta: Aprovechando los tres anillos de los brazos podemos realizar actividades que consistan en la combinación de tres elementos: escribir una frase con tres palabras cortas, crear una lista de palabras que contengan las tres letras señaladas o sumar o restar tres números (entre sí o a un número fijado anteriormente). Todas estas actividades se pueden realizar individualmente, en grupo de forma cooperativa o incluso celebrar una pequeña competición.

     En este apartado, se podrían incluir también juegos relacionados con la orientación espacial y la discriminación visual añadiendo imágenes que aparezcan en un poster, notas musicales que tengan que encontrar en una canción, figuras geométricas…

     Como conclusión utilizar los Fidget Spinner en clase se convierte en todo un acierto pues crea un ambiente estimulante que favorece la creatividad promoviendo el aprendizaje al despertar el deseo de aprender de los estudiantes con ayuda de la gamificación y la innovación educativa y resolviendo el problema creado en el aula al motivar a los alumnos a que hagan un buen uso del juguete mientras aprenden y se divierten.

Bibliografía

· Gerver, Richard. (2010). Crear hoy la escuela del mañana. Biblioteca Innovación Educativa. Madrid: SM.

· Prot, Brigitte. (2005). Pedagogía de la motivación: Cómo despertar el deseo de aprender. Madrid: Narcea.

1. Periódico “La Vanguardia”. Consultado el 2017-05-23.

2. Diario “As”. Consultado el 2017-05-25.

3. Periódico “El País”. Consultado el 2017-05-27.

4. Periódico ABC. Consultado el 2017-05-25.

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