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Flipped Classroom en el área de Educación Física

Jesús Francisco García Salado

Publicado el 03/07/2017 23:07

Enfrentándonos a una educación donde la Educación Física padece de un abandono absoluto por parte institucional, recluida a una situación cuasi residual donde adolece la completa carencia de tiempo para su correcto desarrollo y el excesivo distanciamiento entre sesiones que nos arrastran hacía una sociedad con problemas derivados de un estilo de vida sedentario. Nos enfrentamos a la problemática de sentirnos, inapropiadamente señalados, como una molesta distracción por parte de los tutores de nuestros educandos. Para muchos padres y madres somos una pérdida de tiempo, asumámoslo, seguimos siendo el profe de gimnasia. ¿Cómo podremos afrontar esta estresante situación?

Mientras vemos, sufrimos y nos quejamos de ver como se hipoteca el desarrollo motor, social y afectivo del niño/a, vemos como nuestras sesiones además resultan cortas y que las necesidades de la misma se convierten en nuestro mayor enemigo para el correcto desarrollo de nuestras sesiones. Salimos del aula, hacía el patio, y ya hemos perdido cinco minutos (siendo optimistas, la verdad.) que acompañaran al tiempo de explicaciones, organización y reparto de materiales, correcciones y otros elementos indispensables para nuestro trabajo, que no es otro que garantizarle a nuestros alumnos las mejores herramientas para afrontar el día de mañana.

Podemos decir centenares cosas, podemos buscar mil culpables, podemos hacer infinidad de protestas airadas que solo repercuten en que al final nos sintamos impotentes y frustrados. No faltará quién nos hable sobre organizarnos mejor, acusarnos de falta de profesionalidad y una miríada de consejos vacuos que solo servirán para incrementar nuestra desazón o indiferencia. Pero, sin embargo, hay un halo de verdad en estos consejos, y es que por ahora no nos queda otra que asumirlo y tirar de ingenio y método para solventar el problema. Y es que, al final, la organización es la armonización de la variedad de recursos, medios y participantes en una actividad, siendo imprescindible para una efectiva acción de enseñanza-aprendizaje. (García Salado, 2017).

Es aquí donde encontramos una forma de respuesta, que no es el bálsamo de fierabrás que lo cura todo, simplemente nos permitirá aligerar la carga de tiempo dedicado a algunas explicaciones. Hablamos del método de flipped classroom o clase invertida, que se basa en hacer que las actividades ligadas principalmente a la exposición y explicación de contenidos pasan a ofrecerse fuera del aula, por medio de herramientas tecnológicas como puede ser el vídeo o el podcast, o sencillamente internet. De esta forma, el tiempo escolar se dedica fundamentalmente a la realización de las actividades que verdaderamente importan para el aprendizaje, como pueden ser los ejercicios prácticos, la resolución de dudas y problemas, los debates, los trabajos en pequeño o gran grupo, el aprendizaje por descubrimiento, la coevaluación y autoevaluación, etc. (García-Barrera, 2013)

No es solución a todos los problemas que las limitaciones impuestas por el tiempo arrojan sobre nuestras programaciones. Sin embargo, bien utilizada, nos permite eliminar explicaciones o exposiciones innecesarias relativas a contenidos propios de la actividad, sesiones de motivación o a trabajos de investigación y recogida de información. Es un método que nos ayudará de forma decisiva a afrontar otras metodologías como el aprendizaje basado en proyectos (ABP desde ahora), resolviendo las necesarias explicaciones, sesiones teóricas o de trabajo que pueden ser necesarias en algunos proyectos que podríamos desarrollar relativos a nuestra área.

 

Planteamos como ejemplo desarrollar un proyecto sobre salud y prevención de lesiones. Obviamente nos hará falta explicar cosas, enseñar material y dejar que los alumnos busquen información sobre ese respecto, y sin embargo las sesiones disponibles convierten ese trabajo en un intricado puzle que complica aún más nuestro personal “sudoku” a la hora de temporalizar. Pero podemos aliviar esa carga, sin extralimitarnos, cediendo esa responsabilidad de búsqueda a los educandos. Aun así debemos ceñirnos a unas pautas lógicas para evitar sobrecargar de trabajo para casa, y además asumir que es posible que haya alumnos sin acceso a los contenidos web. Aquí, siendo conscientes de los espinoso y subjetivo del tema, lo dejamos en vuestras manos ¿Quién conocerá mejor a vuestro grupo clase que vosotros?

Aunque doy por hecho que todos somos conocedores de amplios recursos que nos permitan hacer uso de este método. Citaremos los siguientes:

  1. Compartir podcasts de audio: Ivoox, spreaker, podcast alley, podfeed.
  2. Compartir videos: Youtube o Dailymotion
  3. Compartir presentaciones: Slideshare, Dropbox o Drive.
  4. Compartir documentos: Google Docs, Scribd o isuu.

El surtido de recursos en la red es extenso, como aplicaciones o programas para crear estos contenidos o compartirlos. También podremos encontrar aplicaciones web que nos permitan crear plataformas donde poder gestionar la visualización, la aplicación de actividades o tareas asociadas y compartir información complementaria. Es evidente que el esquema que organiza la acción docente ha cambiado, el aula o patio ya no son el único entorno válido para la enseñanza y la revolución tecnológica nos obliga a ir a la par o un paso por delante.

En conclusión, diremos que esta metodología es una posible respuesta para tratar de conseguir arañar al reloj el máximo tiempo de compromiso motor.  Pudiendo luchar por nuestros fines: la lucha contra la cultura sedentaria, integrar las TICs en el área, hacer al alumno más participe del proceso de enseñanza-aprendizaje y preservar prácticas jugadas o deportivas de carácter popular o cultural.  No afirmaré que nos encontremos ante una solución universal y definitiva, en estos momentos sonrío con complicidad, pues es imposible que lo que sirve en mi aula sea igual en otra,  pero sentenciaré que es una herramienta más para buscar conseguir nuestra finalidad absoluta, que no es otra que favorecer el máximo desarrollo del potencial del alumno y la mejora de la calidad de la educación.

Bibliografía

García Salado, J.F. (2017). Aproximación metodológica al uso de los juegos de rol en una educación competencial. Sevilla: Editorial Itálica.

García-Barrera, A. (2013). El aula inversa: Cambiando la respuesta a las necesidades de los alumnos. Avances en supervisión educativa.

Sáenz-López, P. (2002). La Educación Física y su didáctica. Manual para el profesor. Sevilla: Wanceulen.

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