Comencemos con un poco de teoría. Cada día hay más niños con Necesidades Educativas Especiales (NEE), derivadas de una discapacidad, que requieren nuestra ayuda. Según el Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo en España (ODISMET), perteneciente a la Fundación ONCE, los datos obtenidos en el curso 2015-2016 afirman que el 2.6% del alumnado matriculado en la enseñanza primaria y secundaria obligatoria en España, presenta NEE. Estas cifras han aumentado a lo largo de los últimos años, por lo que los maestros de Pedagogía Terapéutica (PT) juegan un papel muy importante en este aspecto. Por este motivo, durante mi trayectoria académica como Maestra en Educación Primaria quise especializarme en Educación Especial, aprendiendo nuevos sucesos día a día y absorbiendo la máxima información posible acerca de la Musicoterapia, de la cual apenas hay datos. Siempre me ha gustado investigar aquello que aún no está investigado. Los seres humanos somos curiosos por naturaleza, ¿verdad?

Antes de llegar al fondo del asunto, me gustaría hacerte una pregunta: ¿Qué es para tí la música? Tómate tu tiempo y contéstala antes de seguir leyendo... ¿Lo tienes? Pues ahora, en las siguientes líneas, te voy a contestar yo a esta pregunta y, posteriormente, vas a contrastar si nuestras respuestas son idénticas, parecidas o, por el contrario, no se parecen en nada. En esta vida, todo puede ser posible.

Para mí la música es mi vida. Seguramente suene exagerado, pero así es. Desde que me levanto hasta que me acuesto estoy escuchando música. Música de todo tipo. Esas vibraciones sonoras que entran por mi oído hasta llegar a mi cerebro en forma de impulsos eléctricos hacen que mi cuerpo recorra escalofríos al escuchar esas voces o esos magníficos instrumentos. Sentimientos de alegría, de tristeza, de amor, de ira... La música, al igual que me relaja me activa. Me gusta escucharla sola o acompañada. Y, por supuesto, me gusta disfrutar del momento y experimentar nuevas emociones, nuevas letras y nuevos sonidos. Es algo difícil de explicar. Como verás, no hay una definición exacta porque la música es entendida de una manera diferente en función de la persona que la defina.

Para centrarnos en los alumnos con NEE y relacionando la música con ellos, voy a definir qué es la Musicoterapia. Se trata de una terapia dirigida especialmente a niños y adultos que padezcan una enfermedad o discapacidad, y que necesitan ayuda terapéutica para disminuir las dificultades que presentan, y para mejorar su integración dentro de su grupo de iguales. También va dirigida a todas aquellas personas que necesiten reforzar su autoestima y personalidad, o disminuir el estrés, entre otros aspectos; y a los escolares que, sin tener una enfermedad o discapacidad, necesitan la Musicoterapia para mejorar el comportamiento o reforzar aspectos esenciales de la educación, como, por ejemplo, un aprendizaje correcto de lecto-escritura. Por lo tanto, los objetivos, métodos y técnicas a utilizar, y los resultados obtenidos, dependerán de la edad, las características y la discapacidad que presente cada persona, y del especialista que lleve a cabo la sesión, ya que éste puede ser: un musicoterapeuta, un profesor de PT o un docente con los conocimientos necesarios para impartirla, entre otros. En otras palabras, la Musicoterapia es otra manera de afrontar las diversas discapacidades de las personas, convirtiéndoles en los principales protagonistas de esta nueva y bonita trayectoria.                                                                                          

Con la LOMCE, la asignatura de música en la educación primaria deja de ser obligatoria y pierde horas de clase. Esto es así porque muchas personas (maestros, familias y otros) piensan que es una asignatura “maría”, que los niños no aprenden con ella y que sirve para distraerse. Ahora bien, si la Musicoterapia ayuda a solventar los problemas que presentan los niños de Educación Especial, ¿por qué no hacer del aprendizaje de la Musicoterapia algo obligatorio? Bruscia (1997) afirma que “La música se disfruta y valora de manera universal y, puesto que juega un papel integral en la vida cotidiana, la idea de utilizarla para propósitos terapéuticos parece evidente y fascinante”. Es cierto que las matemáticas y la lengua castellana son importantes para todos, pero ¿y qué hay de la música? Si se trata de un medio para solventar un problema, ¿por qué no exprimirlo al máximo?

Actualmente, la Musicoterapia es utilizada en muchas residencias y centros ocupacionales para disminuir, en la medida de lo posible, la enfermedad del Alzheimer. Si esto se ha demostrado y tiene efectos positivos en estas personas, ¿por qué no emplear la Musicoterapia con nuestros alumnos? TDAH, trastornos de conducta, síndrome de Down… una amplia clasificación en la que deberían incluirse la musicoterapia como una ayuda, un recurso útil para estos alumnos.

En primer lugar, y a favor de la inclusión educativa, la Musicoterapia debería llevarse a cabo en los centros docentes como una parte integrante de la asignatura de música. Es importante explicar a los alumnos de antemano qué es la Musicoterapia, en qué consiste y qué actividades se llevarán a cabo. Y por supuesto, no solamente para aquellos alumnos con NEE, sino para todos. La música y los instrumentos ayudarán a fomentar la participación y a desarrollar la mente de todos, sacándoles la mejor de sus sonrisas y solventando las dificultades que presentan.

Por todo ello y más, la Musicoterapia debería impartirse en los centros docentes como parte del currículo ordinario. Y dicho esto, finalizo con la cita de un escritor francés que dice: “La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio”.