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Influencia del docente en el trayecto académico del alumno

Macarena Rodríguez Martínez

Publicado el 17/10/2017 18:10

Aunque muchas personas lo duden, la actitud del docente hacia los alumnos puede determinar que estos triunfen o fracasen. Esto se conoce como “Efecto Pigmalión”, este viene a definir que las expectativas que un profesor tenga sobre un alumno se cumplen en el mayor número de casos, es decir, si el profesor piensa desde el principio que un alumno va a fracasar, normalmente el alumno fracasa y viceversa. ¿Se podría utilizar esto para fomentar una educación de calidad?, veámoslo.

A continuación explicaré una serie de factores que propician que esto ocurra:
Cuando a un profesor en el claustro de inicio de curso se va a desenvolver con una serie de alumnos a los que se les considera problemáticos, normalmente, este va a determinar un tipo de comportamiento distinto hacia él, frente al que tendrá con alumnos aplicados.
Normalmente los profesores frente alumnos aplicados se vuelcan más, es decir, se les pregunta más, se les enseña más contenido y se les alienta más que a otros que se piensa que no van a llegar a ese nivel.

Para poder poner de nuestra parte este efecto se deben de tener en cuenta los siguientes consejos:

Al entrar al aula debes separar tu vida personal de lo que ocurre en está, muchas veces tenemos un mal día y esto puede provocar que nos enfoquemos de forma negativa en nuestros alumnos.

Evita las distinciones, no apremies a un grupo únicamente, trata de apremiar a todos por igual, si hay un tema difícil haz que lo vean como un reto que son capaces de superar todos.

Crea un clima de confianza con los alumnos, es cierto que no debes exceder esa confianza para evitar que puedan aprovecharla en tu contra pero, puedes dirigirte a ellos de forma amigable y tratar de comprender que además de lo que les ocurre en el aula, fuera de esta ellos también tienen sus propias experiencias.

Trata de mantener una actitud positiva, el exceso de seriedad hace que todo se vuelva demasiado riguroso y esto hace que el interés de los alumnos se pierda, lo cual no quiere decir que no debas exigirles que den el máximo de cada uno.
Este tipo de efecto no solo se reduce a las aulas, también se extrapolar a la educación en casa e incluso al comportamiento en el trabajo, si una madre o un padre muestra a su hijo que no es capaz de hacer algo, este lo va a tomarlo como una certeza y esto conlleva a que abandone sus metas y acepte lo que le han establecido. En un trabajo no es lo mismo que un jefe te diga “tenemos que terminar urgentemente lo que te mandé la semana pasada para esta”, a que te diga “tenemos que entregar el encargo de la semana pasada para esta, sé que es complicado pero con tu capacidad confío en que lo consigas”. ¿Crees tú en este efecto?.
 

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