Septiembre es un mes querido por muchos pero también uno de los más odiados. Es sinónimo de volver a la rutina, de dejar a un lado las chanclas de la playa, la toalla y el despertarse a la hora que uno desee por los madrugones, el estrés en la oficina o volver a coger los libros de texto. El volver a la rutina puede ser algo que se lleve con mucha dificultad, sobre todo para los niños que aún no acaban de comprender las responsabilidades. Os dejamos a continuación una serie de consejos para llevar de una manera menos traumática la vuelta al cole:
Es necesario hacer unos días de adaptación al nuevo horario. Durante las vacaciones comemos a deshoras, nos levantamos y acostamos tarde y la rutina desaparece por completo, por lo que es importante no volver a la rutina directamente e ir preparando unos días antes el cuerpo para adaptarnos de nuevo a la vuelta al cole, por lo que poco a poco deberemos ir recuperando los horarios de sueño y de las comidas, etc. De esta forma, la adaptación se hará más llevadera.
Al dejar a nuestro hijo el primer día en el aula tras la vuelta al cole la despedida debe ser corta y no decirle ninguna mentira como “no te preocupes, vuelvo en cinco minutos”, sabemos que es con buena intención pero al ver los niños que sus padres no regresan puede generar en ellos angustia.
Los padres deben mostrarse siempre tranquilos ante la vuelta al cole. No pueden mostrarse nerviosos ante la posible reacción del niño o la niña, es esencial mostrarles a los niños una sensación de tranquilidad y de que no pasa nada.
Los primeros días podemos dejarles más tiempo de juegos o de tiempo libre para que no vean la vuelta al cole como algo negativo al sentir que han perdido todo lo divertido que tenía el verano, la vuelta a la rutina y a las clases extraescolares debe ser paulatina.
Es imprescindible preparar el material escolar con antelación. Los mismos niños pueden ayudar a reparar todo el material escolar para así ir familiarizándose con el mismo o que ellos mismos escojan dicho material: su nueva mochila, el estuche, etc.
Motívales con la idea de volver a ver a sus compañeros de clase o a sus profesores. Los niños establecen relaciones muy estrechas, por lo que puedes animarlos con la idea de volver a ver a sus compañeros de clase o a sus profesores y podrán contarles todo lo que han hecho durante sus vacaciones de verano.
Durante estos días puede que los niños se muestren irritables, cansados, tristes o incluso con falta de apetito. Debes tener paciencia ya que es algo pasajero y en unos días esa actitud cambiará. Empatiza con tu hijo e intenta ayudarlo a superar la ansiedad o el estrés que le supone la vuelta al cole.
La vuelta al cole supone un año más de aventuras, de amistades y sobre todo de nuevos aprendizajes que irán formando poco a poco a tus hijos tanto personal como profesionalmente. Empecemos el año con energía y positivismo para así afrontar todos los retos que nos trae este nuevo año escolar.
