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Cuenta que te cuento

Mª Soledad Hernández Santiago

Publicado el 07/05/2018 20:05

Y si… ¿leemos y contamos? Pero no contar de narrar, ¡no! Contar de: enumerar.

Es innegable que unas de las grandes pasiones de nuestros pequeños, son sin duda los cuentos. Son vitales para su desarrollo y bien narrados, atraerán su pasión por la lectura en el futuro. Le damos importancia al formato, a los personajes, a la historia, al tipo de letra, al tamaño… pero, saber captar su atención, eso sí que es fundamental.

Y si a su gran pasión unimos esa curiosidad por descubrirlo todo y, en concreto, por descubrir los números y todo lo que ellos conllevan, y hacer de todo un juego, habremos abierto un mundo de posibilidades para nosotros como docentes y para ellos como los “espectadores” más importantes en toda esta historia.

Al igual que los cuentos, la lógica-matemática es vital para el desarrollo de los niños. Los números están en todas partes, solo hace falta encontrarlos como si de un juego se tratara. Hay que tener en cuenta que, no queremos trabajar solo el número de manera aislada, sino que lo que pretendemos en Infantil es, sobre todo, llevar a cabo ese proceso necesario que adentra a nuestros alumnos a la noción de cantidad.

-Veo, veo. ¿Qué ves? 10 gallinitas. Cada una de un color y poniendo un huevo en un diferente lugar rimando sin parar. Dupuis, S., (2018), Las diez gallinas, Madrid, España: Editorial Edelvives.

Pero este juego no ha acabado porque una ha desparecido y en otros animales se han convertido. Y ahí tenemos a nuestro amigo el Topo investigando a paloma, caballo, liebre, cabra, vaca, cerdo, mosca y perro. Si no los has contado, así es como 9 se han juntado. Holzwarth, W., (Ed.). (2007), El perro que quería saber quién se había hecho aquello encima de su cabeza, Madrid, España: Editorial Alfaguara Infantil.

De este cuento nos llevamos una mosca porque un gran acontecimiento quiere celebrar: su cumpleaños. Al olor de su rico pastel fueron llegando: escarabajo, murciélago, sapo, lechuza, raposa, lobo y oso. De estos 8 amigos, uno, más suerte tuvo y de un bocado con el pastel ha terminado. Mejuto, E., (Ed.). (2010), La casa de la mosca Fosca, Pontevedra, España: Editorial Kalandraka.

Como de glotones va la cosa…en 7 días la pequeña oruga de todo se comió y algo muy sorprendente le ocurrió. Pero si lo queréis saber, el cuento tenéis que leer. Carle, E., (2005), La pequeña oruga glotona, Madrid, España: Editorial Kókinos).

Son muchos los cuentos en los que los protagonistas son animales. Cobran vida y nos dan grandes lecciones, gracias a las cuales aprendemos muchos mensajes muy útiles para la vida. Entre ellos las apariencias, y sino que se lo digan al pequeño conejo que no podía entrar en su casa y fue pidiendo ayuda a todos los animales que se iba encontrando en su camino. Una historia de 6 que no os podéis perder: conejo, cabra, buey, perro, gallo y hormiga. Un final sorprendente con el que te encuentras de repente. Ballesteros, X., (Ed.) (2010), El pequeño conejo blanco, Pontevedra, España: Editorial Kalandraka.

Así, contando, narrando y por qué no cantando, hemos llegado a la mitad. El cuantificador 5, el que da un brinco. Un brinco como esos que daban todos los animales al hablarles del Grúfalo. Pero, ¿quién es ese? Se preguntaban todos. Y al saberlo, salían corriendo. Un ratón, un zorro, un búho, una serpiente y un Grúfalo comparten esta divertida historia. Donalson, J., (Ed.). (2016), El Grúfalo, Madrid, España: Editorial Bruño.

Tres chivos (uno grande, uno mediano y uno pequeño) a un ogro quisieron engañar porque éste por un puente no les dejaba pasar. Entre los 4 una ingeniosa historia llevan a cabo. González, O., (Ed.). (2007), Chivos, Chivones, Pontevedra, España: Editorial Kalandraka.

-Veo, veo. ¿Qué ves? Que ya vamos por 3. Como en el cuento de Inés que aquella mañana se levantó del revés y volvía de cabeza a su papá y a su mamá. Muchos se sentirán identificados con esta ratona tan dicharachera y juguetona. Jeram, A., (2011), Inés del revés, Madrid, España: Editorial Kókinos.

Una tierna historia como la de la pequeña liebre y su mamá que se miden para ver quién se quiere más. Las 2 protagonizan un entrañable cuento de amor y ternura, ya que ambas se quieren con locura. McBratney, S., (1995), Adivina cuánto te quiero, Madrid, España: Editorial Kókinos.

Al final hemos llegado, solo queda 1. Un pequeño monstruo liado, alegre, triste, asustado… un precioso cuento sobre emociones, colores, sentimientos…con un protagonista muy particular, entrañable y que hace emocionar. Llenas, A., (2014), El monstruo de colores, Barcelona, España: Editorial Flamboyant.

Hemos contado y recontado, leído y releído, del derecho y del revés. Pero no solo lo hemos hecho con personajes, no. También hemos “trabajado” tamaños, colores, seres vivos, canciones, emociones…porque las matemáticas también son divertidas y están donde menos lo esperamos.

Y colorín colorado este cuento aún no ha acabado. Porque si esta actividad sencilla, motivadora, atractiva, fácil de llevar a la práctica, la podemos completar o finalizar con la realización de una obra de arte (dibujo, manualidad…) habremos unido también la plástica.

Así, globalizando, sin darnos cuenta, hemos conseguido, además, alcanzar el objetivo principal de educación infantil: un aprendizaje significativo.

-Veo, veo. ¿Qué ves? - Que ahora sí, el final ha llegado y con una conclusión nos hemos quedado: no hay que olvidar que lo más importante siempre es aprender divirtiéndose y disfrutar de este maravillo trabajo. No hay nada más agradecido que ver las caritas de los peques sin pestañear cuando escuchan atentamente la narración de un cuento.

Una…dos…y tres…

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